El trueque de las iglesias evangélicas para consolidar a Giammattei en el poder

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Créditos: elPeriodico
Tiempo de lectura: 10 minutos

 

El nuevo favor de Giammattei podría masificar la inscripción de iglesias evangélicas

Por Paolina Albani

A menos de un mes de las elecciones generales, el presidente Alejandro Giammattei ha decidido favorecer a los líderes de las iglesias evangélicas, simplificándoles el proceso para conseguir la personería jurídica que necesitan para ser inscritas como sociedades ante el Estado.

Esto ha reabierto la conversación de las alianzas y favores que los dos últimos gobiernos han otorgado para ganar la simpatía de las iglesias, o cuando menos, contener el reclamo de una parte de la población. En Guatemala, los evangélicos lideran el ranking de religiones con más adeptos con el 41.3%, detrás le siguen los católicos, con 41.2%, de acuerdo a los últimos datos recogidos por Statista en 2020.

El 30 de mayo pasado, el Ejecutivo publicó el Acuerdo Gubernativo 116-2023, que reforma el Acuerdo Gubernativo 263-2006 “Disposiciones para la obtención del reconocimiento de la personalidad jurídica de las iglesias evangélicas”. Este acuerdo anula el artículo que daba 10 días a la Procuraduría General de la Nación para emitir un pronunciamiento favorable a la solicitud de inscripción de iglesias.

Foto: Gobierno de Guatemala

Con la reforma, la aprobación de inscripción de las iglesias será únicamente aprobada por el Ministerio de Gobernación y deberá de concretarse en 20 días.

El pastor y presidente de la Alianza Evangélica, César Ayala, publicó este 6 de junio, en la página de la alianza, un comunicado en el que aclaró que pediría a las autoridades que exoneren a las iglesias evangélicas del cobro por la publicación de acuerdos de inscripción.

Crédito: Alianza Evangélica

Este no es el primer favor que Giammattei hace a las iglesias evangélicas, especialmente, las neopentecostales. Ya en febrero de 2022, exoneró del pago de multas de Q5 mil a más de 40 mil iglesias evangélicas que operaban sin estar registradas ante el Ministerio de Ambiente. El Estado dejó de percibir Q200 millones del listado taxativo de proyectos que requieren instrumentos ambientales predictivos o correctivos.

“En mayo doblaré mis rodillas para pedirle a Dios que me ilumine para elegir al nuevo fiscal general”, dijo el presidente al momento de la exoneración de las multas.  Tres meses después, el mandatario reeligió a Consuelo Porras para continuar como jefa del Ministerio Público.

Se estima que hay 22 mil iglesias evangélicas en el país y más de 5 millones de evangélicos, según datos de 2018 de la Alianza Evangélica que aparecen en la iniciativa “Día Nacional de la Iglesia Evangélica”.

Entre enero y febrero de este año, 35 iglesias evangélicas han sido inscritas con personalidad jurídica, de acuerdo al portal de Datos Abiertos del Estado.

Un año antes, en mayo de 2021, el gobierno de Giammattei elaboró con secretismo, una “Política Pública para la Protección de la Vida y la Institucionalidad de la Familia” que amenazaba con criminalizar y negar a la diversidad sexual, mujeres y niñas, y todo apuntaba a que era de la autoría de la Asociación La Familia Importa (AFI) y de las iglesias neopentecostales.

En marzo pasado, en medio del Primer Simposio Latinoamericano de Libertad Religiosa, Giammattei anunció que trabajaría en una iniciativa de ley para garantizar la libertad de culto y que esta podría ayudar a construir “la paz de las naciones”. Una frase que se escucha constantemente en los mensajes religiosos de dichas iglesias.

Ese mismo mes, Giammattei celebró el primer aniversario desde que nombró a Guatemala Capital Provida de Iberoamérica y también el “Congreso por la Vida y la Familia”, una actividad a la que asistieron líderes evangélicos que forman parte del grupo “Amigos del Presidente”. Entre ellos Cash Luna (Casa de Dios), Rony Madrid (Vida Real), Romeo Estuardo Guerra (Sion), también vicepresidenciable de Sandra Torres, entre otros.

