Por Elías Oxom
Con ceremonias mayas, quema de ocote y copal pom, los pueblos maya Q’eqchi’ y Poqomchi’, de Chiretza’aj y Santa Cruz, Alta Verapaz, amanecieron el 31 de marzo, celebrando el año nuevo 5138, según el ciclo Ab’ del calendario Maya, el cargador de este nuevo período será el 11 kej (11 venados).
El calendario maya Ab’ es un conteo de tiempo que se basa en la rotación de la tierra alrededor del sol, también es conocido como calendario agrícola; está compuesto por 18 meses, de 20 días cada uno; más el wayeb’, de 5 días, que en total suman 365 días exactos.
En este conteo de tiempo, los meses se cuentan del 0 al 19 y los días están representados por 20 nawales, que se cuentan de 1 al 13. Cada año tiene un cargador que marca la energía que fluye cada año solar maya, que es el que gobierna el destino de la sociedad.
Los arqueólogos, Alejandro Garay e Igor Xoyon, en su libro Armonización de los calendarios mayas explican que “el cargador del año es el primer día del Ab´, lo que podríamos decir que es el año nuevo Maya”, así mismo agregan que “cada uno de los cuatro cargadores debe pasar 13 veces, tomando una energía diferente (4 x 13 = 52), por lo que en total, para que el mismo cargador del año (y con él, el nombre del año) vuelva a ocurrir, deben pasar 52 años”.
Este calendario lleva el control de los fenómenos astronómicos y estacionales del año, como los equinoccios y solsticios, además sirve parar programar la siembra del sagrado maíz en los diferentes territorios.
El calendario maya es uno de los más exactos y sofisticados, tal como el calendario gregoriano que tiene un periodo de 365 días, pero con la diferencia de que no presenta ningún error y desfase astronómico, matemático y geológico.
Roberto Caz, de la Comunidad Lingüística Q’eqchi’ de la Academia de Lenguas Mayas de Guatemala, comentó que con la llegada de los europeos, en la época colonial, se prohibió el calendario maya, “nos impusieron el uso del calendario de ellos” y se fue perdiendo la enseñanza del conteo del tiempo que hacían los abuelos. “Ahora nos cuesta comprender todos estos conocimientos complejos que tenían, poco a poco estamos aprendiendo y empezando a usarlo, pero no ha llegado a las escuelas”, indicó.
Para Garay y Xoyon, la pérdida del uso de este calendario está asociada con la imposición del calendario Gregoriano, durante la época colonial, que poco a poco fue desplazándolo hasta convertirlo en obsoleto.
A decir de Caz, “nuestros hermanos mayas del occidente celebran el año nuevo maya 40 días antes de la nuestra”. Esta diferencia, explica Caz, la encontró un hermano nuestro que investigó sobre el conteo del tiempo que hacían nuestros abuelos, en ella determinó que quienes se acercan a un conteo más exacto es el pueblo maya Q’eqchi’.
Según Caz, fue gracias a los aportes del investigador Antonio Pop Caal, quien dedicó la mayor parte de su vida al análisis del calendario maya, que “poco a poco estamos comprendiendo la estructura de nuestro calendario, que en algún momento de nuestra historia se dejó de utilizar”, expresó.
“Es importante valorar el calendario que nos heredaron nuestros abuelos, tiene mucho significado para nuestras vidas, nuestros padres nos comentan que tenemos nuestros “pohol, chahimal” (lunas, estrellas), cuando nacemos traemos desde nuestra fecundación la energía de los días, hay algunas personas que vienen destinados a ser comerciantes, hay algunos que vienen en el mundo para ser artistas, artesanos, líderes, contadores del tiempo, es por eso que es importante aprender a contar el tiempo para relacionar con nuestra vida y enseñar a los jóvenes y los niños, concluyó Caz.
Yaxkej Cuz, un diseñador maya Q’eqchi’, dijo que existe en la sociedad un desconocimiento sobre los cálculos relacionados con la luna, el sol, venus, la cuenta larga, la cuenta de los katunes, la rueda calendárica, el conteo de los señores de la noche, las fases lunares, el conteo de los cargadores. El conocimiento es amplio, dice Cuz, y por eso optan por el uso del calendario gregoriano, que es un conteo más fácil, afirmó.
Diferencias entre las tierras altas y las tierras bajas
Garay y Xoyon explican que los pueblos de Tierras Altas (K’iche´, Mam, kaqchikeles) festejan el año nuevo maya, 40 días antes que los de las Tierras Bajas (Q’eqchi’), esto debido a que en algún momento realizaron algún traslado o cambio en el orden de sus meses. Las razones que justificaron ese cambio no se conocen, sin embargo, es claro que fue un patrón con una amplia distribución en la zona, lo que hace pensar que era muy antiguo.
Concluyen que una posible explicación para esta diferencia puede ser que uno de los dos grupos en algún momento del tiempo haya tenido preferencia por un Cargador con energía (numeral) diferente, aunque en realidad fuera el mismo en ambas regiones.