Por: Sergio Valdés Pedroni
1. Hubo poetas que tomaron las armas. Se fueron a la guerrilla o abrazaron la clandestinidad política para consumar en la práctica la utopía que dibujaron antes en sus versos y sus proclamas. Otto René Castillo, Alaíde Foppa, Luis De Lión y Roberto Obregón Morales fueron algunos de ellos. Hubo además guerrilleros, militantes urbanos sobre todo, que acudieron a la poesía para extender en palabras lo que estaban intentando con las armas. Hombres y mujeres sensibles que transitaban entre esos dos mundos, en busca de una metáfora o una emboscada perfectas.
Muchos estudiantes comenzaron escribiendo poesía social, poesía de asombro y de protesta, y al cabo del tiempo se incorporaron a los partidos de izquierda y a las organizaciones revolucionarias del país. Rafael Urcuyo, Ana María Mendoza, Alejandro Cotí, Roberto Monzón, entre otros y otras, navegaron por este cauce de nuestra historia política y literaria.
En memoria de Julio Áscoli, Félix Orozco e Iván Alvarado
2.El 27 de julio de 1976, Julio Áscoli, Félix Orozco, Iván Alvarado y una pareja cuya mujer llevaba un bebé en sus entrañas, cayeron luchando por sus ideales, en una casa de seguridad del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) en Ciudad Satélite, Mixco.
3. Concluimos así el pequeño homenaje que iniciamos el 27 de julio pasado en el Centro Cultural de España, con Gustavo Diéguez y el grupo que produjo el cortometraje Separación de Bienes.
He aquí los versos de dos de ellos. Jóvenes que, como tantas y tantos otros poetas comprometidos con su tiempo, fueron ajenos al oportunismo burocrático, el saqueo de la memoria y la utilización tendenciosa de la palabra, el paraíso y la tragedia propia y ajena.
Julio Ricardo Ascoli Andreu, su pseudónimo era “Domingo”, tenía 23 años aproximadamente cuando cayó en una casa de seguridad el 27 de julio de 1976, desde entonces no se sabe nada de él.
Pensamientos y poemas de Julio Ascoli Andreu
Por qué? me pregunto alguna vez
tus ojos cegados por la angustia
no ven más allá de tí
Por qué? me pregunto
tus labios enterrados por los giglos
no dicen la verdad
Por qué? me pregunto alguna vez
no podría ser que alguna flor
de este bello jardín lograra borrar
la recia marea que este mundo
dejó en mí
Pensamientos que vagan en mí como tiempo y espacio marcando un siglo
rumbos del día que crean el otro, pájaros negros que rondan la noche.
Plácido duerme un niño en el cuento, murmullo y silencio que anuncian victoria. Tocan la puerta y abre el poeta, mi amiga la muerte sonriente se acerca, los hombres prometen campanas al cielo pobres y hambrientos reclaman hogar, un niño gime un rico ríe, un sueño que acaba.
Cuando a un amigo le pedimos un favor o creemos hacerle un favor
nace el conflicto de un sistema
haz lo tuyo y el otro lo suyo
-observar el pasado, ¡no vivirlo!
la vida nos ofrece cada instante como algo original y único
os aseguro que la total
conciencia de ser en el
no tiempo (instante) es
ubicarnos en el universo
– si te cuento lo que ya he
hecho, ni tú ni yo estamos
aprendiendo algo
lo único que hago es ubicarte
en el pasado
Más si hiciésemos silencio
nos estaremos comprendiendo
y habrá una nueva comunicación
te vi sonreírme, y te amo
vi tu sonrisa como un
refugio para todo anhelo
tristeza y alegría
¿más no entiendo que es?
si, ya entiendo, fue aquel
momento que te vi sonreírme, y te amé
sí, fue aquel momento que
vi tu sonrisa como un refugio para
todo anhelo, tristeza y alegría
si, ya entiendo, fue aquel momento.
Amo a aquel cuya alma se disipa
que no pide gratitud y no devuelve
pues siempre que da, se da entero.
El pensador es el pensamiento
¡ah, como es eso, si el pensador piensa el pensamiento!?
por estrechamente unidos que están dos seres humanos,
entre ellos se abre siempre
un abismo que solo el amor,
y esto únicamente de tanto en tanto,
es capaz de salvar
tendiendo un frágil puente de uno a otro
Cuando tú y yo estamos juntos
en el momento infinito,
¡hablemos de amor!
nunca busques el amor pues nunca
lo hallarás, solo en ti y entonces si
lo conocerás pues está en ti
solo dalo.
Tan solo yo tengo el derecho de reír o llorar
a respecto de mis pensamientos.
¿Qué te ha atraído
al paraíso de la antigua serpiente?
¿Por qué te arrastras
dentro de ti, adentro de ti?
Eres solo un enfermo de veneno de víbora.
El que todo lo abraza
el que todo lo contiene,
¿no te abraza y te sostiene lo mismo
que a mí y a él mismo?
¿No ves extenderse en los cielos
la bóveda del firmamento?
¿No descansa la tierra firme
y amarrada a nuestros pies?
¿No se elevan, mirándose amorosamente, l
Los astros inmortales?
