Tamales, ponche y recados se comparten entre familiares y amigos en estas fechas del año en la que baja la temperatura, pero sube la solidaridad y la alegría de compartir los alimentos. En la noche del 24 la temperatura baja los 10 grados, al mismo tiempo que cae la lluvia en Jolom Konob’ -Santa Eulalia-, territorio Q’anjob’al.
Por Lencho Pez
La Navidad es una práctica espiritual que se ha convertido en parte de la cultura de los pueblos mayas, ya que en Santa Eulalia, se celebra de diferentes maneras, uno de los símbolos que representa la Navidad en la región son los tamales que no hacen falta en todos los hogares.
Algunas personas lo preparan con masa de maíz, otros con harina de arroz, pero lo que más gusta de los tamales es la carne que lleva en su interior. El tamal ceremonial se hace con carne de chompipe o pavo, sin embargo, por el alto costo de la vida, el precio de esta ave se ha elevado, de igual manera está en peligro de extinción.
Las familias optan por la carne de pollo o cerdo. En la tarde del 24 de diciembre, algunas familias invitan a sus familiares, vecinos o amigos a la cena de Navidad, en donde comparten los ya mencionados tamales, pepián y ponche bien caliente para calentar el cuerpo ya que en Santa Eulalia en estas fechas la temperatura puede bajar hasta los 7 centígrados.
Actualmente la iglesia católica que tiene su representación en las diferentes aldeas o comunidades, acostumbran elaborar el árbol navideño adornado con hojas de pino, bricho, luces de colores, y otros elementos que representan la estrella de Belén.
En su mayoría, son grupos de jóvenes quienes se encargan de realizar este trabajo con la autorización del consejo comunitario de la iglesia, asimismo, realizan el pesebre que en su mayoría lo hacen con ornamentos naturales que consiguen en los bosques cercanos de las comunidades.
Este año, las calles de Santa Eulalia están abarrotadas de ventas con productos alusivos a estas fiestas. Toda la gente de las diferentes aldeas, caseríos o comunidades, desde tempranas horas de la mañana emprendieron su viaje para venir a comprar los insumos que utilizarán para la realización de sus tamales y la compra de fuegos pirotécnicos que utilizarán a la medianoche.
Aunque ha sido muy visible la disminución de los negocios por el alto costo de la canasta básica en Guatemala, ya que no toda la gente tiene el privilegio de un sueldo fijo, hay mucha gente que no gana el salario mínimo como el caso de los campesinos que trabajan por cuenta propia o trabajan para otros, esto no permite que puedan dar lo mejor a sus hijos en esta Navidad.
Al dar las 12 de la noche se escuchan sonar los cohetillos, bombas de luces en todas las casas, al ritmo de Los alegres y melancólicos sones regionales ejecutados por artistas originarios y música navideña.
Santa Eulalia, es uno de los ocho municipios del Norte del departamento de Huehuetenango, con una altura de 2,580 metros sobre el nivel del mar, su clima es frío, un 99% de sus habitantes hablan el idioma Q’anjob’al, además se habla el español y muchos de los que han emigrado a los Estados Unidos y han vuelto hablan inglés.
Además de las fiestas navideñas en Santa Eulalia cada 30 de diciembre las autoridades ancestrales del Consejo de Ancianos que velan por la vida espiritual del pueblo, se relevan o vuelven a ratificar sus cargos ya que se presentan ante la comunidad, En dónde hacen del conocimiento de los habitantes quienes regirán el destino espiritual del pueblo en el año nuevo.