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Créditos: Museo Nuevo Horizonte
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Museo de Nuevo Horizonte

Un día como hoy, hace veinticinco años, el último grupo de Desmovilizados de las Fuerzas Armadas Rebeldes, FAR, que habían optado por este camino arriba a lo que hoy son los terrenos de la Cooperativa Nuevo Horizonte.

Como en la guerra, un territorio se consideraba liberado cuando ningún hombre o mujer quedaba rezagado y todos aquellos, especialmente los más cansados o heridos eran abrazados y protegidos por el resto de combatientes y milicianos que habían llegado primero. Así un 28 de febrero de 1998 con un abrazo solidario comenzaba la construcción de esta comunidad. Y con ello la reconstrucción de la vida de aquellos que por años no habían tenido la oportunidad de reencontrarse con sus familias. Además, otros, los más jóvenes, ya con esta tierra podían comenzar a construir su propia vida y unidad familiar.

“No había servicios de agua, letrinas, ni electricidad… ni siquiera un lugar con sombra.” Las familias se asentaron al inicio alrededor de la vieja casa del anterior dueño de la finca que no se daba abasto para acoger a todos. En casas improvisadas de plástico o usando las carpas y hamacas guerrilleras asumiendo la larga jornada… que tomaría años… esta comunidad comenzó a ser construida.

Para comienzos del nuevo siglo en la parte alta del terreno se erguía el único árbol que hacía de sombra en todo aquel lugar. Bajo su sombra se convocaba a la comunidad para reunirse a dar soluciones a problemas y por eso hasta hoy este árbol testigo de estos 25 años de construcción es conocido como el “Árbol de las Primeas Reuniones”.

Horizonte es hoy muy diferente a su inicio. Engalanado por las veredas de árboles en toda la comunidad fruto de la reforestación realizada por hombres y mujeres que devolvieron la vida a esta tierra y que hoy se conecta con la porción de bosque primario “El Bosque de la Vida”. No es raro escuchar a los visitantes decir… “Pareciera que este es el lugar más fresco de todo el Petén”. Mientras que en silencio los veteranos de este lugar piensan “si supieran como era acá”.

Dos escuelas, un centro de salud, una casa materna, un salón comunitario, servicios de agua y luz, parcelas y proyectos productivos, viviendas para todas las familias… y un museo. Horizonte le roba el corazón a quien lo conoce.

Con un inmenso amor por la vida y la solidaridad queremos compartir desde nuestro querido Museo de Nuevo Horizonte, MUNH, la alegría que nos llena el corazón por ser producto de la lucha organizativa de sus fundadores y fundadoras. Así como la gran felicidad con que las nuevas generaciones y los recién llegados a sus familias recibimos esta tierra.

Todo un honor del cual tenemos que estar conscientes. También abrazamos el recuerdo de aquellos que nos han dejado y quienes hasta su último aliento contribuyeron por traer y continuar la vida en esta tierra.

¡Qué viva el 25 aniversario de Nuevo Horizonte!

¡Qué viva la dignidad de todos los territorios de los pueblos!

Las primeras construcciones en la comunidad Nuevo Horizonte en Santa Ana Petén, 1998-2000. Foto Museo Nuevo Horizonte.

Instituto de Educación Básica de la Cooperativa Nuevo Horizonte. 

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