Lo cierto es que aunque Giammattei ha asegurado que defiende la libertad de culto, solo ha favorecido a la iglesia evangélica.

“La teoría liberal alega la existencia de una división ideal entre la religión y la política, en la práctica ambas esferas están imbricadas, los políticos por su lado tratan de adoptar un vocabulario religioso para ganar adeptos para buscar su aprobación al menos su simpatía”, explica Claudia Dary en el libro Antropología del pensamiento crítico guatemalteco contemporáneo.

Se buscó la postura de la Conferencia Episcopal de Guatemala y a la Alianza Evangélica de Guatemala sobre la relación entre iglesias y gobierno, por medio de correo y llamadas, pero no se obtuvo una respuesta de parte de estas organizaciones.

Incentivos para ganar simpatías

Tanto Jimmy Morales como Giammattei se han mostrado como políticos conservadores desde el inicio de sus administraciones. Se les ha visto rodeados del Consejo Apostólico, la Alianza Evangélica y otras organizaciones con misiones similares, como la AFI, en la toma de decisiones y han permanecido ahí aun en la etapa más grave de la crisis: la regresión autoritaria que ha dado pasos agigantados para consolidar la alianza criminal entre los poderes.

Esa relación está basada en incentivos de corto plazo que han ayudado a la continuidad del sistema y a la supervivencia de la agenda a quienes Giammattei representa, explicó el politólogo Renzo Rosal.

A veces, esa relación se ha dado de forma simbólica con los desayunos de oración y los tedeums que se celebran posterior a la toma de mando en el Ejecutivo. O con actos como cuando Giammattei cambió el nombre del “Patio de la Paz” al “Patio de la Vida”, en el Palacio Nacional.

Otras veces han sido muestras de apoyo concreto como la de diciembre de 2017, cuando el expresidente Jimmy Morales apoyó la mudanza de la sede de la Embajada de Israel, de Tel Aviv a Jerusalén, pagar ganar el apoyo del gobierno de Donald Trump y de la Oficina de la Fe y la Oportunidad de la Casa Blanca (OFCB), que le ayudarían a concretar la expulsión de la Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIG).

Los hechos más recientes de ayuda de parte del gobierno ha sido la flexibilización de los requisitos para aprobar e inscribir a las iglesias como sociedades y permitir que  las juramentaciones a las Juntas Receptoras de Votos fueran en la sede de Casa de Dios, una de las tres principales iglesias neopentecostales en Guatemala, señalada de lavado de dinero, según una investigación de la cadena Univisión.

“Esto ayudará a que se masifiquen más, que la inscripción sea laxa, muestra su favoritismo con una sola iglesia. Es una alianza política revestida de alianza religiosa, donde se beneficia a ciertas iglesias que llevan a cabo actividades con estructuras de lavado de dinero”, advirtió Rosal.

El apoyo a las iglesias neopentecostales le asegura a quienes están en el poder, el control social. Es decir, mantener la neutralidad de quienes asisten y lideran las iglesias. O bien, que den apoyo al régimen en espacios de decisión, simplemente, al no cuestionar al poder.

“Jimmy Morales y, ahora Giammattei, le han sacado buen musculo a la relación con las iglesias evangélicas, les proporciona una base social, presencia territorial, recursos, política”, además de grupos dispuestos a escuchar sin cuestionar, dijo Rosal.

“Muchas iglesias han sido y han tenido antecedentes de servir como instrumento político para el fortalecimiento del régimen autoritario. Este hiperconservadurismo está marcadamente en contra de los derechos humanos, de los de la diversidad, del aborto, etc. Quien gane las elecciones podría consolidar este planteamiento político”, expresó Rosales.

Un punto en el que coincidió, Nery Rodenas, de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG), al decir que “algunas iglesias evangélicas han entrado en esta clase de mecanismos para generar beneficios y obviamente, el gobierno espera algún tipo de simpatía de parte de estas iglesias”.

