Créditos: Prensa Comunitaria
Tiempo de lectura: 7 minutos

 

Con 60 años de vida, Lorenzo Mateo Francisco, reconocido en Jolom Konob’ -Santa Eulalia- en sus múltiples facetas, tiene la suficiente fuerza para continuar informando sobre las situaciones de las comunidades, a pesar de los desafíos de seguridad en el municipio, situado en el norte de Huehuetenango.

Por Simón Antonio Ramón

A la par una fotografía de Federico Mateu (Lico), su hijo fallecido en 2016, en compañía de su esposa Emilia Juan Antonio, rodeado de toda su familia y vecinos, el periodista comunitario Lorenzo Mateo Francisco, conocido como Lencho Pez, celebró sus 60 años de vida el pasado 16 de octubre, según una transmisión de la Radio Comunitaria Snuq’ Jolom Konob’ en Santa Eulalia, Huehuetenango.

Nació en el cantón San Miguelito en 1963 cerca del lugar conocido Ti’ Opan, que se traduce como la orilla de la cueva en el idioma Q’anjob’al.

Lorenzo es el hijo mayor de Matin Palas (Mateo Francisco) y Ewul Lolel (Eulalia Lorenzo) quienes también tuvieron a María y Ana.

Lencho, es conocido como artista porque sabe ejecutar marimba, guitarra, bajo y canta. Es conductor de eventos, locutor y periodista comunitario maya Q’anjob’al. En 2023 ejerció su servicio comunitario de mayul, que se traduce como responsable de seguridad en San Miguelito y actual corresponsal de Prensa Comunitaria en Santa Eulalia.

Un sueño de la infancia

Durante su niñez viajaba constantemente a Huehuetenango, a casi 70 kilómetros de su casa por los negocios de su padre. Recuerda que ese trajín no dejaba que la familia se reuniera porque intercalaban 15 días con él acompañando a su papá y otros 15 días a sus hermanas.

En esos viajes escuchaba las emisoras Radio Mundial, Radio Cirus Musical, en la ciudad de Guatemala; Radio Nahualá, en el municipio de Nahualá, Sololá y Radio La Voz de los Cuchumatanes en Huehuetenango.

Y en sus tiempos de libres o cuando cuidaba la milpa en Santa Eulalia le gustaba imitar a los conductores y simulaba una emisora, a pesar que nunca había visto los equipos de una radio. “Esas radios eran divertidas, yo trataba de imitar a los locutores, a los comunicadores, de plano me gustaba la comunicación”, recuerda y los conoció al visitar la Radio La Voz de los Cuchumatanes.

Foto de Simón Antonio Ramón

El artista, el coro y la Marimba Club Amistad

Además, aprendió a tocar marimba, guitarra y su gusto por el canto por lo que formó del coro La Amistad, donde participaban jóvenes de diversas comunidades de la Parroquia de Santa Eulalia, que cantaban en eventos religiosos. El 28 de octubre de 1985 un incendió devoró la Iglesia Católica y todas las oficinas de la Parroquia. Este hecho marcaría el futuro de los jóvenes del coro La Amistad, porque sus instrumentos que se encontraban en la iglesia se perdieron por el incendio.

Para recuperar los instrumentos, los jóvenes de La Amistad prestaron una marimba a don Juan Antonio Díaz, uno de los fabricantes de marimbas en el pueblo, papá de Beto, uno de los integrantes del coro. Con esa marimba se fueron al cementerio general los días 1 y 2 de noviembre para amenizar sones en las tumbas de los difuntos, con el dinero que recogieron compraron varios de los instrumentos que se habían perdido. La comunidad católica apoyó con gusto al coro La Amistad.

