Texto y fotografía: Lenina García
Soy Lenina García, estudiante de la Licenciatura en la Enseñanza del Idioma Español y la Literatura, carné 201115417 de la Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza Media, de la única Universidad Pública de Guatemala: “La Universidad de San Carlos” y creo que nuestra generación de estudiantes va a recuperar la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU).
Lo afirmo y lo digo claro porque ya no tengo miedo de hablar. Han pasado 16 años desde que la AEU está muerta en vida, a raíz de la violencia de Estado, la desaparición forzada y la corrupción. Los poderes fácticos de este país sabían que al dar tiro de gracia a una institución como la AEU, podrían perpetuar la desigualdad y debilitar al sector estudiantil, quien desde tiempos remotos ha luchado por un pensamiento crítico y por defender las causas sociales.
Por eso ya no hay tiempo para el miedo y la desesperanza. 16 años de silencio no pueden paralizarnos más
A finales del año pasado, más de 10 asociaciones legítimas, de distintas facultades, se unieron para desconocer a la actual Comisión Transitoria y Reguladora de la AEU, logrando algo histórico: Volver a posicionar en la agenda nacional, la necesidad de recuperar la AEU. Se conformó un Consejo Consultivo Estudiantil Universitario y un Consejo Electoral Estudiantil Universitario, quienes cimentaron las bases para convocar a elecciones y elegir democráticamente a esa institución que debe representar al estudiante y velar por su desarrollo integral.
¿Acaso no es esta una muestra contundente que algo está cambiando? ¿No es este un motivo para revivir la esperanza, para hacer florecer un jardín en medio de ese mapa oscuro de violencia?
Como estudiante sancarlista ya había perdido la esperanza. En los primeros años de mi carrera no me sentí identificada con ningún grupo estudiantil. Llegué a pensar que lo mejor era salir bien en mis clases, graduarme y no participar de ningún movimiento.
A partir de 2015 con toda la ola de movilizaciones y la renuncia de Otto Pérez Molina, (vinculado no solo a casos de corrupción sino en crímenes del Conflicto Armado Interno) hubo algo que me devolvió la esperanza: Ver a miles de estudiantes universitarios de nuevo en las calles, con un discurso distinto, con alegría en los ojos. A partir de allí encontré a una familia, a amigos y amigas con los cuales compartimos una visión de la Universidad y del país que soñamos, 2015 fue el detonante que nos unió. La mayoría ya venía trabajando desde otros espacios pero no habíamos tenido la oportunidad de vernos, de agruparnos.
Muchos compañeros y compañeras, a raíz de esto impulsaron con más fuerza el proceso de Recuperación de la AEU desde sus escuelas y facultades. Lograron materializar los esfuerzos de quienes años atrás habían intentado retomar el tema. Ellos también me han devuelto la esperanza. Por su valentía, por demostrar que la participación política no se quedó en 2015, sino que trascendió el tiempo y el espacio.
Ahora que estamos más cerca de las Elecciones de Asociación de Estudiantes AEU, es necesario que todos los sectores del país nos unamos, para que la AEU vuelva a ser una institución al servicio de la USAC y del pueblo. El acompañamiento de instancias de derechos humanos es vital. Estamos ante algo histórico, tenemos la oportunidad de escribir una nueva realidad para la USAC y si no lo creemos, no dejará de ser una ilusión.
Este proceso tampoco saldrá adelante si entre los mismos estudiantes se mantiene un discurso de difamación y de pugna por egos. La recuperación de la AEU será una realidad si estamos dispuestos a dialogar, a velar por el bien común y a practicar el sentido ético en nuestras acciones.
El principal desafío es que todos los estudiantes de la USAC se informen del proceso y participen.
Si Oliverio Castañeda pudiera hablarnos, seguramente nos diría que luchemos, que revivamos la AEU. Nos diría que la vida es tan breve para perder el tiempo en destruir y que el verdadero revolucionario ama profundamente.
Si Rogelia Cruz nos hablara, nos diría que la Recuperación de la AEU será feminista o no será y que no fue en vano su muerte porque ahora muchas podemos alzar la voz y desenvolvernos en la política.
Por eso digo en alto: ¡Vamos a recuperar nuestra AEU!
Tenemos la fuerza de más de 300 años de academia. La memoria de quienes lucharon por un país al servicio del pueblo, la esperanza de los estudiantes que sueñan con llegar a la universidad, la energía de la juventud, la experiencia de las generaciones que nos antecedieron y el presente, con sus oportunidades y herramientas para hacer de esto un proceso del Siglo XXI.
Como estudiantes nos estamos organizando y nuestra propuesta se llama: “Frente Estudiantil”.
Esta historia continuará…
-Artículo publicado originalmente en la revista digital “Brújula”