El MINEDUC anuncia el retorno a clases presenciales a pesar del abandono de los centros educativos

COMPARTE

Créditos: Shirlie Rodríguez
Tiempo de lectura: 7 minutos

 

El inicio del ciclo escolar 2023, en el sector público, está programado para el 20 de febrero y se espera que los estudiantes regresen a clases presenciales, a pesar de las condiciones precarias en las que se encuentran los centros educativos.   

Por Shirlie Rodríguez

Al ingresar a algunos centros educativos de la cabecera departamental de Quetzaltenango parece que el tiempo se hubiera detenido en 2020. Las paredes están sucias, las ventanas rotas, los escritorios empolvados y otros amontonados en alguna bodega oscura. Además, los servicios básicos tampoco son suficientes.

Así quedaron las aulas de algunas escuelas tras la llegada de la pandemia de la COVID-19, en marzo de 2020. Desde entonces, las condiciones estructurales no han variado sustancialmente, es el mismo panorama que espera a la niñez y adolescencia que iniciará un nuevo ciclo escolar presencial en 2023.

El Ministerio de Educación (MINEDUC) apuesta a que las clases sean presenciales en su totalidad, porque con las medidas sanitarias implementadas por la pandemia, la modalidad educativa sufrió cambios drásticos. Las clases fueron virtuales, que para el sector público solo fue una idea romántica y poco realista, recordó Beatriz Maldonado, una catedrática con más de 10 años de experiencia.

En 2020, la maestra Maldonado estaba asignada a una escuela en el municipio de Olintepeque, Quetzaltenango. Sin embargo, por temor al contagio de la COVID-19, dijo, empezaron a tomar acciones, como la entrega de tareas cada semana o cada quince días, pero resultó insuficiente, ya que solo complicó la forma de llegar a los estudiantes.

“Muchos padres y madres de familia exigían mejores planes para la entrega de materiales y clases para sus hijos, pero estábamos de manos atadas porque los planes ya estaban establecidos. Dábamos hojas de trabajo, colocábamos tareas en los cuadernos de los niños y a la siguiente semana se repetía, creo que fue precaria la educación en ese entonces”, lamentó.

Por su parte, Aura López, vecina del Valle de Palajunoj, conformado por diez comunidades, señaló que desde el año pasado varios estudiantes se acercaban a la escuela. Lo notó porque en su negocio atiende a clientes que, en su mayoría, son menores de edad. El comercio de López está ubicado a menos de una cuadra de la escuela de esa localidad. 

El INVO funciona en la sede del Mineco y las condiciones son precarias para recibir a sus estudiantes. Foto: Shirlie Rodríguez

En el caso del área rural existe la demanda de regresar a clases presenciales y es inevitable porque son necesidades, dijo Tito Huinac, director de la Dirección Departamental de Educación, sobre el regreso a clases, que está programado para el próximo 20 de febrero.

Según datos de esta dependencia, solo en Quetzaltenango existen más de 2 mil centros educativos. De estos se realizaron reparaciones, remozamiento e inversión en 185 escuelas durante el 2022. Entre otros datos, solo 31 se realizaron con fondos propios, los demás con cooperación y donaciones de otras entidades.

También se entregó a las organizaciones de padres de familia un recurso de 65 mil quetzales para hacer reparaciones en escuelas de las localidades. Los cambios de vidrios, techos, pisos y los servicios básicos fueron los principales trabajos realizados con ese monto.

Huinac admitió que la infraestructura de los centros educativos ha sido abandonada por muchos años y por más inversión que se haga a través del Ministerio de Educación, se complica.

A decir del director, han iniciado nuevos convenios y asignado 108 proyectos para que la organización de madres y padres de familia realice trabajo en los centros educativos; también dijo que trabajan el tema de la infraestructura, aunque no para resolver la situación.

Elmer Rivera es un padre de familia que llevó a su hijo para cursar primero básico en el Instituto Normal para Varones de Occidente (INVO). La institución dejó de funcionar en su edificio original, ubicado en la 12 avenida y Calle Rodolfo Robles, de la zona 1, que data de 1872. Se encontraba en mal estado por la antigüedad y a consecuencia de los terremotos del 2012 y 2017, la infraestructura se mantenía frágil y ponía en riesgo a los estudiantes.

En 2019 las autoridades decidieron trasladar a sus estudiantes a la sede del Ministerio de Economía (MINECO), en la zona 3 de la ciudad altense, por el mal estado de las instalaciones originales.

Desde ese año, asociaciones de madres y padres de familia y de exalumnos, comenzaron a gestionar la restauración del edificio histórico. En enero de 2022 dio inicio el trabajo de restauración, mientras tanto los estudiantes permanecen en la sede de esa dependencia del Gobierno.

Rivera dijo que no quisiera que su hijo estudie en un lugar alejado y peligroso, porque actualmente se encuentra a un costado de la terminal de buses “Minerva”, pero no tiene alternativa. No puede pagar las elevadas colegiaturas de un centro educativo privado y además ha sido parte de su historial familiar que estudien en el INVO, él y su hermano cursaron la enseñanza media en ese centro educativo, pero espera que este año puedan regresar a un mejor lugar y con condiciones ideales para sus estudiantes.