Después de un año de aquel fatal hecho devolvieron la marimba. Ya se habían recuperado la mayoría de sus instrumentos: otra marimba, un violoncello, porque el bajo eléctrico no era común, entre otros, con los que participaban en eventos religiosos y amenizaban con sones en actividades sociales y fiestas. Esto llamó la atención de los integrantes del consejo parroquial y tuvieron que decidir si serían un coro o marimba. “Todavía quisimos ser coro, pero después nos contrataban mucho. Empezó haber mucha demanda en la marimba por lo que decidimos convertirnos en marimba y fue así como se organizó lo que actualmente es la Marimba Club Amistad”, narra.

Vivencias de juventud

Lorenzo narra otras vivencias de juventud como el decidir dejar el Club Amistad porque la fiesta con alcohol le empezó a afectar.

La llamada de mamá que lo salvó del secuestro de la contrainsurgencia. La desaparición de 14 jóvenes de los cantones San Miguelito y Sataqna por el Ejército de Guatemala durante los años de la represión en el país. Aunque no recuerda fechas exactas, tiene presente que pudo ocurrir entre 1982 y 1983. Recuerda que llegaron unos señores camuflados con botas de hule, con maletas de matate y costales tipo de mochila, imitando a los guerrilleros insurgentes que se enfrentaba con las fuerzas armadas del Estado.

Lorenzo tenía entre 13 y 14 años, recuerda que a los jóvenes les ofrecieron Q50 para ir a tumbar dos puentes. “Hablar de Q50 de ese entonces, es hablar ahora de unos Q 5 mil”, dijo.

“Yo quería irme, pero como no tenía la edad de ellos no fui, mi mamá me llegó a jalar, me dijo: ¿a dónde te vas a ir?, -no te vayas, venite a la casa me dijo mi mamá y me quedé”, recordó.

Los 14 jóvenes regresaron, pero nadie sabe si botaron el puente y si les cumplieron con los Q50 de pago.

Al día siguiente se fueron otra vez y desde ese día no se supo más de ellos, hasta la fecha.

Los vecinos de la época aseguraron que los jóvenes fueron engañados por el Ejército y no la insurgencia. Señalaban a dos empresarios locales Saturnino y Nikol Juan (Nicolás Juan).

“Ambos tenían camiones, no recuerdo si el camión que le llevaron era de Nikol Juan o de Saturnino. Fueron a traer el camión y metieron a la gente. El camión apareció como 15 días después y según, a mi no me consta, apareció un logo de una zona militar, de plano ellos dejaron el logo, entonces fue allí donde se descubrió que no eran guerrilleros, eran del ejército, el camión estaba escondido entre unos matorrales”, expresó.

Los migrantes

Ha viajado tres veces hacia Estados Unidos, involucrado en coros y organizaciones de migrantes en los lugares donde ha trabajado.

La región norte de Huehuetenango está marcada por la migración y desplazamiento hacia el país norteamericano, la mayoría se concentra en Los Ángeles, California, desde los años de 1980. En su segundo viaje se involucró en las comunidades migrantes en Estados Unidos, comenzó a conducir eventos en los idiomas Q´anjob’al y español.

Antes de su segundo viaje ya participaba en la Radio Comunitaria Snuq’ Jolom Konob’ como en el año 2002, a partir de una invitación al programa de Daniel Pedro Mateo conocido como Daniel Maya (secuestrado y asesinado en 2013). “Lo que sí hacíamos con Daniel es que entablábamos pláticas, cómo es la vida de nuestros nuestros pueblos y así charlábamos, el que dirigía el programa era él”, dijo.

En el 2006 cuando regresa de su segundo viaje de Estados Unidos, afirma que recibió la invitación nuevamente de Daniel Pedro, no para participar en su programa sino para que tener un programa propio. “Cuando me fui, no habían personas con adicciones. La gente tomaba y se iba a su casa. En cuatro años, a mi regreso, vi personas tiradas en la calle. Eso me causo pena y consideré que el programa abordaría las adicciones”, cuenta.

“Me voy a ver obligado a hacer un programa de concientización fue así como creé el programa Vive y aprovecha tu vida. Solo era los días sábados de 6 de la tarde a 8 de la noche”, y contó que para tener contenido en el programa comenzó a documentarse con libros porque no aparecían aun las redes sociales y música clásica. “El programa tardó mucho tiempo hasta que cerraron la radio en el año 2015”, dijo.

