El pan y la miel forman parte de la vida comunitaria del pueblo Q’anjob’al de Santa Eulalia

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Créditos: Lencho Pez
Tiempo de lectura: 2 minutos

 

Vendedores de pan y miel salen a las calles para ofrecer sus productos y continuar con la tradición gastronómica del Jueves Santo.

Por Lencho Pez

Cada Miércoles Santo la asociación de productores y vendedores de pan ocupan las instalaciones de la cancha de básquetbol y partes de las calles principales del municipio de Santa Eulalia, Huehuetenango, para vender sus productos, como parte de la convivencia cultural del pueblo Q’anjob’al.

Sin embargo, los vendedores de miel de abeja acompañan a los panaderos para ofrecer sus productos provenientes de diferentes partes del país. La miel de abeja es uno de los productos icónicos que representan la vida de los comunitarios de los pueblos del norte del departamento de Huehuetenango.

Foto de Lencho Pez

Anteriormente, el pueblo maya Akateko proveía el pan artesanal que se consume en toda el área norte del departamento. Este producto es elaborado con harina de trigo nativo. Sin embargo, en la actualidad cada año se está escaseando este tipo de productos, por el constante avance de la industrialización del pan.

El pan untado con miel de abeja, se consume el Jueves Santo por la mañana y varias familias acostumbran a repartirlo a sus vecinos, familiares y amigos para convivir y manifestar el sentido espiritual de la Semana Santa, que en el idioma Q’anjob’al se denomina Yay kurus.

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Según relatos de algunos ancianos, las actividades representan la última cena de Jesús con sus apóstoles, cuando instituyó la Santa eucaristía, llamando pan a su cuerpo y vino a su sangre.

Aunque en la actualidad ya no todos lo hacen con un sentido espiritual, sino por tradición o como parte de una cultura adoptada a partir de los acontecimientos de la vida de Jesús. La Iglesia católica y algunas de otras religiones aún lo practican.

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