Search
Close this search box.

Un nuevo caso de abuso en la música: Chelista denuncia a Paulo Alvarado

COMPARTE

Créditos: Carlos Sebastián
Tiempo de lectura: 9 minutos

Por Pia Flores

La chelista Pamela Flores denunció en redes sociales los abusos cometidos por el músico Paulo Alvarado, (ahora exintegrante) de la agrupación Alux Nahual. Su relato destapó un episodio de violencia física y psicológica ocurrida desde la Escuela Municipal de Música y en la casa del artista. Nómada habló con Pamela Flores y con Paulo Alvarado.

El pasado jueves 12 de septiembre, la chelista y compositora guatemalteca, Pamela Flores, denunció de manera pública en redes a Paulo Alvarado por violencia sexual, física y psicológica durante varios años. La primera vez en 2009, cuando Pamela Flores era menor de edad.

Desde pequeña, a Pamela Flores le encantaba la música y soñaba con vivir de ella. Después de mudarse con sus padres a la Ciudad de Guatemala desde Panajachel, comenzó a estudiar en la Escuela Municipal de Música en 2007. Su instrumento, el chelo.

Allí conoció a Paulo Alvarado, también chelista. No trabajaba en la escuela pero tenía a su disposición un salón donde ensayaba con otro grupo de músicos.

Una noche de junio 2009, al terminar los ensayos con la orquesta juvenil de Bruno Campo –denunciado por más de siete exalumnas por abusos durante su gestión como director de la Escuela Municipal de Música– Paulo Alvarado pidió que ella lo acompañara al salón, recuerda Pamela Flores en entrevista con Nómada. Ella en ese entonces tenía 16 años. Paulo Alvarado, 48 años. 32 años de diferencia.

– Yo lo admiraba mucho a él. Para mí era una figura importante. Yo quería llegar a ser como él. Ya habíamos hablado antes de música, discos y así. Esa noche me dijo que llevaba tiempo queriéndome enseñar algo.

Pamela Flores cuenta que Paulo Alvarado cerró la puerta del salón de la Escuela y le dio un disco de una artista . Después la comenzó a besar. La forzó y se rozaba contra su cuerpo a pesar de que ella puso resistencia, dice Flores. Antes de dejarla salir, le hizo prometer que no le iba a contar a nadie lo que había pasado ese día en el Palacio de Correos, sede de la Escuela Municipal.

Lo calló durante 10 años, hasta la semana pasada.

Calló porque cuando decidió pedirle apoyo al director de la escuela, Bruno Campo, le respondió que ella «era una sucia”.

– Me sentía tan señalada. Hasta comencé a sentir un desprecio de parte de Bruno Campo hacia mí. Pedí una reunión con él, porque pensé: “La persona que me puede ayudar es Bruno Campo”. Pero cuando agarré valor para contárselo, me dijo: “Usted es una sucia. Se mete con viejos. No tiene idea de la imagen que esto le da a la orquesta. Usted se sale de esta orquesta y no vuelve a poner un pie aquí”.

Pamela llora al recordarlo. Explica que cuando ella tenía 15 años, el director Bruno Campo la agredió en el bus de la escuela cuando la orquesta iba a un concierto.

– Él siempre hacía que uno se sentara encima de él. Pero esta vez, él se sentó encima de mí y me empezó a restregar las bolas. “¿Las siente? ¿Verdad que sí las siente?” Y se reía. Siempre se reía, y así los demás compañeros también se reían. Era incómodo. Porque cuando me enojaba, me hacía cosquillas para que me riera. Todo era parte de sus juegos.

Pamela Flores dejó la Escuela Municipal de Música. “Todo mi mundo se derrumbó”. Cayó en una depresión. Durante meses sentía necesidad de bañarse varias veces al día. Lloraba en su cuarto, sin ánimos de salir, recuerda su mamá. La señora pidió que no se publicara su nombre en este reportaje. La señora asegura que en aquel entonces no sabía qué había pasado, solo que su hija había tenido problemas con alguien en la escuela de música.

Según el testimonio de Pamela Flores, después de haber sido expulsada de la Escuela de Música, Paulo Alvarado la empezó a contactar para que se juntaran. Ofrecía apoyarla en la música.

– Yo le respondí que yo no me sentía bien con lo que había pasado y que se alejara de mí. Pero terminé aceptando la reunión. Allí también le dije que ya no me contactara. Pero comenzó una jugarreta de que lo que había pasado en Correos era porque él me amaba. Y que él quería demostrarme esto. Me dijo que él no tenía necesidad de buscarme, de buscar a nadie, pero que lo hizo porque se había fijado en mí. Allí empezó todo un proceso de confusión. Él estaba empecinado. “Yo te voy a prestar un chelo para que vayas a la Escuela”. Empecé a creerle.