El 20 de enero de 2015 en horas de la madrugada, partidarios del entonces alcalde municipal Diego Marcos Pedro (conocido como Tiburcio) y trabajadores de la municipalidad, no dejaron a Lorenzo ese día que la radio iniciara su transmisión porque horas antes había ocurrido un ataque armado en el Centro de Administración de Justicia (CAJ) donde estaba involucrado Diego Marcos. A pesar de los varios intentos de diálogo donde fue llamado el exalcalde, no permitió la apertura de la radio porque era en el edificio municipal. La emisora retomó su transmisión hasta el 2 de diciembre de 2016 en la administración del exalcalde Diego Pedro Domingo.

Tras la apertura de la radio, Lorenzo se involucró más en la gestión del contenido de la programación hasta la fecha. Señaló que, durante la censura, se inició la labor de la Radio Santa Eulalia lo que afectó la audiencia, aunque con la línea editorial con información de coyuntura local.

Persecución por parte del MP

El cierre de la radio se dio cuando a dirigentes comunitarios de Santa Eulalia y del Gobierno Ancestral Plurinacional de las naciones Q’anjob’al, Chuj, Popti’ y Akateko fueron perseguidos por el Ministerio Público (MP) con casos montados a favor de los megaproyectos como hidroeléctricas que buscan explotar los recursos naturales en la región. “Ya cuando empezaron a afectar las empresas mineras e hidroeléctricas en nuestras áreas, entonces la comunidad empezó a organizarse en resistencia. La radio colaboró mucho en eso, a mi punto de vista era necesario colaborar con la comunidad, me involucré mucho hasta que fui víctima de criminalización por parte del exalcalde y sus seguidores”, dijo.

La comunicación y la organización comunitaria

El 31 de diciembre finalizará el periodo de su servicio comunitario como mayul como se dice en Q’anjob’al a un alguacil. Al preguntarle su experiencia sobre este servicio, no desvincula la labor de la comunicación con la organización comunitaria. “La autoridad comunitaria vela por los intereses de la comunidad, la radio igual”, aseguró. “Hubo dos asambleas, en una se eligieron al COCODE (Consejo Comunitario de Desarrollo) y en otra a las autoridades comunitarias, al alcalde auxiliar y al alguacil. Me eligieron unánimemente, ya pasó un año, tranquilo, no sentí como se me fue el año”, calificó su año de gestión.

A lo largo de la conversación, dice que nadie es profeta en su tierra, cuando se refiere a los desafíos de las y los periodistas comunitarios, en asuntos de seguridad. Señala a las autoridades municipales y empresarios de amenazas, criminalización, la censura y la autocensura, para no enfrentar estas situaciones, lamenta que las y los periodistas deben tener prudencia en su cobertura periodística, porque el año pasado recibió amenazas en redes sociales hasta mensajes directos a su celular.

A pesar de este tipo de situaciones, Lorenzo Mateo Francisco a sus 60 cree que su espíritu sigue firme para continuar comunicando las situaciones comunitarias. “60 años no se siente, siento con tengo 30 o 40 años con ganas de seguir trabajando. La diferencia es en lo físico que uno se cansa más rápido que antes, pero la mente sigue siendo la misma, con ganas de luchando”, dice con una sonrisa en el rostro.

Foto de Simón Antonio Ramón

A casi dos meses de haber cumplido 60 años, el 1 de enero de 2024 se presentará en el salón municipal a entregar la insignia de su servicio comunitario, al que cree que sirvió a la comunidad con mucha entrega, al que al principio tenía temor de minimizar su atención a las gestiones de la radio, pero ahora no tiene el mismo temor que al inicio. Mientras sus hijos e hijas, nietas y nietos le alegran la vida todos los días, se compromete de seguir comunicando desde la Radio Comunitaria Snuq’ Jolom Konob’ y en Prensa Comunitaria.

COMPARTE