Fotografía y texto: Elmer Ponce
28 de junio del 2019
Lejos de muchas de las preocupaciones de las grandes ciudades y pueblos desarrollados, el tránsito, la televisión, la energía eléctrica, incluso de la política actual, vecinos de la comunidad el Escarbado Laguna Petexbatún, en el municipio de Sayaxché, Petén, todas las tardes de 5 a 6 de la tarde, luego de realizar las faenas del campo y pesca, hombres mayores y jóvenes, se reúnen en el campo de fútbol, localizado en el centro de la comunidad.
Este espacio tiene una inclinación en uno de sus lados y con muchos hoyos, que con el paso del tiempo y las inclemencias poco a poco se han ido borrando, en este mismo lugar los caballos pastan.
Lodo y pasto se mezclan, haciendo difícil el manejo del balón. Pero eso no es impedimento para dos equipos de 8 integrantes cada uno jueguen a la tradicional chamusca. Entre gritos, silbidos y una que otra maltratada de los integrantes, sube el ánimo de los jugadores, que son apoyados por uno que otro aficionado que no juega y sólo se queda como espectador.
El balón rueda o rebota, todos se mueven, cubren al adversario, empujones, lodo en los pies descalzos, el sudor opaca los ojos. El balón es golpeado, el portero se lanza y el balón cruza la portería, algarabía, gritos, felicitaciones. El yumbo de agua gaseosa y las galletas escolares están en juego. Marcador final 8 a 3. Mañana se hará la revancha, todos lo saben. La Chamusca ha finalizado. Se juntan todos en el centro del campo, todos comentan el partido. El yumbo se abre, suena cuando el sello se rompe, la noche asoma sus sombras, los pájaros revolotean, todos se alejan, todos vuelven a sus casas, mañana será otro día.
Otro día terminó para las 17 familias que habitan en esta comunidad a orillas de la majestuosa Laguna Petexbatún, en el corazón de las tierras bajas mayas, en el municipio de Sayaxché, Petén.