Por: Nelton Rivera
Pambach es una de las comunidades del pueblo Maya Poqomchi’ en el municipio de Santa Cruz Alta Verapaz, en 1982 el ejército guatemalteco llegó a la comunidad, está fue una de las primeras veces.
Don Alfonso Tut cuanta como el día 1 de junio del 82 buscó a los hombres de la comunidad, sin encontrarlos, se llevó a dos mujeres de la comunidad, los hombres Poqomchi’ estaban fuera trabajando, el día 2 de junio, con la tropa militar asentada en la comunidad el ejército mando a llamar a los hombres.
Los reunió en la escuela, separo a hombres de mujeres, golpearon a algunos y se los llevaron, un total de 80 adultos y jóvenes menores de edad, a todos los detuvo y los desapareció, 34 años después comenzaron a regresar las osamentas de todos los hombres y jóvenes de Pambach.
La mayoría fueron asesinados la noche del 2 de junio en un cerro cercano a la montaña en donde esta Pambach, un solo hombre sobrevivió a la masacre.
Treinta y cuatro años después, Rigoberto Tut Chiquin regresó junto a su padre, hermano y hermana, fue exhumado en la zona militar No. 21 “Coronel Antonio José de Irisarri” en Cobán Alta Verapaz, junto a Rigoberto fueron halladas más de 500 osamentas.
Todos y todas, fueron acusados de pertenecer a la guerrilla, este mismo patrón lo aplicaron en muchos más territorios, la comunidad de Pambach estaba organizada para reclamar y recuperar la tierra que años anteriores se les fue despojada, durante el debate oral y público contra varios militares por los delitos de lesa humanidad ocurridos en Sepur Zarco y otras comunidades, el Ministerio Público confirmó que la represión fue planificada, los terratenientes querían garantizar la posesión de la tierra a cualquier precio.
El Tribunal de Mayor Riesgo A en el 2016 condenó al coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón y el comisionado militar Heriberto Valdez Asij “el canche Asij” condenados a 360 años de condena entre los dos, por delitos de deberes contra la humanidad, y por la esclavitud sexual de las mujeres de Sepur Zarco.
Poco a poco van regresando los desaparecidos de la comunidad, el trabajo ha sido complicado, las exhumaciones y los trabajos de identificación a través de exámenes de ADN que realzo la Fundación de Antropología Forense de Guatemala FAFG, las asociaciones de víctimas de la guerra y las familias ha permitido su regreso.
