Fotografías Baudilio Choc y Rony Morales
14 de diciembre de 2018
Los vecinos del Barrio Nuevo fueron agredidos por la seguridad de la empresa Compañía Guatemalteca de Níquel CGN, quienes les dispararon con sus escopetas. La defensa del nacimiento del río desencadenó la agresión, hubo disparos y la población está indignada. El río nace en lo alto de la montaña, luego desciende al Barrio Nuevo, ahí alimenta el sistema de agua potable de toda la comunidad q’eqchí, sigue camino abajo y es uno de los principales afluentes para los barrios del Centro, La Unión, Los Almendros, El Mercadito, y La Coroza de El Estor. El río está en peligro, la maquinaria pesada de la minera CGN está destruyendo la montaña y están a pocos pasos de llegar al nacimiento.
El primer día del mes de diciembre, la gente del Barrio Nuevo decidió, luego de la asamblea, subir a la montaña. Todos están preocupados porque la CGN sigue extrayendo grandes cantidades de tierra. Diariamente se llevan toneladas de tierra en góndolas, se embarca con rumbo desconocido, afirmaron los vecinos.
Los trabajadores mineros, la maquinaria pesada,camiones y agentes de seguridad llegaron hasta los linderos del Barrio Nuevo. Esto preocupó a la comunidad y subieron para exigirles que se detengan, pero la respuesta de la empresa fue la agresión. Pero todos fueron reprimidos.
La gente dialoga, la empresa dispara
La comunidad decidió ponerle un freno a la extracción minera. El 1 de diciembre llegaron hasta donde están las máquinas sobre la montaña, porque cada día están más cerca del nacimiento del río. Al llegar buscaron que el encargado de la minera recibiera sus demandas, pero los agentes tienen orden de no permitir que nadie se acerque al área. Sin diálogo alguno, los agentes reprimieron a la población.
“Tienen que dejar de operar aquí”, expresó la gente. Tienen que dejar de escarbar el suelo de esa área sobre la montaña que la gente ha protegido durante décadas. “Aquí está el nacimiento de agua, aquí nace el río. Si cortan las venas de agua nos quedamos sin el líquido”. Minutos después llegaron las detonaciones.
Una de las autoridades comunitarias muestra con sus manos los casquillos de las escopetas. Por suerte ningún vecino fue herido de gravedad, ninguno falleció esa mañana. Pero si hubieron lesionados. Las mujeres, los niños y los jóvenes se asustaron.
También mostró una piedra del níquel que se están llevando sin ninguna autorización de las comunidades de El Estor, de donde la empresa extrae un número considerable de minerales desde 2013 sin ningún control.
“Nos discriminan, no nos escuchan y ahora nos humillan, fueron los seguridad quienes no quisieron dialogar, no nos escucharon… luego nos dispararon.”
Si destruyen el nacimiento de agua, prácticamentese quedarán sin agua potable todos los barrios río abajo. Son miles de vecinos de El Estor los que van a sufrir este problema que se suma a la contaminación del ambiente y del lago de Izabal por la extracción minera.