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Créditos: Movimiento Semilla
Tiempo de lectura: 6 minutos

 

Analistas ven varias razones detrás de la decisión Sandra Torres, candidata de la UNE, de no acudir a un debate presidencial con su contrincante Bernardo Arévalo, una de ellas su falta de capacidad de debate y su carácter volátil. Su ausencia habría dañado más la imagen de la candidata presidencial, señalan.

Por Regina Pérez

La candidata presidencial de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Sandra Torres, decidió rehuir al debate presidencial con su contrincante Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, organizado por la Asociación de Gerentes de Guatemala (AGG) y medios de comunicación. Días antes, Torres anunció que no asistiría al mismo pues esa misma noche, coincidentemente presentaría su plan de Gobierno.

Faltan pocos días para la segunda vuelta, fijada para el 20 de agosto y, participar en un debate, puede ser un escaparate para los binomios presidenciales. Sin embargo, Torres declinó su participación en el mismo.

Arévalo, presidenciable del Movimiento Semilla, sí llegó y tuvo la oportunidad de presentar su plan de Gobierno. Sentado al lado de una silla vacía, el candidato comenzó su participación señalando que Guatemala tenía dos opciones, la primera: “es una silla vacía con una candidata que está ausente hoy, que se ha dedicado a regar mentiras y desinformación al grado que ha bajado el nivel de la discusión política en nuestro país de manera penosa”; o  la segunda: “nosotros que constituimos una oferta en donde no vamos a entrar a ese tipo de discusiones, porque lo que creemos es que tenemos que discutir de manera seria y responsable cuál es la forma como vamos a entrar a resolver el futuro”, dijo.

Al finalizar la actividad, el presidenciable indicó que lo que debió ser un debate fue una entrevista y pudo haber sido una oportunidad para confrontar planes.

En tanto, Torres publicó un video en sus redes sociales en el que manifestó que no tenía miedo de acudir al debate, “Solo a Dios”. La candidata indicó que ella no iba a cumplir con la agenda de otros y que antes de asistir a una actividad así, primero presentaría su plan de gobierno.

El analista político Alfredo Calderón opina que Torres estaba en una encrucijada. Si acudía al debate, la iban a destrozar y, si no asistía, también iba a ser una mala decisión. “Ella escogió el mal menor”, señaló y por eso eligió una opción que le generaba menos daño, no acudir bajo el pretexto de que iba a presentar su plan de gobierno.

“Esa silla vacía a la par del candidato dañó más todavía su ya deteriorada imagen, viene en franca picada y Arévalo en subida”, analizó.

El politólogo Luis Mack indicó que Torres rehuyó al foro con Arévalo debido a que este tiene una mejor capacidad de debate y, en segundo lugar, porque existe una diferencia abismal en los planes de gobierno de ambos partidos. La candidata de la UNE no solo lo presentó tarde sino que algunas personas ya están planteando que está mal armado y plagiado en algunas partes, indicó.

En tercer lugar, Mack identificó que la presidenciable no solo no tiene capacidad de debate sino que es muy volátil y se enoja muy rápido.

Hugo Maúl, integrante del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), quien estuvo el pasado lunes en el debate como analista, señaló que Torres tuvo sus razones para no asistir y que desafortunadamente para la población, a quien le hubiera gustado contrastar posturas y opiniones, no fue posible.

Debido a que hay una gran proporción de la población que no está decidida por quién votar, no participar en este tipo de debates no ayuda a aclarar sus dudas, opinó. “Por funcionamiento de la democracia debería haber una cultura de debates abierta, siguiendo reglas”, agregó.

En esta campaña electoral la candidata de la UNE se ha caracterizado por su viraje hacia la derecha, según Calderón. Al contrario de otras elecciones, opinó que Torres se presenta no como oposición sino como aliada del gobierno y sectores afines. “Se ve más dubitativa, más insegura, el enojo es constante con los periodistas y personas que le hacen preguntas incómodas”, señaló.

En una rueda de prensa un día después, el presidenciable de Semilla se refirió a la ausencia de Torres en el debate. “Tendrá muy poco que decir y mucho que ocultar, nosotros hemos estado aquí y cuando nos han preguntado hemos confirmado nuestra voluntad, es ella quien tiene que responderlo por qué no quiere pararse frente al pueblo de Guatemala y dar la cara”, respondió a una pregunta de la prensa.

