Por Joel Pérez
Siete meses después del paso de las tormentas Eta y Iota, la población de la aldea Valle de Candelaria III y Vista Hermosa la Paz, en Ixcán, Quiché, continua utilizando una canasta sostenida por una polea que se desliza a través de un cable de metal, para cruzar el caudaloso río Xalbal.
Mientras, la comunidad de la aldea Valle de Candelaria II debe utilizar una brecha que comunica con la aldea Santiago Ixcán, como vía alterna.
El desborde del río Xalbal, por las fuertes lluvias ocasionadas por las lluvias de ETA y IOTA, a finales de 2020, destruyó dos puentes de hamaca que eran la única vía de acceso para las comunidades Valle de Candelaria II, Valle de Candelaria III y Vista Hermosa la Paz.
Este miércoles, el área de salud de Ixcán publicó en su página oficial de Facebook que el personal de campo también utiliza esta improvisada forma para trasladarse y brindar servicio de salud a la población de las aldeas, específicamente para vacunar a las personas contra la COVID-19.
Actualmente, la población construye un nuevo puente de hamaca a la altura de aldea San Carlos el Mirador, sin embargo, no ha sido concluido porque no cuentan con el apoyo suficiente, por ello deberán continuar utilizando dicho cable para atender sus necesidades familiares y comunitarias, aun cuando el caudal del río sea elevado.