Vecinos de Mataquescuintla, Jalapa, conmemoraron el undécimo aniversario de la primera consulta vinculante ante el sistema de justicia nacional e internacional, en una jornada que tomó las calles con una caravana de vehículos, un momento de relato histórico y una misa para recordar a los defensores asesinados por la defensa del territorio.
Por Glenda Álvarez
Hace 11 años, el pueblo Xinka y mestizo de Mataquescuintla, Jalapa, se congregó para decidir sobre su propio destino. El 12 de noviembre de 2012, 10 mil 022 personas votaron “No” a la minería en sus comunidades. Una decisión que ha pasado a la historia debido a que la Corte de Constitucionalidad (CC) la reconoció como la primera consulta vinculante, a nivel nacional e internacional, contra la imposición de proyectos extractivos en el territorio.
Años después, el “No” de Mataquescuintla evolucionó a una resistencia comunitaria para frenar proyectos extractivos como la mina de plata El Escobal, ubicada entre Jalapa, Jutiapa y Santa Rosa, que quedó suspendida en 2017, al menos en Jalapa. Entre 2013 y 2018, el proyecto minero ha criminalizado a defensores y al menos, cinco de ellos, han sido asesinados por oponerse a las multinacionales.
En conmemoración de la defensa del territorio con la firme decisión de más del 98% de la población y al undécimo aniversario de la Consulta Municipal a Petición de Vecinos, el pasado sábado 11 de noviembre, la sociedad civil realizó una caravana de vehículos.
La caravana partió desde la aldea Morales, recorriendo las principales calles del municipio y culminando su recorrido en el Monasterio de Mataquescuintla. La comunidad portó banderas rojas y amarillas, los colores del municipio, expresando así su compromiso con la preservación del territorio y su continuo rechazo a los proyectos extractivos que amenazan la vida en la región.
Logros históricos de la consulta
Al finalizar la caravana se llevó a cabo una conferencia de prensa en la que miembros de la sociedad civil recordó la historia de la consulta municipal solicitada por la población.
Ese 12 de noviembre de 2012, 51 mesas en 35 centros de votación fueron los custodios de la voluntad popular. Ahí, registraron 10 mil 375 votos. De este total, 10 mil 022 expresaron su rechazo (“No”) a la minería, 161 mostraron apoyo (“Sí”), 169 fueron nulos y 23 en blanco.
Los resultados evidenciaron la decidida oposición de la comunidad a la exploración y explotación minera en la región. En esa consulta hubo una alta participación, más de la mitad de la gente se presentó a votar.
Meses antes, el gobierno autorizó cuatro licencias de exploración de metales preciosos en el municipio, causando inquietud entre los habitantes.
Esa fue la chispa de la consulta. Más de 3 mil vecinos, se congregaron en la municipalidad para recoger el material necesario para la votación. La consulta se oficializó después de la publicación del reglamento, el 22 de octubre, y la convocatoria el 5 de noviembre.
El 4 de diciembre de 2013, la CC ratificó la legitimidad de los datos obtenidos, otorgando a la consulta municipal el estatus de la primera consulta de carácter vinculante ante el sistema de justicia nacional e internacional.
En la conmemoración, se hizo hincapié en las consecuencias que los residentes de Mataquescuintla han enfrentado debido a la mina El Escobal, incluyendo casos de sismos que se comenzaron a sentir en 2016, por el trabajo extractivo.
Estos eventos llevaron a la instalación de un plantón de resistencia en la entrada al municipio en 2018, como respuesta a las amenazas que la región experimentaba.
Kelvin Jiménez, asesor legal del Parlamento Xinka, quien entonces presentó un informe para el proceso de consulta al pueblo Xinka, contó que en septiembre de 2018, la CC emitió una resolución en la que ordenó consultar a la población sobre el proyecto El Escobal. Un logro atribuido a la organización e incidencia política del pueblo.
