Por Prensa Comunitaria
Fuerzas antimotines de la Policía Nacional Civil llegaron a San Mateo Ixtatán en Huehuetenango con el objetivo de agredir a las comunidades que manifestaban su indignación por las agresiones en contra del pueblo de Barillas. Población Maya Q’anjob’al de San Mateo Ixtatán habían cerrado pacíficamente la carretera en apoyo a la población de Barillas ante la detención arbitraria de un vecino de ese municipio, esto ocurrió el 29 de septiembre de 2013.
La forma ilegal de operar de las fuerzas de seguridad de Estado provoco que miles de personas en los municipios de la zona norte de Huehuetenango se movilizaran en ese departamento, las comunidades reaccionan organizadamente ante la constante de los secuestros en los últimos dos años y casos como el secuestro y asesinato de lideres comunitarios que se oponen abierta y pacíficamente a las empresas nacionales y transnacionales que pretenden desarrollo de forma inconsulta proyectos Hidroeléctricos en estos municipios.
Este contingente de antimotines, conformado por mas de 100 elementos continua esta mañana lanzando bombas lacrimógenas a la población, aun no se puede contabilizar cuantas personas están heridas o intoxicada tras las cargas policiales.
La población hace un llamado a los demás pueblos del departamento a solidarizarse y a ya no permitir los atropellos e imposiciones de este gobierno, ni de empresas que buscan extraer y despojar los bienes naturales de la población.
Comunitarios y comunitarias continúan resistiendo la represión del Estado guatemalteco desatada contra los pueblos mestizo y mayoritariamente Q’anjob’al del territorio de Huehuetenango, quienes se oponen a la instalación de una serie de Hidroeléctricas en sus territorios.
Empresas como la española Ecoener Hidralia Energía – Hidro Santa Cruz o empresas como Cinco M S.A. y la empresa Proyectos de Desarrollo Hídrico (PDH) son las responsables de la conflictividad social en los municipios de la zona norte del departamento.
Acciones como las que el gobierno de Guatemala esta provocando mayor descontento de los pueblos, responden claramente a su estrategia de criminalización y violencia para imponer el funcionamiento de empresas que violan los derechos humanos y que solamente buscan el despojo y saque de los bienes naturales, aun a costa de los derechos de los pueblos y la vida.