Por Joel Pérez
Los trabajos de construcción de la carretera que interconectaría a los municipios de Ixcán y Chajul, del departamento de Quiché, fueron abandonados poco tiempo después de iniciados, en 2017. Hoy, como testigos mudos pueden verse los equipos de construcción que dejaron en el lugar. Tres máquinas fueron utilizadas por unos días; dos de ellas fueron dejadas en el centro de la comunidad y otra en el lugar donde extraían material para el proyecto.
De acuerdo con la información, dos excavadoras pertenecen a la Secretaría General de la Presidencia y una a la municipalidad.
Felipe Gallego, quien se desempeñó como alcalde comunitario de San Juan Ixcán, en 2017, comentó que entidades de gobierno los acusaban de haber retenido la maquinaria, pero desmintió los señalamientos. Junto a la población “fuimos testigos de cómo fueron ellos quienes dejaron el equipo, porque habían sufrido desperfectos mecánicos”, indicó.
Tanto pobladores como autoridades comunitarias exigen a la Secretaría General de la Presidencia, que retire el equipo lo más pronto posible.
La municipalidad de Ixcán también abandonó maquinaria
Durante la administración municipal de Raúl Gutiérrez Ardón un tractor de oruga fue abandonado, señalaron pobladores.
Obdulio Gamarro, actual alcalde comunitario de San Juan Ixcán, recordó que según las autoridades anteriores, la maquinaria había sido llevada al lugar para la construcción de un campo de futbol que nunca se realizó. Durante la visita del alcalde, la población retuvo por varios días varios vehículos de la municipalidad, para exigir la construcción del área deportiva.
La medida permitió que el jefe edil enviara el tractor de oruga y que empezara a trabajar, sin embargo, al ser entregados los vehículos de la alcaldía el operador de la maquinaria suspendió sus labores, dejó recomendada la máquina y se retiró, supuestamente por vacaciones, pero no volvió y las autoridades tampoco enviaron a recoger el vehículo.
Felipe Gallego, vecino de la comunidad, comentó que para la edificación del campo de futbol se contempló un presupuesto que superaba el medio millón de quetzales, porque aparentemente contemplaba la instalación de un drenaje y otros trabajos. Hasta la fecha se desconoce qué pasó con el dinero, dijo.
Según información extraoficial, para reparar la maquinaria abandonada se requerirían entre 80 mil y 100 mil quetzales, pero se desconoce si las autoridades tienen un plan para que vuelvan a funcionar.
Algunos comunitarios señalan que el tractor de oruga estaba en buen estado cuando fue abandonado, pero al quedar expuesto a la intemperie y con el tiempo sufrió desperfectos.