Créditos: Amílcar Morales / Prensa Comunitaria
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“Al no darle valor a lo sagrado cualquiera lo puede contaminar, pero cuando nos damos cuenta que es de mucha importancia nos unimos para defenderlo”, dijo María Antonia Miguel.

Por Amílcar Morales y Benjamín Pérez

Como parte de las actividades previas al Día Mundial del Agua, que se celebra cada 22 de marzo, se llevó a cabo una ceremonia en la comunidad indígena de San Francisco, Quezaltepeque, donde el pueblo maya Ch’orti’ declaró al río como lugar sagrado.

Esta actividad se hizo con anticipación al día, debido a que cada vez hay más contaminación en las cuencas de los ríos y quebradas, como el caso del río Grande.

Desde hace más de 25 años, un beneficio de café denominado La Conquista, opera en el lugar lo que perjudica no solo a la población de Quezaltepeque sino a las comunidades de San Jacinto, Chiquimula y Zacapa.   Según los afectados, la empresa no cuenta con planta de tratamiento de las aguas que salen del lugar y estas caen directamente al río, para luego trasladarse al Jupilingo.

Marvin Arnoldo Nájera, autoridad indígena Ch’orti’, manifestó que se reunieron en el lugar como pueblos originarios de Quezaltepeque y que contaron con el acompañamiento de autoridades de Olopa, con el fin de respaldar y fortalecer la resistencia pacífica en defensa del río Grande o San Francisco, como es conocido después de la época colonial.

 

Foto: Benjamín Pérez

Un lugar sagrado para el pueblo Ch’orti’

Hoy valoramos la resistencia y declaramos al río Grande o río San Francisco como lugar sagrado para el pueblo maya Ch’orti’, porque nos preocupa mucho todo lo que se está viviendo en el territorio con los recursos naturales, dijo.

El entrevistado agregó que de la contaminación ya tienen conocimiento las autoridades del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), del Instituto Nacional de Bosques (INAB), la Gobernación departamental y el distrito de salud, por lo que esperan que esas entidades puedan dar seguimiento al tema.

Las comunidades afectadas son Los Encuentros y Río Grande, de Quezaltepeque; Carrizal, del municipio de San Jacinto, así como algunas comunidades de Vado Hondo, Chiquimula, hasta llegar al río Jupilingo.

Con la declaración del río como un lugar sagrado y patrimonio de Quezaltepeque, se pretende rescatar el agua y seguir defendiendo lo que hacen, desde sus derechos como pueblos originarios.

Nájera informó que la población de Río Grande ya cuenta con un proceso legal ante las autoridades correspondientes para detener la contaminación.

Un 50 por ciento de la población en las comunidades de este municipio no tiene acceso al agua potable, por lo que dependen de las aguas de las quebradas y ríos que pasan cerca de sus comunidades y algunas optan por comprar el vital líquido para el consumo del hogar, dijo el dirigente Ch’orti’.

Foto: Benjamín Pérez

Voces comunitarias

María Antonia Miguel, autoridad indígena de Río Grande, se refirió a la importancia de declarar sagrado el río, al señalar que muchas veces, al no darle valor a lo sagrado cualquiera lo puede contaminar, “pero cuando nos damos cuenta que es de mucha importancia, nos unimos para defenderlo”.

En ocasión del Día Internacional de la Mujer, Miguel destacó la participación de cada una de ellas en la lucha y defensa de sus territorios.

María recordó que ella se desempeñó como secretaria general de la comunidad indígena de San Francisco Quezaltepeque durante cinco años, una experiencia que le fue muy útil, porque comprendió que si no conoce lo que está sucediendo no se puede defender un territorio.

Por último envió un saludo a todas las mujeres del mundo, al conmemorar su día, porque todas tienen valor, la capacidad y el derecho de expresión y de defenderse, cuando es necesario, “porque a muchas nos ha sido negada esa posibilidad”.

Foto: Benjamín Pérez

 

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