Jiménez destacó que, gracias a la organización y resistencia de las comunidades de Mataquescuintla, se realizó un proceso previo a la consulta en el que participan diversos ministerios del Estado, entre ellos los ministerios de Energía y Minas, el de Ambiente y el de Salud Pública.
“Este tema es histórico, ya que no ha habido un proceso de consulta en el país en el que se haya respetado la sentencia”, comentó el asesor.
Francisco López Alvizures, integrante de la sociedad civil, subrayó la importancia de conmemorar los 11 años como un hito histórico para los habitantes del municipio. En una consulta municipal en la que más del 98% de la gente dijo “No a la minería, sí a la vida”.
El dirigente comunitario destacó la trascendencia de este pronunciamiento para el pueblo de Mataquescuintla y llamó a la conciencia colectiva en todo el departamento. “En Jalapa debemos tomar consciencia sobre la extracción de metales y unirnos porque solo el pueblo salva al pueblo”, expresó.
Criminalizados por defender los recursos
Los dirigentes comunitarios que se han opuesto a la minería en la región han enfrentado una serie de desafíos y riesgos al ser víctimas de violencia y amenazas directas. La falta de protección legal, el desplazamiento y la estigmatización de medios corporativos, financiados en parte por mineras, han contribuido a su vulnerabilidad.
La impunidad frente a estos actos violentos han creado un entorno hostil, donde los dirigentes son los principales objetivos de la persecución y criminalización por su defensa al medio ambiente y a los derechos de sus comunidades.
Marta Muñoz, lideresa comunitaria, detalló los estragos que la mina El Escobal, ubicada en el municipio vecino San Rafael las Flores, en Santa Rosa, ha causado en ese lugar.
Recordó que meses antes de la consulta, el 2 de mayo de 2013, se impuso un estado de sitio en dos municipios de Jalapa y en dos de Santa Rosa. Desde, entonces, empezaron a sufrir la criminalización del Estado y la persecución de la minera, por oponerse a la depredación de los recursos a manos de grandes compañías extractivas.
El 17 de mayo de ese año, Roberto González, presidente del Parlamento Xinka, y tres dirigentes comunitarios fueron secuestrados por su participación como observadores en una asamblea sobre minería. En una emboscada llevada a cabo por hombres armados, el defensor Exaltación Marcos falleció de manera brutal. Aunque los demás lograron escapar con signos de violencia.
Desde entonces, cuatro personas más han sido asesinadas: Merilyn Topacio Reynoso (2014), Telésforo Odilio Pivaral González (2015), Laura Leonor Vásquez Pineda (2017) y Ronal David Barillas (2018).
Celebran misa entre árboles y naturaleza
Al finalizar la conferencia de prensa, entre árboles y naturaleza, el párroco Juan José Argueta, junto a otro sacerdote y el obispo de la Diócesis de Jalapa, monseñor Benedicto Moscoso, celebraron una emotiva misa en la que participaron personas provenientes de todas las aldeas del Mataquescuintla.
Monseñor Moscoso presidió la ceremonia para conmemorar el día en que la comunidad rechazó la minería.
Durante la misa, subrayó que el deber cristiano implica defender la dignidad y respaldar a quienes luchan por la preservación del territorio y del medio ambiente. “La riqueza no debería contraponerse a la vida y a la creación de Dios”, afirmó en su mensaje.
Al concluir, quienes asistieron compartieron el almuerzo, fortaleciendo los lazos comunitarios en un momento de comunión y solidaridad.
Esta conmemoración no solo fue una manifestación en rechazo a la minería, sino un recordatorio de la unidad y la determinación de la comunidad de Mataquescuintla para salvaguardar su territorio y el derecho fundamental a decidir sobre su propio destino.
El undécimo aniversario de la consulta municipal resuena como un testimonio vivo de la valentía de un pueblo que optó por decir “Sí a la Vida, No a la Minería”.