Comenzó un proceso de acercamiento a través de la música entre la adolescente y Paulo Alvarado, hasta llegar a tener una relación de pareja. Al mismo tiempo, él la alejaba poco a poco de su entorno social. Decía que sus amigos en la Escuela Superior de Arte eran mediocres y que solamente él la podía llevar a donde quería llegar ella en su carrera, dice Flores.

– Él (Paulo Alvarado) siempre me hizo ver como que no lo merecía. Que yo tenía que ponerme a su altura. Ya casi no me juntaba con nadie; también me enemistó con mis papás. Decía que no me querían, “¿Qué están haciendo por vos?” Yo le creía cualquier cosa. Que solo él me quería.

Paulo Alvarado, chelista y exintegrante de Alux Nahual.

En 2013, cuando tenía 20 años, Pamela Flores se pasó a vivir a la casa de Paulo Alvarado después de una discusión con sus papás. La chelista cuenta que después Alvarado le puso presión para que no regresara a la casa de sus papás. Desde entonces la violencia escaló.

El papá de Flores, quien pidió omitir su nombre hasta presentar su declaración ante el Ministerio Público, recuerda sus intentos por rescatar a su hija, que entonces tenía 18 años.

– Mi hija estaba cegada, sufría de un tipo de síndrome de Estocolmo. Yo sabía que ella estaba sufriendo pero no podía hacer nada. Si trataba de alejarla de él, eso solo la acercaba más a él. Ellos eran uno. Él era su dios. Él se convirtió en su psicólogo. Fue un lavado de cerebro donde la desvalorizó.

Pamela Flores asegura que al principio de la relación todo se vinculaba a la música. Él la ayudaba en composición. Él le prestaba un violonchelo profesional. La llevaba a sus conciertos. Pero también comenzó a cobrarle, dice Flores. Amenazaba con quitarle el chelo cuando ella le reclamaba, y la obligaba a tener relaciones sexuales.

– En diciembre de 2011, una vez no quise tener relaciones sexuales. Me obligó y me tapó la boca. Me dolía mucho y lo empujaba con las manos. Al final me dijo que mejor me iba a dejar a mi casa porque no estaba preparada como otras mujeres. Esto me hizo ceder.

Paulo Alvarado no siempre la presentaba como su pareja en público, y Pamela Flores asegura que él estaba con otras mujeres pero se burlaba o se enojaba cuando ella se lo reclamaba.

El papá de Pamela Flores recuerda que en varias ocasiones llegó a la casa de Paulo Alvarado en zona 1, a veces por solicitud de Alvarado, a veces por solicitud de su hija. Una vez Pamela Flores estaba encerrada en el baño.

– Cuando abrió la puerta estaba tirada en el piso. Empapada. Todo estaba mojado como si la hubiera tirado agua. Estaba golpeada, somatada. Tenía golpes y moretones en el cuerpo y una herida en el pecho. Salió corriendo al segundo nivel de la casa. No era mi casa, yo no la iba a seguir. Pero él sabía dónde se había encerrado y lo seguí a él. Estaba en una habitación vacía, con colchonetas todas shucas tiradas en el suelo.

Pamela Flores relata los episodios de violencia a la que fue sometida por Paulo Alvarado. Foto: Carlos Sebastián

La mayoría de los hechos que Pamela Flores denuncia en su publicación son de los años 2013 y 2014, cuando ella vivía en la casa de Paulo Alvarado. La época en la que estuvo más aislada de su familia, dice Pamela Flores.

En 2014, su papá la convenció que fueran a terapia en ProPevi, el Programa de Prevención y Erradicación de la Violencia Intrafamiliar bajo la Secretaría Presidencial de la Mujer. Durante este proceso, Pamela Flores terminó su relación violenta con Paulo Alvarado.

Paulo Alvarado niega las acusaciones.

El músico respondió al pedido de entrevista de Nómada en la redacción.

Reconoció que tuvo una relación con Pamela Flores. Dice que la besó a los 16 años, sin violentarla, pero asegura que la relación que tuvieron comenzó en diciembre de 2011, cuando Pamela Flores ya era mayor de edad.

No niega que hubo violencia, pero dice que fue él quien se defendió de ella.

Paulo Alvarado explica que conoció a Pamela Flores en la orquesta juvenil de la Escuela Municipal de Música y que ella le llamó la atención porque a esa edad ya componía música. “Algo poco común, más que todo entre las mujeres”, dice Alvarado.

