Texto y fotografías: Ana Cristina Alvarado
Este 8 de agosto, mujeres alrededor del mundo nos encontrábamos frente a las embajadas argentinas atendiendo al llamado del #PañuelazoInternacional, en apoyo a la lucha argentina por la aprobación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que se discutía en el Senado. El verde que desde el 2003 representa esta lucha en Argentina, hoy nos unía a todas.
Eran las 9 de la mañana cuando empezamos a llegar. La mayoría no nos conocíamos entre sí, pero el color verde de la blusa, el pañuelo, la bufanda, el vestido nos permitió saber que estábamos allí por la misma razón. No sabíamos cuántas íbamos a ser, así que cada compañera fue recibida con sonrisas de emoción. Sin haber hablado nunca entre nosotras, nos pusimos a trabajar, a cortar listones y pañuelos verdes, a dar ideas para los carteles y para vestir la embajada de verde. A partir de ahí empezamos a hacer viva la sororidad.
Aprovechamos las rejas de la embajada para colocar los listones y los carteles en los que se leía “Desde Guatemala también decimos ¡Que sea ley!”, “Hoy en Argentina mañana en América Latina”, “Educación Sexual para decidir, anticonceptivos para prevenir, aborto legal para no morir”. Algunas compañeras acompañaban la labor con consignas. Mientras cortábamos listones, compartíamos las razones que nos motivaban a hacernos presentes. En media hora habíamos vestido la embajada de verde y de reclamos por nuestros derechos. Fue una jornada corta, pero gratificante porque nos encontramos y supimos que no estábamos solas. Después de tomar fotografías para enviar a nuestras hermanas argentinas nos despedimos con abrazos y consignas.
¿Qué te mueve a llegar a las 9 de la mañana a una embajada a apoyar la aprobación de una ley que no es de tu país? Te mueve el deseo. Porque si crees que esto se trata solo de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, no entendiste nada. El derecho a decidir sobre nuestros cuerpos es solo uno de todos los derechos que queremos alcanzar. Nos mueve el deseo de transformar el mundo de transformarlo entero y hacerlo habitable para todos, para todas, para todes. Porque el mundo tal y como es ahora, donde si eres mujer sales a la calle con el temor de no regresar, no es normal y no es el mundo que queremos.
Gracias hermanas argentinas por contagiarnos de su lucha.