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Banco Holandés canceló financiamiento a Ficohsa en Honduras por violaciones a DDHH

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Créditos: Orlando Sierra/AFP Miembros del Copinh
Tiempo de lectura: 3 minutos

Fuente Copinh

FD.nl –Streep door omstreden lening FMO aan Hondurese bank

El banco de desarrollo holandés FMO no concederá finalmente un préstamo al banco hondureño Ficohsa.

Según un portavoz del FMO, las negociaciones sobre el préstamo de 60 millones de dólares se han detenido.

Se trata de un giro notable en un expediente muy sensible para el banco de desarrollo de La Haya. FMO lleva muchos años haciendo negocios con Ficohsa y, al menos hasta hace poco, era también accionista. Nico Pijl, antiguo miembro del consejo de administración de FMO, es director de supervisión de Ficohsa desde 2014.


La decisión se produce tras un largo historial de críticas por parte de organizaciones medioambientales y de derechos humanos holandesas y hondureñas sobre los vínculos entre FMO y Ficohsa. Cuando el FMO presentó la intención de un nuevo préstamo hace un año, organizaciones se opusieron formalmente. Ahora la respuesta es positiva: “Es una buena noticia que el FMO no conceda el préstamo, y estamos deseando saber más sobre los motivos del banco”, dice Luis Scungio, consultor de investigación de la organización de investigación Somo.

Objeciones de las ONG

El FMO no quiso responder a la pregunta de si existe una relación entre las críticas y el cese de las negociaciones. El banco hondureño Ficohsa dijo en una reacción al FD que no fue posible llegar a un acuerdo con el FMO sobre las condiciones del préstamo, y lo atribuye al “cambio de las condiciones del mercado” desde el verano pasado. Hace un año la solicitud se realizó sin problemas, pero todo el proceso ha sufrido un “retraso perjudicial” por las acusaciones de las organizaciones, es la lectura de Ficohsa. El banco califica las acusaciones de falsas y difamatorias y está considerando emprender acciones legales.

Hace casi un año, una serie de organizaciones no gubernamentales (ONG) enviaron al FMO una carta en la que le instaban a no conceder el préstamo propuesto. Según las ONG, Ficohsa sólo serviría a los intereses de la élite rica y poderosa del país en desarrollo.


La acusación más fuerte, según las ONG, es que Ficohsa participó en la financiación de Desa, una empresa hondureña que quería construir una central hidroeléctrica, que también fue financiada por el FMO. Durante la oposición de la población local a la construcción de esa central, la destacada activista Berta Cáceres fue asesinada en 2016. Esto provocó una tormenta de críticas internacionales sobre la situación de los derechos humanos en el país centroamericano. Cuando quedó claro que los empleados de Desa estaban implicados en el asesinato, FMO se retiró del proyecto de Agua Zarca.

Participación en DESA

Las ONG afirman tener pruebas de la participación financiera de Ficohsa en Desa. Así parece indicarlo el tráfico de mensajes entre los directivos de Desa, procedentes de los teléfonos confiscados por la policía hondureña. Ese tráfico salió a la luz durante el juicio de los sospechosos del asesinato de la activista Cáceres.


Ficohsa niega rotundamente tener nada que ver con la financiación de Desa. En una reacción, el banco afirma que el propio FMO tampoco encontró pruebas de que Ficohsa estuviera involucrada en prácticas indebidas. Esta era también la idea de una carta que el FMO envió a las ONG en octubre del año pasado.

El FMO se desprestigia más a menudo

El FMO ha sido desacreditado a menudo por las empresas a las que presta dinero. Un informe de la organización de derechos humanos Human Rights Watch reveló que las condiciones de trabajo en una plantación de aceite de palma financiada por FMO en la República Democrática del Congo eran deficientes. El banco, propiedad del Estado en un 51%, financia proyectos de los que los bancos comerciales no se ocupan. Estos proyectos están destinados a mejorar la economía y las condiciones de vida en los países en desarrollo.

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*Foto: Orlando Sierra/AFP Miembros del Copinh, organización que defiende los derechos de los habitantes originarios de Honduras, llevan carteles con la imagen de la activista asesinada Berta Cáceres.

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