Por BBC News Mundo
Unas horas después de que se publicara este artículo, el Ministerio de Defensa de Israel anunció que paralizaba los planes del gobierno de Netanyahu de enviar vacunas al extranjero.
La llegada de las primeras vacunas contra el coronavirus a Honduras y Guatemala está prevista para este jueves desde un destino relativamente inesperado: Israel.
El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, confirmó por Twitter una donación israelí de 5.000 dosis al país centroamericano, que las utilizará para la inmunización del personal de salud.
Y lo mismo hizo el gobierno de Guatemala, que en los últimos días se ha mostrado especialmente crítico con el mecanismo de distribución global de vacunas contra la covid-19 de la OMS, Covax.
Las dos naciones centroamericanas esperan recibir la gran mayoría de sus vacunas a través de este mecanismo, el que sin embargo ha priorizado a otros países.
Y la inesperada donación de Israel -un país que ya ha conseguido inmunizar a aproximadamente ocho de cada 10 habitantes- les permitió a sus gobiernos finalmente dar una buena noticia, lo que parece ser uno de los objetivos del regalo.
“Israel se prepara para regalar decenas de miles de dosis de vacunas contra el coronavirus a al menos 15 países en recompensa por su apoyo diplomático“, reportó el miércoles el periódico The Times of Israel.
Poco después, la emisora pública Kan -que había dado la noticia un día antes- aumentó el número de países a 19, además de incluir a los territorios palestinos.
“La lista de países aún no se ha finalizado, pero incluirá varios países que se han comprometido a trasladar sus embajadas a Jerusalén y varios Estados africanos que recientemente renovaron sus relaciones diplomáticas con Israel”, agregó la emisora.
“Lazos históricos”
BBC Mundo se puso en contacto con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel para confirmar la versión, sin haber obtenido respuesta al momento de la publicación de este artículo.
El martes, sin embargo, la oficina del Primer Ministro publicó una declaración en la que afirmaba que antes las numerosas solicitudes de apoyo, y dado que el éxito de la campaña local de vacunación había permitido acumular “una cantidad limitada de dosis sin utilizar”, se había decidido asistir “a los equipos médicos de la Autoridad Palestina y varios de los países que habían contactado a Israel con una cantidad simbólica de vacunas“.
Los criterios para la selección de esos países no fueron explicitados.
Pero el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, no dudó en presentar la donación israelí como un ejemplo de “los lazos históricos de amistad que unen a nuestros pueblos”.
Guatemala fue, de hecho, el segundo país del mundo en reconocer oficialmente al Estado judío, en 1948, y, más recientemente, también el segundo en trasladar su embajada a Jerusalén, en mayo de 2018.
Y Honduras no tardó mucho en comprometerse a trasladar su sede diplomática a la ciudad, que también es reivindicada por los palestinos como la posible capital de un eventual Estado independiente.
Los dos países fueron además los únicos en toda América Latina que votaron en contra de una resolución de Naciones Unidas de diciembre de 2017 que condenaba el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel.
Y eso explicaría por qué son los únicos latinoamericanos mencionados por los medios israelíes entre los posibles beneficiarios de la donación de vacunas, una lista que también incluiría a la República Checa, Hungría, Chipre, Etiopía, Chad, Kenia, Uganda, Guinea y Mauritania, entre otros.
Según la emisora Kan, cada país recibiría de 1.000 a 5.000 dosis de vacunas.
“El número exacto de vacunas que se distribuirán internacionalmente y en Cisjordania no ha sido proporcionado. Las vacunas dadas a la Autoridad Palestina se utilizarán para vacunar al personal médico“, explicó por su parte el diario Haaretz.
Polémica
La decisión israelí, sin embargo, no ha estado exenta de polémica.
Tanto el ministro de Salud como el encargado de la vacunación contra el coronavirus dijeron no haber sido consultados sobre la decisión, que parece haber sido tomada por el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Y su rival en las pasadas elecciones, y actual ministro de Defensa, Benny Gantz, lo acusó de actuar como si estuviera al frente de una monarquía, y no de un Estado democrático.
“El hecho de que Netanyahu esté traficando con las vacunas de los ciudadanos israelíes, que fueron pagadas con el dinero de sus impuestos, sin ninguna rendición de cuentas, muestra que cree que está dirigiendo una monarquía“, escribió en Twitter.
“Tal proceso requiere discusión y aprobación. Solo una necesidad de seguridad, diplomática o médica urgente podría justificar tal proceso y Netanyahu debe presentar esto al público, o al menos hacer que lo aprueben los foros relevantes”, agregó Gantz.
Otros, por su parte, han insistido en que antes de hacer diplomacia con las vacunas, Israel debería asumir sus responsabilidades en los territorios ocupados.
“Si bien enviar vacunas a otros países es una medida bienvenida, Israel no ha cumplido su promesa a los palestinos”, escribió el dirigente del partido Meretz, Tamar Zandberg, en una carta a Netanayhu.
“Epidemiológicamente, Israel, Cisjordania y Gaza se consideran un único bloque, e Israel, como fuerza controladora de los palestinos y su destino, tiene la obligación de cumplir enviando vacunas a la Autoridad Palestina. Darles vacunas no es un acto de buena voluntad , más bien una obligación del Estado de Israel“, agregó.
Y en lo mismo insitió el senador estadounidense Bernie Sanders.
“Es indignante que Netanyahu use las vacunas sobrantes para recompensar a sus aliados extranjeros mientras tantos palestinos en los territorios ocupados todavía están esperando”, dijo Sanders.
En su editorial de este lunes, por su parte, el diario Haaretz contrastó la medida con la reciente decisión de suspender la vacunación de los migrantes indocumentados que viven en Israel.
“Si Israel tiene suficientes vacunas para enviar miles de dosis a Guatemala, Honduras y la República Checa, puede continuar vacunando a personas sin estatus legal dentro de sus propias fronteras”, se lee en el editorial, titulado “Los pobres de Guatemala importan más”.
Pero el exviceministro de Relaciones Exteriores de Israel Danny Ayalon justificó las donaciones como una necesidad de su política exterior.
“Es algo normal. Desde que el mundo es mundo, los países utilizan sus recursos para hacer amigos y para fortalecer amistades y alianzas con otros países”, le dijo a radio Kan.
“Y el panorama de las amistades de Israel es bastante claro”, agregó.
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