La candidata Sandra Torres prefirió presentar su plan de gobierno antes que acudir a un debate presidencial. Foto Emmanuel Andrés

Arévalo y Torres presentan su plan de gobierno

Bernardo Arévalo, presidenciable de Semilla, presentó ante los medios y la población que vio la transmisión de la entrevista, el plan de gobierno del partido, en el cual abordó el desarrollo económico social, el comercio sostenible, infraestructura y seguridad ciudadana y desarrollo humano, entre varios temas.

Uno de los puntos que Arévalo abordó fue el rescate de las instituciones. El candidato reconoció, que de llegar al poder, encontrarán un Estado debilitado, porque la corrupción no solo desaparece el dinero, sino que atrofia a las instituciones, indicó.

El presidenciable de Semilla señaló que contemplan implementar medidas en 100 días, para tener resultados concretos, porque entienden que necesitan obtener la confianza para poder pedir el crédito, para trabajar en transformaciones que requiere el país.

“Tenemos clarísimo que la lucha contra la corrupción, si lo va a hacer el Movimiento Semilla y sus ministros, no va a funcionar si no tiene el respaldo de Guatemala, pero entendemos que este 20 de agosto es el pueblo de Guatemala el que va a dar un mandato para la lucha contra la corrupción y con ese consenso social es que vamos a poder avanzar”, indicó.

La candidata Torres también presentó su plan de gobierno pero en otro lugar, donde llegó con retraso. Su plan consiste en seis ejes: paz y seguridad, en el cual indicó va a terminar las extorsiones y elevará el número de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC); despertar económico, protección social, transparencia y lucha contra la corrupción y deporte.

Una de las promesas de Torres es quitar el Impuesto de Valor Agregado (IVA) a diez productos de la canasta básica para aliviar la economía familiar así como desgravar aranceles a las importaciones de todos los productos. Según dijo, los primeros productos a los que bajará el precio serán el pan y el pollo.

“Si alguien se siente aludido…yo no tengo padrino ni soy títere de nadie”, dijo entre aplausos de los asistentes. “Mucho menos la UNE jamás va a volver a pollo frito, pregúntele al otro candidato quién lo financia y quién hace encuestas a su medida”, indicó.

La candidata también se comprometió a reducir los impuestos a los combustibles y al gas.

El economista Maúl comentó el plan presentado por Arévalo, del cual dijo habría que distinguir entre un mensaje a la población para buscar el voto, lo que se puede plasmar en un plan de gobierno y lo que se puede lograr en la práctica.

En este plan se hace mención del combate a la corrupción, pero no se identifican acciones concretas específicas, para que se pueda entender la forma específica en la que van a afrontar este problema, dijo.

Además, el investigador indicó que Arévalo enfrentará una oposición fuerte y beligerante de llegar al gobierno y un sector público difícil de reformar, por la lógica del funcionamiento como los pactos colectivos, la rigidez presupuestaria y la debilidad institucional.

En el caso de Torres, Mack hizo notar que algunas personas la señalaron de plagio en las redes. El analista de la organización Diálogos, Carlos Mendoza, publicó en su cuenta de Twitter que al revisar el tema de seguridad ciudadana en el plan encontró algunos párrafos mal citados de un trabajo suyo de hace un año.

Con un plan mal armado, sin querer debatir, no sé por qué lo sacó, no tiene ningún sentido, si ya pasó la primera vuelta, perfectamente pudo acudir al debate, dijo Mack.

Maúl hizo una distinción entre los planes de ambos candidatos. En el caso de la UNE, dijo que realiza un conjunto de ofrecimientos que pretenden endulzar el oído del votante para tener acceso a mayores bienes y servicios de carácter subsidiado o programas asistencialistas.

Lo que se contrasta de parte de Semilla es un interés más profundo en hacer una reforma del Estado y buscar mecanismos para lograr impactar las condiciones sociales, versus un programa de la UNE que lo que busca son instrumentos rápidos para cumplir promesas electorales y sin enfocarse en esa recuperación y fortalecimiento de las instituciones del sector público, indicó.

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