Créditos: CPO Wuxhtaj
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Un grupo de mujeres del Consejo del Pueblo Maya llegó frente al edificio central del Ministerio Público para expresar su apoyo a las autoridades ancestrales de Sololá y para hablar de su propuesta de Estado plurinacional.

Por Paolina Albani

Un sistema político con representatividad de los pueblos y desde los territorios, una economía solidaria no mercantilista, acceso a una educación multilingüe para acabar con el racismo y reconocer a las autoridades originarias como agentes de justicia, son algunas de las propuestas que el Consejo Político de Mujeres del Consejo del Pueblo Maya (CPO) ha hecho para refundar al Estado.

En el día 39 del paro nacional, frente a la sede del Ministerio Público, el grupo de mujeres del CPO presentó el “Libro verde”, una publicación en la que han reunido las propuestas de los pueblos para acabar con el sistema corrupto y de impunidad que ha llevado al país a una crisis política como no se había visto en varios años, por el grueso de las acciones que han instrumentalizado a las instituciones públicas a favor de la cooptación estatal.

Juanita Toledo, del CPO de Huehuetenango, dijo a Prensa Comunitaria que el proceso para construir esta iniciativa comenzó hace 10 años, cuando se plantearon redactar una propuesta política que naciera “desde abajo”, desde la visión de los pueblos campesinos y ladino-mestizos.

El planteamiento que entregaron a las autoridades de Sololá, resalta varias claves para el desarrollo de los pueblos, que los gobiernos de turno han decidido ignorar.

Por ejemplo: en la participación política, se necesita mayor representación desde las comunidades. “No es desde arriba y que lleguen a las comunidades. Deben ser representantes desde los territorios”, señaló Toledo.

Cualquier sistema político incipiente necesitará de uno económico que le permita sobrevivir y aplicar sus propias reglas. Por eso, han sugerido crear una economía solidaria y no mercantilista, que vele por una mejor distribución de la riqueza y permita el desarrollo de los pueblos sin explotarlos.

“Actualmente, la economía la maneja un grupito, por eso, hay tanta migración. No se trata de mercantilizar, sino de promover el desarrollo social de los pueblos”, señaló la representante del CPO de Huehuetenango.

Una de las mujeres del Consejo que tomó el micrófono no tuvo miedo de nombrar a la clase política como responsable de la crisis que atraviesa el país:

“Estamos convencidos que estamos ante una crisis política y más que nunca estamos convencidos de que este Estado que nos está gobernando, está diseñado para saquear a nuestros pueblos. Queremos que el país sea libre de tanta injusticia, pues ya no respetan los derechos colectivos”.

Estas son características propias del capitalismo caníbal, como lo ha llamado la filósofa política, Nancy Fraser, en el libro que lleva el mismo nombre.

Fraser sugiere que el capitalismo debe ser comprendido más que como un sistema económico, como uno social. Dónde la política es inseparable de la expropiación racializada tanto en las periferias (en ocasiones, en territorios originarios) como en el centro de las ciudades.

Por otro lado, las mujeres del CPO han vinculado la propuesta cultural con la educativa, y han propuesto el acceso a educación multilingüe para desvanecer el racismo y discriminación contra los indígenas, que hasta ahora ha provocado su exclusión de cualquier posibilidad formación por el ostracismo perpetuado por el Estado.

“Queremos una educación y cultura donde haya respeto a la diversidad que existe en Guatemala”.

La justicia plurinacional también forma parte de la iniciativa. “Las autoridades ancestrales deben estar equiparadas con el sistema de justicia actual”, señalaron.

La idea, dijo, es que no solo trabajen juntas las dos justicias, sino que se reconozca a las autoridades como personas capaces de impartirla.

Foto: Paolina Albani

Una propuesta indígena para cambiar al sistema racista y excluyente

Conchita Bacín, del CPO de Sololá, dijo que el proyecto surgió como un despertar de las mujeres, que quieren un Estado plurinacional donde quepan los cuatro pueblos: Maya, Xinka, Garífuna y Mestizo.

“Las mujeres, ya llegó el tiempo que nos pronunciemos, porque sí podemos hacer cambios en nuestra Guatemala. Lastimosamente, nos han negado nuestros derechos, pero ahora ya los conocemos y vamos a seguir en la lucha”, indicó Bacín momentos antes de entregar a las autoridades de Sololá una copia del Libro verde.

Además, el CPO, el Consejo de Desarrollo Campesino (CODECA), la Convergencia Nacional Maya Waqib’ Kej y un grupo de mujeres con poder constituyente, están juntando sus ideas para hacer una sola propuesta, que luego planean poner a debatir entre comunidades y organizaciones civiles.

Es a través de foros comunitarios, formaciones políticas con juventudes y mujeres que el CPO ha comenzado a abordar la creación de una nueva Constitución Política que tenga una mayor participación de los pueblos.

“La fuerza de los pueblos está en la autoridades comunitarias o ancestrales. También podemos colaborar con ideas y propuestas”, afirmó Toledo, quien no descartó acercamientos con el gobierno electo, sobre todo porque ya ha dado pasos para reunirse con los pueblos.

Sin embargo, han reconocido que “el sistema político es radical y costará que entienda estas propuestas”.

“Hacemos un llamado a la unidad a los pueblos mestizos y originarios, pues no somos racistas o discriminativos, porque Guatemala es un país diverso, pero falta ponerse de acuerdo para aprender a convivir con respeto, en medio de esa diversidad”, añadió Toledo.

Mujeres del CPO en el paro nacional

El consejo de mujeres del CPO, estuvo participando activamente en las tomas de caminos antes del 21 de octubre, cuando los 48 Cantones accedió a tres días de tregua a favor del gobierno.

Por ejemplo, han estado en Cuatro Caminos ofreciendo terapia a las mujeres que quisiera expulsar malas energías, como parte de un ejercicio de sanación.

 

Casi un mes antes de que iniciara el paro nacional, las mujeres del CPO se activaron para rechazar la iniciativa de la Ley Monsanto.

 

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