Por Rolanda García / teleSur
En Guatemala, es común que en cientos de comunidades del país, la población en su mayoría indígena se organice para construir la infraestructura que el Estado no construye. En este caso se trata del Centro de Salud; una necesidad prioritaria y urgente de la población.
Estos centros incluso funcionan para vacunar a los niños y niñas, lo común y particular de estos, es la escasez de medicamentos y la inexistencia de personal médico para atender a los pacientes, inclusive la población ha perdido a sus seres queridos por no tener acceso a este servicio básico.
Al menos es lo que narran los habitantes de las comunidades Zapotal II y Saholom, en el departamento de Alta Verapaz, a 7 horas de distancia de la ciudad capital, las dos comunidades llevan décadas sin lograr el apoyo del Estado. “Aquí no tenemos pero ni una aspirina para quitar las dolencias”, manifestó una autoridad comunitaria de Saholom.
Estas son comunidades a las cuales los gobiernos municipales y el Gobierno Central han abandonado históricamente, lo poco que tienen lo han construido con su propio trabajo y con sus propios recursos.