– Entonces yo dije: “Voy a enganchar a esta patoja, y la voy a jalar, porque sería muy interesante poder hacer un especie de padrinazgo, ayudarla, darle lo que yo sé, lo que conozco. No tanto porque uno sea sabio, sino porque es más viejo. Así de simple. Ella se mostró muy abierta a lo que yo le podía proponer y ella me pareció muy simpática en su actitud de querer hacer música académica.

Paulo Alvarado, en entrevista con Nómada. Foto: Carlos Sebastián

 

– ¿En qué momento cambia la relación?, pregunta esta periodista.
– Eso sería difícil de decir porque nos fuimos tomando cariño. Y donde manda el corazón, no manda la razón. Lo que pasó es que simplemente me fue atrayendo ella. Y yo le fui atrayendo a ella. En determinado momento empezamos a andar juntos.

– ¿Era menor de edad?
– Cuando la conocí sí era menor de edad. Nos emparejamos en diciembre del 2011. Por lo tanto, era bien joven, pero era mayor de edad. Tenía 19 años y algunos meses.

– Pero la primera vez que hubo contacto físico fue en el Palacio de Correos. Entiendo que usted le agarró las manos y la comenzó a besar.
– No. Eso es una exageración. Sí la besé, no lo voy a negar. Pero le pregunté.

– ¿Qué le preguntó?
– Si la podía besar.

– ¿Aunque tuviera 16 años?
– Sí. No voy a negar las cosas. Pero no hubo fuerza ninguna vez.

Paulo Alvarado dice que nunca atacó a Pamela Flores, sino que se defendía porque su “integridad física estaba en peligro”.

– Yo actué en defensa propia. Aquí la persona que se equivocó más soy yo; yo me babosée. Debería de haberme ido. Actué en buena fe, pero con mal juicio, dice Alvarado.

Según Paulo Alvarado, Pamela Flores lo atacaba y amenazaba. Dice que la violencia se debía a que la situación familiar de Pamela Flores no era feliz porque sus papás no la apoyaron como artista. El chelista agrega que en su opinión la denuncia pública contra su persona del 12 de septiembre de 2019 es parte de un acoso de parte de Pamela Flores hacia él y que ella se está aprovechando del surgimiento del movimiento #MeToo en Guatemala.

– Yo asumo que ella está agarrando una cresta de una ola que se dio a raíz de la investigación de Nómada sobre Bruno Campo.

La publicación de Pamela Flores en facebook rápidamente se volvió viral y recibió mucho apoyo en redes sociales. También llegó al grupo Alux Nahual, que primero reaccionó con un tuit aludiendo a que se trataba de un “tema privado”y después de la presión en redes sociales el grupo decidió sacar a Paulo Alvarado de la banda hasta que la situación se aclare.

MP: Un expediente archivado entre la música y los golpes

Existen varias denuncias en el Ministerio Público entre Pamela Flores y Paulo Alvarado. Una de ellas, de fecha 22 de mayo de 2013, fue presentada por Pamela Flores por violencia contra la mujer. A pesar de ser un delito de acción pública, los hechos denunciados nunca fueron investigados porque Pamela Flores retiró su denuncia.

Pamela Flores asegura que la retiró por miedo, porque Paulo Alvarado la amenazó. Dice que cuando se enteró, Alvarado la maltrató, y le decía “¿Cómo se te ocurre, si yo soy una figura pública?” Bajo amenazas la llevó al MP para retractar su denuncia.

Paulo Alvarado reconoce que la llevó al Ministerio Público, pero asegura que fue porque ella se arrepintió de haber puesto la denuncia.

El Ministerio Público tiene la obligación de investigar a todos los casos de violencia contra la mujer por oficio aunque la denunciante se retire.

La organización Mujeres Transformando el Mundo está acompañando a Pamela Flores desde julio de 2019. En este momento está esperando que el MP responda sobre su solicitud de sumarse al proceso como querellantes.

Para Pamela Flores, que hoy tiene 27 años, hacer pública su denuncia ha sido parte de un proceso largo de sanación, dice.

–Llevo esa lucha interna desde los 16 años. Son 10 años. Pero por primera vez me siento libre. Espero que mi testimonio puede apoyar a que otras mujeres rompen estos ciclos de violencia.

Pamela Flores cuenta su historia como una manera de «sanación». Foto: Carlos Sebastián

Via Nómada

Prensa Comunitaria hace visible el trabajo de siete periodistas que abordan el fenómeno de la violencia contra la mujer. Con la finalidad de apoyar la amplificación de está temática, compartiremos 24 piezas periodísticas publicadas en el medio digital Nómada.

COMPARTE