Por Joel Pérez
Desde hace varias semanas, la municipalidad de Ixcán dejó de recibir un aproximado de Q6 mil semanales por el uso que comerciantes de carne hacen de las instalaciones del rastro municipal. Los carniceros decidieron no pagar la cuota del desolladero porque el lugar no cuenta con un polipasto eléctrico –un motor para elevar carga pesada- que se encuentra registrado en el presupuesto anual de 2019.
Según Mateo Quim, secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales, como medida de presión los carniceros dejaron de pagar Q100 por cada res destazada, porque se han quedado sin maquinaria para trabajar y volverán a pagar la cuota hasta que la municipalidad cumpla con la compra del nuevo equipo, según indicaron.
El pasado miércoles la municipalidad instaló un nuevo polipasto mecánico en el rastro municipal, sin embargo, únicamente aguantó para destazar 5 reses, según lo dio a conocer Mateo Quim, quien labora en el rastro municipal.
Mario Caal, de profesión carnicero, dio a conocer su inconformidad ante dicha situación y lamentó que desde que fue habilitado el rastro municipal, las autoridades municipales no han invertido presupuesto para reparar el perímetro, los consumos y herramientas que se han deteriorado, a pesar de que mensualmente los carniceros dejan un ingreso para la municipalidad que supera los Q25 mil, según relataron. Es preciso mencionar que la construcción y equipamiento del rastro municipal de Ixcán fue una donación de la Federación Integral de Comercialización de Cooperativas del Ixcán (Ficci) y empezó a funcionar en el mes de marzo del año 2010, según la dirección municipal de planificación de Ixcán.