Créditos: Prensa Comunitaria
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Creció jugando en las calles de San Juan del Obispo y San Lucas Sacatepéquez, fue migrante en Estados Unidos y estudiante de derecho en la USAC, hoy es candidato a diputado por el MLP.

Por Juan Calles

Aunque creció como cualquier otro niño guatemalteco en las calles de la aldea San Juan del Obispo, en la Antigua Guatemala y en San Lucas Sacatepéquez, Tomás Enrique Creelman Pappa, lucía diferente, pensaba diferente.

Lo trajo al mundo la comadrona Graciela Miranda, con quien aún hoy tiene comunicación, era 1983. Recuerda su niñez como una época feliz. Jugaba con los demás niños en la calle y hacía travesuras como todos.

Sin embargo, recuerda que debido a que su padre, Matthew Creelman, era periodista, los temas nacionales siempre eran discutidos en su casa. La política, la economía y la violencia, eran temas a los que el pequeño Tomás siempre estuvo expuesto.

“Mi papá trabajó en Inforpress Centroamérica como periodista, yo siempre estuve bien informado, pero claramente puedo decir que cuando se firmó la paz, en 1996, y luego cuando se hizo la consulta popular para decidir sobre los cambios constitucionales de esos acuerdos, la población se vio manipulada y no se aprobaron. Allí empecé a sentir la necesidad de hacer algo”, dijo Tomás.

A los 18 años migró a los Estados Unidos, allí trabajó como mesero, cocinero, lavaplatos y entregando comida a domicilio. Durante esa experiencia se dio cuenta de que vivía con las mismas dificultades que en Guatemala, por lo que decidió regresar y hacer algo por su país.

Al volver a Guatemala, ingresó a la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), para estudiar derecho en 2010. Allí se involucró en política universitaria, aunque salió decepcionado, pues se dio cuenta que la corrupción, en muchas formas, iniciaba en esa facultad.

“La Facultad de Derecho, desde los primeros semestres, el área común y luego en el área profesional, es el vivero de la cooptación de tantas personas que llegan a ser abogados. Le chupan el alma a los estudiantes para que pierdan sus ideales y principios. Allí solo avanza quien se alinea con la corrupción”, señaló.

“Quiero me reconozcan como el diputado de los COCODES”

Creelman es secretario del Consejo Comunitario de Desarrollo (COCODE), de la Aldea Santa Ana, en Sacatepéquez, en donde ha buscado resolver los problemas de su comunidad, pero también ha conocido la indiferencia de los diputados de ese departamento.

“En nuestra lucha nunca encontramos respaldo en los diputados de Sacatepéquez, por eso yo quiero llegar al Congreso y ser el diputado de los COCODES, apoyarlos para resolver los problemas de la comunidad, que van desde la falta de agua potable, hasta la construcción de proyectos habitacionales sin los estudios de impacto ambiental, en la Antigua principalmente, pero en todo el departamento”, anotó.

Para lograr ese objetivo, después de ser electo como diputado, piensa instalar una oficina de atención permanente para los COCODES y vecinos de la Antigua Guatemala, para que puedan juntos buscar soluciones a los problemas comunitarios.

“Aunque sea de mi salario quiero pagarle a una secretaria y a un abogado para que en una jornada de medio tiempo atiendan a la población y a los COCODES. En esa oficina de atención permanente habrá abogados para ayudar a presentar los recursos, incluso a redactar un acta”, dijo.

Un mestizo como candidato del MLP

Creelman compite en la primera casilla para diputado de Sacatepéquez, del Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), un movimiento indígena-campesino que es calificado por la derecha guatemalteca como una expresión de extrema izquierda.

Para Tomás, “el MLP busca que los niños no mueran de hambre, que tengamos acceso a la tierra y oportunidades de empleo. Que existan condiciones de competencia para las pequeñas y medianas empresas, esas propuestas no deberían ser vistas como radicales, solo en un país que se maneja como una finca por unas pocas familias, eso se ve como radical”.

Tomás Creelman, además, se reconoce como mestizo, hijo de un ciudadano extranjero, pero que coincide con las ideas y planteamientos del MLP, su inclusión como candidato lo decidió la asamblea del partido, por lo que aceptó el reto de participar.

“En el MLP cabemos todos y todas, no hay discriminación, no hay exclusión. El MLP no ve a ningún guatemalteco o guatemalteca como enemigos, yo que soy mestizo, lo único que he encontrado en el movimiento es amor, aprecio y respeto”, dijo el candidato.

Él continua en el MLP, aunque se hayan quedado sin binomio presidencial, después de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) rechazara la inscripción de Thelma Cabrera y Jordán Rodas, como candidatos presidencial y vicepresidencial, respectivamente, debido a que supuestamente Rodas no cumplía con los requisitos exigidos por la ley.

El MLP apuesta por ganar más curules en el Congreso de la República y obtener poder local con alcaldías en los departamentos y municipios del país.

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