Por Lencho Pez
San Juan Ixcoy, uno de los municipios del norte del departamento de Huehuetenango, fue afectado por las tormentas tropicales Eta e Iota, que desde noviembre del año pasado afectaron de manera particular a la microrregión San Carlos, que sufrió graves daños, porque hubo varios derrumbes que destruyeron los tramos del camino que comunica la cabecera municipal con las aldeas más retiradas.
Prensa Comunitaria visitó a estas comunidades en donde sólo se logró llegar en vehículo de todo terreno hasta San Carlos Yajaw K’u, comunidad central de la micro región Tz’uqan Ka’.
Domingo José Antonio tercero, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) de la aldea San Carlos, narró que desde el pasado 4 de noviembre empezaron las primeras amenazas de la tormenta Eta, en la que se dañaron algunas casas y otras se derrumbaron, días después llegó la tormenta Iota que aumentó los riesgos en las comunidades.
El presidente de la organización comunitaria, informó que 32 viviendas quedaron en riesgo y vulnerabilidad, posiblemente algunas de ellas ya no se recuperarán, mientras que 18 casas desaparecieron completamente al ser arrastradas por varios de los deslaves.
Uno de los vecinos perdió dos granjas de gallinas ponedoras, otros perdieron sus ganados, siembras, cosechas y otras pertenencias de valores, además de sus casas.
La comunidad quedó sin servicio de agua potable al ser derrumbados los cuatro tanques que tenían, el agua era transportada por 123 tubos galvanizados, además el puesto de salud quedó dañado.
El subsecretario del COCODE de la comunidad, Miguel Tercero, aseguró que en una de estas casas que se llevó el derrumbe vivía una familia, que lamentablemente ya no se pudo hacer nada para rescatarlos; en ese incidente 4 personas fueron las víctimas, una pareja de esposos y sus dos hijos.
Los vecinos, a pesar de las inclemencias del tiempo, se organizaron para intentar rescatar los cuerpos soterrados, sin embargo, sólo se pudo localizar los restos de la mamá y su hijo, mientras el papá y su hija quedaron para siempre bajo los miles de toneladas de tierra. Días después de la emergencia cuatro helicópteros trasladaron algunos vivieres a las comunidades, dos de ellos eran de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) y los otros dos, dijo desconocer su procedencia.
De las 18 familias que quedaron sin casa, 15 de ellas han regresado a San Carlos y con algunas láminas que les fueron donadas por vecinos y comunidades cercanas han logrado levantar sus covachas y refugiarse bajo un techo propio, mientras tres familias siguen albergadas en casas particulares, ya que perdieron su casa y su terreno y no tienen un lugar para reconstruir.