Para Rodenas: “Es un riesgo involucrarse en este tipo de favores. No hay almuerzo gratis. No creo que sea una labor altruista. Sobre todo cuando existe injerencia con iglesias y fundaciones que generaran algún servicio a la población”.

“El gobierno les dice: les hacemos estos favores con las multas y los trámites…  y así existe simpatía para calificar positivamente pese al contexto de crisis”.

La crisis que el gobierno quiere acallar no es otra que la continuación de la cooptación del Estado de mano con la alianza criminal entre los poderes, por medio de un fraude en las elecciones generales.

Esta vez, la manipulación de los poderes ha probado ser más sofisticada, dando apariencia de legalidad  a varias decisiones electorales que han dejado afuera a tres de los candidatos que llevarían la ventaja del voto en la Presidencia (Thelma Cabrera del MLP, Roberto Arzú de Podemos y Carlos Pineda de Prosperidad Ciudadana), pero también ha probado ser más resistente ante los intentos de la ciudadanía y sociedad civil quienes han reclamado que el proceso debe ser transparente y ajeno de toda influencia que pueda cambiar los resultados de la votación.

El Tribunal Supremo Electoral y las Cortes, que han vedado la participación del MLP, Podemos y PC, son las mismas instituciones que han permitido la inscripción de otros candidatos con claras prohibiciones constitucionales: Zury Ríos, del partido conservador y de ultraderecha Valor, por ser hija de un dictador de facto; también ha inscrito a narcotraficantes confesos como el actual alcalde de Esquipulas, Palo Gordo, San Marcos, Exadillas Dionel Ramos Aguilar; líderes de culto como el vicepresidenciable de la UNE, Romeo Eduardo Guerra Lemus; y a personas con condenas por delitos como lavado de dinero como es el caso de Manuel Baldizón.

Repaso histórico de la iglesia neopentecostal y su inserción en la política

La historia de la colaboración estrecha entre los gobiernos y la creciente presencia de las iglesias evangélicas, se remonta a finales de los 70 e inicio de los 80. Para esa época, la influencia de la iglesia católica quedó debilitada por la persecución a los curas europeos y sus catequistas, generalmente indígenas, quienes evangelizaban a sus comunidades sobre la teología de la liberación.

Crédito Statista

Es ahí que las iglesias neopentecostales se acercan a esferas del poder económico y político, según el Informe de Oxfam Guatemala (no publicado): “Redes y actores de poder anti-derechos: iglesias neopentecostales en Guatemala”.

“Se considera que el desarrollo del neopentecostalismo tiene una etapa de confluencia con actores que promovieron la idea de ser instrumentos de dios, en nombre de ello, la violencia política contra el enemigo interno contribuyó a la perpetración de actos de genocidio”, refiere el informe de Oxfam elaborado en 2020.

Esta influencia que se ha mantenido gracias a un persistente discurso pro statu quo, y a la vez, antiderechos humanos. Y se ha traducido en la nula independencia en los órganos de justicia y en bloqueos en el Congreso para no pasar iniciativas para mejorar la vida de las mujeres, niñez, y personas de la comunidad diversa.

“Las iglesias, inscritas como asociaciones, asumen un rol principal en el manejo de recursos económicos, por las ventajas de exoneración de impuestos. Estos núcleos religiosos y familiares también construyen entramados mercantiles o empresas familiares”, se lee en el documento.

Desde 2017, ha habido una confluencia de intereses ligados a grupos religiosos y su agenda política e intereses del denominado “Pacto de Corruptos”, que no solo logró enterrar los antejuicios contra Jimmy Morales, sino que logró que se conocieran al menos tres iniciativas antidererechos: la Ley para la Protección de la Vida y la Familia (Iniciativa 5272), el Día de la Oración (Iniciativa 5499) y la reforma a la Ley de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo (Iniciativa 5257).