Según el comité a cargo de la restauración del INVO, se espera a que en el segundo semestre de este año concluyan las remodelaciones y retomen las clases en el edificio original, en la zona 3 de Xela, pero mientras tanto, el regreso a clases en febrero será en el espacio que designó el MINECO.

Noé Rivera, hijo de Elmer, dijo estar entusiasmado por regresar a clases, aunque algunas veces le resulte incómodo por la cantidad de estudiantes en cada aula. Por lo mismo, ha tenido problemas para entender algunos cursos y en ocasiones las condiciones del lugar los perjudican, porque no cuentan con servicios básicos.

Las autoridades de educación señalaron que cada dos meses entregan un avance académico a padres y madres de familia, sobre el desempeño de sus hijos hombres y mujeres, y en este mismo espacio se pueden hacer solicitudes o quejas que tengan los estudiantes con respecto a su formación y también pueden abordar el tema de las condiciones de las instalaciones.

Esperan aumento en la población estudiantil para este 2023 

La Dirección Departamental de Educación de Quetzaltenango reporta que en 2022 se tuvo una cantidad de 225 mil estudiantes, desde el nivel parvulario hasta el diversificado.

Las cifras de deserción estudiantil del año pasado fue otro problema que evidencia que la mayor cantidad de estudiantes que dejaron su proceso educativo son los que estaban por cursar el nivel básico.

¿Por qué la deserción escolar?

El director Tito Huinac, dijo que varios madres y padres de familia decidieron retirar a sus hijas e hijos de las clases presenciales por distintos factores. Uno de estos es por la falta de recursos y otro porque prefieren las clases presenciales, por lo tanto, están esperando que para este año se incremente la cantidad de estudiantes que se presenten en las aulas.

La propuesta o alternativa que plantea la autoridad local de educación, ante el hacinamiento que se puede dar durante este año, es que se haga una distribución equitativa de los estudiantes en las jornadas.

“Ya tienen instrucción los maestros de orientar a los padres de familia, de decirles que es la misma calidad de la educación durante la mañana y en la tarde. Muchas veces creamos un paradigma que solo una jornada es efectiva, no es así, tenemos un mismo currículum o es la alternativa más inmediata para atender el tema del hacinamiento”, dijo.

Vanessa Robles Vargas, analista y educadora, señaló que será común que varios de los estudiantes que ahora regresen a clases hayan perdido dos años por las decisiones de su familia. No confiaron en las clases virtuales, tampoco tenían recursos para que todos sus hijos tuvieran una computadora, celular e internet para continuar con sus estudios.

“Varios de ellos actualmente están trabajando. A las niñas es común que las dejen en sus casas cuidando a sus hermanos pequeños o a cargo de los oficios domésticos. Quienes tengan la fortuna, regresarán este año a clases, pero la mayoría se quedarán en estas condiciones y se perderá la oportunidad que más menores estudien”, dijo Robles.

Entre otros aspectos, agregó que es evidente que en el nivel básico se refleje más la deserción escolar, porque es una edad en la que las familias deciden que deben trabajar y aportar a sus hogares. En otras ocasiones migran hacia México o Estados Unidos y además la falta de acompañamiento de sus madres y padres durante la adolescencia les hace tomar decisiones de no continuar estudiando.

En otros departamentos como Quiché, esperan reforzar durante este año de clases presenciales, las lecciones del 2022, porque a la semana solo recibían dos clases. En Sololá las autoridades locales gestionan los trabajos para que los centros educativos tengan servicios básicos.

William Chiroy,  catedrático en este departamento, destacó que la pandemia tuvo que ser un detonante para que las autoridades del MINEDUC prestaran atención a las condiciones de las instalaciones y dar prioridad a que todos los inmuebles tengan agua, drenajes y luz eléctrica.

Los centros educativos aún están sin presencia de catedráticos. En las próximas semanas se espera que empiece a llegar el equipo de docentes para redecorar y organizar las aulas. Más de 25 mil estudiantes llegarán a clases presenciales en Quetzaltenango y hasta ahora el Ministerio de Educación tampoco ha anunciado algún plan de mejoramiento de la infraestructura. Los espacios de las aulas siguen de la misma forma en que quedaron previo a la pandemia de la COVID-19.

El edificio original del INVO está siendo restaurado y se espera a que a mediados de año lo habiliten.
En la escuela pública de Xecaracoj se evidencia el mal estado de las instalaciones.
Las clases presenciales en áreas del sector rural en Xela iniciaron desde el 2022, aún así no hay mejoras en las instalaciones.
El mal estado de las calles también afecta a los estudiantes en Xepaché, Quetzaltenango.
En Pacajá, los padres y madres de familia temen por la seguridad de sus hijos al no tener regulación para el paso de vehículos pesados frente a la escuela.
Solo 185 centros educativos de 2 mil, fueron remozados durante el año pasado en Quetzaltenango.

COMPARTE