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Ricardo Saenz

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Por David Toro

21 de junio del 2019

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) rechaza la existencia de fraude electoral, después de muchas denuncias de anomalías. La próxima semana tiene que cotejar acta por acta, y así poder oficializar resultados. En agosto el país deberá elegir a su próximo presidente entre Sandra Torres, candidata experimentada en la política, cuestionada por financiamiento electoral ilícito; y Alejandro Giammattei uno de los representantes de la extrema derecha, cuya profesión es competir por la presidencia, con señalamientos fuertes de tener como financistas a figuras con mala reputación, además de haber estado relacionado con la operación Pavo Real, en donde fueron ejecutados siete reos.

Para cierto grupo del electorado privilegiado de la ciudad de Guatemala, cuyos mayores problemas cotidianos son la inseguridad, el tráfico y no el hambre como en otras partes del país, resulta complejo entender porqué Sandra Torres, señalada de financiamiento electoral ilícito con su partido Unidad Nacional de La Esperanza (UNE) y ex primera dama de la nación en el gobierno de Álvaro Colom, alcanzó más de 1 millón de votos en las elecciones del pasado 16 de junio.

Ese mismo guatemalteco capitalino que perfiló a Giammattei para la segunda vuelta, parece ser atraído por el discurso conservador y promesas de seguridad ofrecidas por el candidato, que ha competido para la presidencia desde 1999, y que ha mudado de piel política en cuatro ocasiones, y que, su paso como director del Sistema Penitenciario en el gobierno de Oscar Berger (2004-2008) será recordado por estar vinculado a ejecuciones extrajudiciales a reos cometidas en el centro penitenciario Pavón, en 2006.

La lucha por la presidencia parece ser disputada por el fuerte y profundo voto en la provincia urbana y rural de Sandra Torres, y un electorado urbano diverso que vota por Giammattei orientado por su rechazo hacia Sandra Torres, repitiendo la fórmula de “votar por el menos peor”.

Intentamos comprender este fenómeno en un diálogo con Ricardo Sáenz, antropólogo, politólogo, docente e investigador del Instituto de Investigaciones Históricas, Antropológicas y Arqueológicas (IIHAA).  

PC: El lunes 17 de junio en la madrugada la candidata Sandra Torres llegó al Centro de Cómputo del TSE y declaró a los medios de comunicación, que su victoria parcial, se debía a la gran estructura que su partido ha trabajado durante muchos años. Con los resultados aún no oficializados Torres supera 1 millón de votos válidos a su favor.

¿Quienes votaron por Sandra Torres? 

RS: El voto de Sandra Torres está conformado en su mayoría por mujeres en condiciones de extrema pobreza que viven en zonas rurales del país. Que en su momento fueron beneficiadas por los programas sociales, en particular por la bolsa solidaria, impulsada por la candidata, cuando era la primera dama del presidente Álvaro Colom. También ha sido beneficiada por las redes formadas por la estructura de su partido. No se trata únicamente de votos comprados, como se piensa, es cuestión de redes de reciprocidad.

PC: Alejandro Giammattei obtuvo más de 600 mil votos, fue el ganador del departamento de Guatemala y la mayoría de su caudal fue gracias a las zonas urbanas. El voto de Giammattei tiene similitudes con aquel el electorado que hizo ganar a Jimmy Morales hace cuatro años, pero con algunas diferencias.

¿Quienes votaron por Giammattei?

RS: El votante de Giammattei es diverso, urbano, más o menos educado. Un segmento movilizado por militares en situación de retiro, similar al voto de Jimmy Morales, pero no es exactamente el mismo. Quienes votaron en primera vuelta por el actual presidente eran jóvenes urbanos comprendidos entre 19 a 30 años. El de Giammattei se extiende más allá, son personas de un segmento conservador movidas por un discurso autoritario que apela a la mano dura.

En busca del menos peor

PC: Sin bien los males y tachas de Torres y Giammattei son distintos, tienen en común que ninguno de los dos ha presentado un proyecto político transformador. Lo que pone nuevamente a Guatemala “contra la espada y la pared”.

PC: Si buscamos la diferencia entre candidatos, Sandra Torres tiene como uno de sus mayores enemigos su propia personalidad y además señalamientos que la vinculan con estructuras criminales; por otra parte, un Giammattei que responde a los mismos militares que hablan al oído de Jimmy Morales incluso antes de ser presidente.

¿Estamos en una situación para elegir al que se considera el mal menor entre los dos candidatos?

RS: El segmento progresista de los votantes es el que entrará en una disyuntiva. Tendrá que elegir entre una Sandra Torres que no tiene un proyecto político definido, y que, según testimonios de ex funcionarios del gobierno de Colom, la definen como una persona autoritaria y plegada a caciques de poder regional que le han ayudado a conseguir a sus votantes, y un Alejandro Giammattei que pudiese representar una amenaza para los derechos individuales y colectivos.

La intervención electoral fue mucho antes del día de elecciones

PC: Partidos de diferentes expresiones han denunciado anomalías durante las votaciones del pasado domingo. Algunos se han adelantado a decir que ha existió fraude electoral. Entre las denuncias están acarreo de votantes, compra de votos y errores en la digitalización de las actas. Ante la lluvia de denuncias y anomalías Julio Solórzano presidente del TSE anunció en rueda de prensa que a partir de lunes se hará un nuevo conteo acta por acta para verificar los resultados.

Para Sáenz la intervención de las elecciones de diversos actores ocurrió mucho antes del día de las votaciones y lo divide en tres momentos:

RS: Primer momento: la salida de Thelma Aldana candidata del Movimiento Semilla por denuncias espurias en su contra, genera una distorsión en las preferencias, porque ella tenía una intención de voto entre el 15 y 20 % del padrón electoral”.

Segundo momento: Los medios de comunicación corporativos boicotearon las reformas a la ley electoral que sujetaban a los medios a inscribirse al TSE y dar espacio equitativo a los candidatos, esto hubiera contribuido para mejorar las condiciones de competencia entre candidatos, pero los medios en afán de seguir lucrando con el financiamiento de los partidos detuvieron reformas positivas para la democracia y en efecto la candidata más conocida fue la que ganó la primera vuelta.

Tercer momento: lo que afectó el resultado de las elecciones fue el uso descarado de fondos públicos para campañas políticas como la del partido FCN-NACIÓN, que, de momento, no ha sido controlado por el Ministerio Público (MP) ni por el TSE.

El Cacif y el debilitamiento de la Cicig en el proceso electoral

PC: El día de las elecciones Juan Carlos Tefel director del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF) dijo en el centro de cómputo del TSE estar satisfecho con los resultados preliminares, pero manifestaron preocupación por el cuarto lugar que alcanzó el Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP).

RS: las élites económicas parecen estar desorientadas y confundidas, han aceptado pactos con grupos mafiosos y no tienen compromiso con la democracia y la lucha contra la impunidad. El ataque efectuado contra la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) terminó por golpear los intentos de depuración del sistema político del país.

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