Por Carlos Ernesto Choc
La población maya Q’eqchi’ del caserío San Luis Chacpoela, del municipio El Estor, Izabal, lleva dos semanas trabajando para reconstruir la escuela que tiene 16 años de funcionamiento en la comunidad. Según el maestro de la escuela Edgar Asig las familias se organizaron para ahorrar durante un año y así iniciar con los trabajos que buscan mejorar las condiciones en las que la niñez de esa localidad recibe clases.
Las familias que habitan esa comunidad tienen más de 21 años de vivir en ella, y en el 2005 lograron construir la escuela con fondos de la propia comunidad, no obstante, con el paso del tiempo las dos aulas se han deteriorado, por lo que era necesario cambiar el techo de lámina, el forro de madera y también tendrán que reparar los escritorios.
Con anterioridad, 52 familias vivían en la comunidad, pero 35 familias migraron hace un año a otras tierras y crearon el caserío Arca de Noe Lote Seis, por la falta de apoyo del Gobierno central y municipal, ya que la comunidad donde vivían no cuenta con agua potable y se ven obligados a beber de un nacimiento de donde brota un río que se encuentra en el centro de la comunidad.
Actualmente 17 familias se dedican a la agricultura sembrando frijol, maíz y cardamomo, en San Luis Chacpoela.
Según el docente Asig, las autoridades comunitarias han gestionado apoyo al Estado y al gobierno municipal de El Estor, pero no han sido escuchados ni tomados en cuenta para recibir apoyo en educación.
En la escuela de la comunidad se imparten los niveles de preprimaria y primaria, con dos maestros que están a cargo de 41 niños y niñas.
“El Trabajo comunitario en equipo ha sido la única solución para atender esta necesidad educativa”, expresó Asig.
El docente también dijo que con el esfuerzo de los padres de familia, incluyendo a los dos maestros, han logrado iniciar con la reconstrucción de la escuela, pero falta reunir dinero para que le puedan poner piso de cemento a las dos aulas que estarán a la disposición de la niñez estudiante.