Cuando te miro,
¿No penetra mi mirada en la tuya?
¿Y no se sumergen nuestros corazones
y nuestra mente arrebatados en ella
Flotando como un eterno misterio
visible en invisible?
Llena de todo esto tu corazón
por grande que sea,
y, cuando del todo te halles penetrado
de tan dichosos pensamientos
llámalo como quieras:
¡Felicidad! ¡Realidad! ¡Amor! ¡Dios!
No tengo nombre alguno para él
el sentimiento es todo;
el nombre es sonido y humo
que anubla la celeste llama
¡Ojalá pudiera yo alguna vez
quedar lleno de ti, eternidad que se forja!
¡Ay cuan largo y profundo es este tormento,
Ay, cuánto dura sobre mi tierra.
El hombre es en su esencia
una síntesis de tiempo y eternidad
las flores exhalan su aroma
y lanzan sus cimientos a los
aires porque se aman;
pero el que una simiente
llegue al lugar para el que
está destinado no es cosa
que dependa de las flores,
sino del viento que la lleva de aquí
para allá según su capricho.
Un padre podrá legar a su hijo
su nariz y sus ojos y hasta el
entendimiento, pero no el alma.
El alma es nueva en onda ser humano.
Cada ser humano tiene un alma
que no puede entretejer con ninguna otra.
Podrán dos criaturas ser muy unidas,
Podrán conversar entre sí y estar muy
Juntas, más sus almas son cual las
Flores, cada una arraigada en un lugar
que le es propio, de manera que ninguna
puede llegarse hasta la otra si no
es abandonando sus raíces, que es
precisamente lo que no puede hacerse.
Yo me llamo Julio
y usted?
Árbol.
Piedra, Aire, Fuego
Tierra, cielo
Luna, sol…
Nosotros.
¡Es: lo que fue queriendo ser!
Tú estás bien
yo no soy como tú
yo estoy mal para ti
tú tratas de que yo no sea como soy
sino como tú eres
Yo estoy bien
tú no eres como yo
quieres que trate de que no seas como eres
sino como yo soy.
Hagamos silencio
yo estoy bien y tú estás bien
Pensamientos que vagan en mí
como tiempo y espacio MMM un siglo,
rumbos del día que crean el otro
pájaros negros que rondan la noche
plácido duerme un niño en el cuento
murmullo y silencio que anuncian victoria
tocan la puerta y abre el poeta
mi amiga la muerte sonriendo se asoma
los hombres prometen campanas al cielo
pobres y hambrientos reclaman hogar
un rico que ríe, un niño gime
un sueño termina.
“…EN CUATRO FASES”
Guatemala 30/Julio/73
PRIMERA FASE
Todo empezó en el mundo, en mi mente sentía el mundo, la gente, el ruido de los carros, el murmullo de las ciudades, sirenas, bocinas, música…. Y empecé a sentirme dentro de un avión y oía un gran ruido de tambores y turbinas, pero un ruido fuerte, fuerte, y de pronto empecé a oír al avión que se alejaba más y más cada vez el ruido era más y más cccc, lento. Y en un instante estaba en un campo lleno de flores amarillas y rojas, y daba vueltas y vueltas. Y sentía que me tiraba sobre las flores lentamente y gozaba entre las flores y. Entre…¡DESPIERTA! y empezaba a sentir la ciudad, los autos, la gente, la música y era un sonido fuerte, y luego la música cada vez se iba poniendo suave, lenta, dulce y sentía el entierro de un hombre y la música era suave y luego empecé a sentir que del hombre, lo más íntimo, su “yo”, su “yo” interior, la emoción misma del hombre; salí lenta, lentamente y empezaba a divagar a caminar paso a paso por otras nueves y yo saltaba sobre ellas… Si, LLANTO de un niño, por qué? llora un niño? y empecé a sentir, un niño y veía la ciudad los autos y los niños reían y aplaudían/
Tal vez aquí no diga nada
o quizá diga mucho
lo que sí sé es que he vivido, he aprendido, he escogido
he muerto… he vuelto a nacer.
Félix Augusto Orozco Mendizábal su pseudónimo “Facundo”, tenía 25 años cuando cayó en una casa de seguridad el 27 de julio de 1976, desde entonces no se sabe nada de él.
Un poema de Augusto Orozco Mendizábal
Blanco en Azul
Lo blanco de las nubes sobre lo azul del cielo
Lentamente los redondos cúmulos por la
esplendente bóveda azul.
El hacerse y deshacerse de las vidas humanas
que se cruzan y entrecruzan en el
espacio infinito.
Imperio del azar. El azar en las nubles
que van revistiendo formas diversas
y el azar en las vidas humanas.
…Y encerrado el entendimiento del
hombre en la prisión de las representaciones
¿Realidad de las cosas? ¿Existencia de una realidad
que no podemos aprender
Las nubes, redondas, henohidas de blancura,
Blancas como la arena, como la aroa de lana,
Como la nieve, como el armiño caminan
Y caminan por el cielo traslúcido
de azul. Y se conglomeran y se desmenuzan.
Se fraccionan y se confunden.
El sentido del tiempo
desaparece y las nueves, tan sutiles,
tan tenues subsisten…