Más de 1 500 habitantes de las comunidades de Río Grande y Los Encuentros en Quezaltepeque, Chiquimula, están siendo afectados por la contaminación de un río y esperan una respuesta de parte de las autoridades para solucionar la problemática.
Por Amílcar Morales
La situación ambiental de la aldea Río Grande, en Quezaltepeque, Chiquimula, es tan grave, que el martes 17 de enero un grupo de comunitarios cerró la ruta CA-10, en el kilómetro 196.5 que de Chiquimula conduce al municipio de Esquipulas, en el cruce que conecta a Olopa, para denunciar que el beneficio de café “La Conquista” está contaminando el río que lleva el mismo nombre de la comunidad.
Algunos pobladores indicaron que la contaminación afecta a otros poblados, porque el río Grande desemboca en el Jupilingo, que pasa por el municipio de San Jacinto, hasta llegar a Chiquimula y Zacapa. A pesar de que han puesto denuncias antes las autoridades correspondientes, pero no han sido atendidas.
La contaminación del río ha provocado la muerte de peces y otras especies, además, algunas personas usan el agua para su consumo y bañarse. “Esto sucede por la irresponsabilidad de algunas personas sin conciencia humana que dejan ir toda el agua del lavado de café hacia el río”, indicó uno de los pobladores.
La población afectada solicita a las autoridades municipales, al Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación, y al Ministerio Público para que tomen medidas que permitan conservar el medio ambiente y los recursos naturales del área, ya que se trata de la contaminación de la vertiente de agua potable que abastece a los hogares de 300 familias de la comunidad de Río Grande.
La comunidad ha utilizado las redes sociales para denunciar lo que está sucediendo en Quezaltepeque, en dichas publicaciones se observan videos de cómo se encuentra el agua por la contaminación.
La respuesta institucional marcó un compás de espera
El mismo día de la protesta, el personal de Salud, del distrito de Quezaltepeque, se presentó a dialogar con los manifestantes, pero los vecinos solicitaban la presencia de las autoridades competentes.
Por la tarde, el gobernador, Ferlandy Cáceres, se presentó al lugar acompañado de Karla Carrera, delegada Departamental de Ministerio de Ambiente y se comprometieron a darle seguimiento a las demandas de los vecinos y solicitar al Ministerio Público (MP) la documentación que han hecho llegar los afectados, para que, en un lapso de diez días, se integre una mesa técnica para concretar acuerdos y poner fin a la problemática.
Por su parte, los vecinos afirmaron que de no obtener respuestas positivas seguirán tomando acciones hasta ser escuchadas, luego de varias horas de permanecer cerrado el paso, y después del diálogo con las autoridades los vecinos decidieron abrir el paso hacia distintos lugares del departamento.