Sin embargo, tres hechos habrían ayudado a consolidar esta nueva alianza con el radicalismo religioso, según Oxfam. El primero, la llegada al país, en noviembre de 2017, del barco Women on Waves, que ofrecía abortos en aguas internacionales para mujeres guatemaltecas.

El segundo, la iniciativa que permitiría que las personas trans pudieran decidir legalmente su identidad en sus documentos de identidad. Y la tercera, una ley que despenalizaría el aborto en niñas menores de 15 años violadas sexualmente.

Desde entonces, quienes lideran los tres poderes han dado mayores muestras de apoyar el conservadurismo religioso. En 2019, 13 diputados crearon el “Frente parlamentario por la vida”, una iniciativa de la AFI que defendería la vida desde su concepción y haría oposición a cualquier iniciativa legal que pudiera referirse al aborto. La AFI ha sido considerada como el ‘brazo más moderno’ del lobby político en Guatemala, de acuerdo al informe de Oxfam.

En la actualidad, con la llegada de Giammattei al poder se ha consolidado la alianza criminal y todo apunta a que esta alianza trata de mantener el total respaldo de las iglesias evangélicas.

Crédito Statista

En este extremo Giammattei guarda un cercano parecido con el expresidente de EE.UU., Donald Trump. Según Ofelia Pérez Cruz,  en la tesis Fundamentalismos y prosperidad: Trump y su “Make America Great Again”, Trump proviene de una herencia conservadora que le ha llevado a favorecer a los sectores cristianos, blancos y tradicionalistas. Y esto mismo ha pasado con Giammattei.

La comparación entre Trump y Giammattei y, su relación con la derecha religiosa conservadora y promilitar es pertinente pues en ambos países las iglesias evangélicas han alcanzado una influencia importante en las jugadas políticas y en el poder de movilización (en este caso, inmovilización) de miles o millones de votantes.

“Los líderes, especialmente dinámicos y carismáticos, han gravitado en el ánimo electoral y ayudado reiteradamente no sólo a impulsar a los candidatos republicanos a la Casa Blanca, sino también a mantenerlos en sus puestos”, se lee la tesis de Pérez Cruz.

Esto ha pasado en las iglesias neopentecostales de Guatemala que promueven “la prosperidad” como un valor y una meta, refiere el informe de Oxfam.

“Comúnmente se menciona que los neopentecostales se centran en la llamada teología de la prosperidad, en parte por un énfasis en la recolección del diezmo, con el argumento de que la disciplina cristina de diezmar consistentemente se traducirá en un beneficio económico, familiar y en salud”, explica el libro Antropología del pensamiento crítico guatemalteco contemporáneo.

La antropóloga Dary, añade que “la teología de la prosperidad prefiera el individuo y no a la comunidad y sugieren que la pobreza es expresión de insumisión frente a Dios pues los cristianos obedientes como verdaderos hijos del rey sean prosperados y disfrutan de los bienes de la creación”.

“Las iglesias evangélicas no pentecostales persiguen la reconstrucción ismo que persigue una legitimidad teológica para su pretensión de conquista del Estado fundamentada en la supuesta superioridad moral evangélica y la subordinación del sistema jurídico estatal a las leyes bíblicas”, refiere el libro de Dary.

En la práctica, esto ha llevado a cimentar dos mensajes en sus sermones para, aparentemente, desvincularse de lo político y concentrarse en lo espiritual. El primero, el respeto a las autoridades puestas por dios y, el segundo, orar por las autoridades para que Dios les de sabiduría y guía en su gobierno.

Cuestionar las decisiones del gobierno parece fuera de toda alternativa, sobre todo si se entiende que hacerlo es tan malo como cuestionar las decisiones de Dios. Esto ha invitado a la gente a vivir en una fe ciega y sin límites.

La “no intervención” solo ha parecido romperse cuando los temas de salud reproductiva y sexual, el aborto y matrimonio igualitario afloran en la palestra política.

“Los derechos de las mujeres y de la comunidad diversa son refutados por estos grupos de poder utilizando lemas que resaltan en sus discursos ideología de género, pro vida, familia tradicional”, señala Oxfam.

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