Por Rony Morales
15 familias del caserío Rincón de San Valentín, en el municipio de Purulhá, Baja Verapaz, fueron desalojadas el pasado 10 de diciembre de las tierras en las que han vivido por tres generaciones en el territorio del pueblo maya Q’eqchi’,
Por orden del juzgado de primera instancia civil de Baja Verapaz se realizó el desalojo en la comunidad Rincón de San Valentín, el encargado de realizar el proceso fue el juez Mario Coy, del juzgado de paz de Purulhá. Durante este desalojo estuvieron presentes la Comisión Presidencial Coordinadora de la Política del Ejecutivo en materia de Derechos Humanos (Copredeh) y 150 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) también estuvo la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
El desalojo inició a las 9 de la mañana, en ese momento los comunitarios intentaron dialogar con la PNC, los representantes de la PDH, personal del Juzgado de Paz del municipio, pero a las 10 de la mañana, las autoridades iniciaron con el desalojo, de la acción se contabilizó la quema de dos viviendas.
María Cristina Xol lideresa de la comunidad es q´ eqchi’ denunció que durante el desalojo, las mujeres tuvieron que retirarse bajo el miedo de ser agredidas sexualmente. Se fueron cargando a sus niños, ropa, comida y algunas mazorcas, permaneciendo resguardadas dentro de la montaña y regresando en horas de la noche junto a otros comunitarios. Su situación es precaria, están sin alimentos, vestuario, y sin techo para resguardarse durante el frío de diciembre.
Silverio Tot, acompañante de la comunidad, declaró que la lucha de la comunidad inició desde en 2002, cuando los anteriores dueños de la finca que habitan como mozos colones. Zoila Esperanza Thomae y su hijo Francisco Chavarria Thomae vendieron las tierras, sin solventar ningún pago por los trabajos que habían realizado familias q’eqchi’, como mozos colonos de los terratenientes de descendencia alemana.
Las familias de la comunidad luchan por el reconocimiento histórico, la posesión y propiedad de la tierra. A pesar de ello, han sido despojados de sus tierras, primero, por familias alemanas y actualmente por el señor Hugo Sep, un terrateniente que no reconoce que los vecinos q’eqchi’s han vivido en el lugar bajo un asedio constante.
Según Eduardo Efraín Cu Paau, abogado de la comunidad, la orden viene del juzgado de primera instancia civil de Baja Verapaz, este fue un proceso similar a un desalojo pero ordenando por la vía civil, en este se pidió que las familias abandonaran la tierra. El día de ayer como acción jurídica la defensa planteo un amparo en el juzgado respectivo de Salamá, pero este fue negado.
Después de una larga mediación la comunidad San Valentín, las instituciones del Estado que se encontraban para realizar el desalojo llegaron al acuerdo de se retirarían del lugar, y los comuneros demandaron el respeto de sus sembradíos, y que no incendien las casas. “La tierra se llena de tristeza, estas familias q’eqchi’ se quedan vivienda, quedaron en la calle, a la intemperie, sin nada para pasar el fin de año”, comentó Silverio