Créditos: Joel Solano
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Autoridades del pueblo Kaqchikel proponen la participación y formación política de la juventud y mujeres para reforzar las acciones de resistencia contra el golpe de Estado. 

Por Joel Solano

 Este lunes se cumplen los 43 días desde que los pueblos originarios y autoridades indígenas iniciaron una de las movilizaciones más extensas de la historia reciente del país, para exigir la salida de los operadores de justicia que intentan consumar un golpe a las elecciones generales 2023: la fiscal general del Ministerio Público (MP), Consuelo Porras; los fiscales Rafael Curruchiche y Cinthia Monterroso, y el juez Fredy Orellana, quien autorizó el secuestro de las cajas electorales que contenían el voto de la ciudadanía.

La presión que esperan causar en el gobierno con el cierre de carreteras, durante los primeros 20 días, y luego el plantón frente a la sede central del MP, no ha logrado los resultados esperados contra los funcionarios señalados de golpistas.

Ante ello, las autoridades ancestrales del pueblo Kaqchikel se reunieron para analizar la situación en el “Conversatorio sobre fortalezas y debilidades del levantamiento del movimiento indígena Kaqchikel”, el pasado domingo 12 de noviembre, en el centro educativo Runawal B’alam Ya’, en el barrio San Antonio de Tecpán, Chimaltenango, en el que insistieron en que la resistencia pacífica debe trascender a la etapa de la transformación.

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Su intención, dijo la organización, es repensar las estrategias de presión al gobierno y prolongar las medidas de hecho más allá de 2024, como una forma de asegurar que los poderes políticos no dividirán a la organización comunitaria que se ha gestado en estos más de 40 días.

Un vacío en la estrategia

“Siento un vacío aun”. Esas fueron las primeras palabras que Eduardo Tuyuc, líder indígena de San Juan Comalapa, dijo al inicio del conversatorio. Tuyuc apoya el grupo de reflexión y formación Kaqchikel Moloj.

“Siento que hay un vacío de un marco que nos regule.  Hay literatura de sociólogos o antropólogos -sobre la importancia de las resistencias comunitarias-. Lo que no he encontrado es una direccionalidad filosófica de nuestra temática. Ahí estamos básicos. Para mí, afinar la lucha va por esa línea. Porque aunque contamos con académicos e intelectuales, todavía nos falta un marco doctrinario filosófico. Si no tenemos eso, vamos a ser siempre coyunturalistas y cuando se nos presente un problema, solo vamos a reaccionar”, continuo.

“Necesitamos pasar de la resistencia a la transformación”, sentenció. Sin embargo, después de 40 días de resistencia pacífica, el movimiento no ha pasado a la transformación.

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“Ya hemos resistido bastante”, dijo, pero “falta la articulación”. Tuyuc propuso amarrar los esfuerzos que hacen los 48 Cantones de Totonicapán, la Alcaldía Indígena de Sololá y las demás organizaciones que defienden la causa, para darle mayor legitimidad e impacto.

Y darle a la juventud formación política y ciudadana, incluyendo a quienes están en la Universidad, que carecen de un contexto de país, debido a que las instituciones los han alienado de informarse e involucrarse en las luchas sociales, anotó Tuyuc.

“Se está formando a la derecha, se les forma para que piensen solo de un modo. Lo que queremos los mayores es dejarles la semilla y que ellos un día retomen ese camino de que debemos pensar en lo comunitario”, agregó Tuyuc.

La defensa más allá de enero de 2024

Demetrio Cojtí, maya Kaqchikel, intelectual, estudioso y escritor que ha centrado en los derechos políticos y culturales de los pueblos indígenas, dijo que la visión de la defensa de la democracia debe ser a mediano plazo y prevé que no terminará el 14 de enero de 2024, a las 14 horas, cuando asuma el nuevo gobierno.

“Si Bernardo Arévalo asume o no, en cualquiera de los dos hay que seguir trabajando. Los pronósticos apuntan a que si asume no lo dejarán gobernar y, por ello, necesitará el apoyo de la sociedad. Si no lo dejan asumir, habrá ver qué hacer, pues no hay que dejar que los golpistas lo tengan suave”, indicó Cojtí.

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Internamente, agregó Cojtí, los pueblos indígenas han generado una mayor unidad, mayor articulación, y una reorganización que ha dado resultados positivos en la sociedad guatemalteca.

En este punto, lo respaldó Andrés López, de la Alcaldía Indígena de San José Poaquil, al indicar que se vio “el respaldo a los pueblos en las caminatas y con la solidaridad mostrada a través de la alimentación y alojamiento como una muestra de unidad entre los pueblos Kaqchikel, Garífuna, Xinka y Ladino”.

Sin embargo, es necesaria una mayor articulación y la formalización de la alianza que existe entre las organizaciones de los pueblos indígenas a mediano y a largo plazo.

Lo que nos dicen es que no es fácil, esa es la lección aprendida. Ni con paros prolongados la cosa se resuelve de manera fácil. Hay que prepararse para luchas prolongadas y buscar nuevas estrategias y modalidades para que pueda funcionar, sentenció Cojtí.

Las mujeres y la memoria no contada como parte de las resistencias

Ixmucane Tubac, originaria de San Martín Jilotepeque, Chimaltenango, es una de las líderes que impulsa la formación de las mujeres con la creación de un grupo que busca sembrar semillas en los pueblos.

En su participación dijo: “Debemos de preparar la tierra. Hoy estamos con el grupo Kaqchikel Moloj, la idea es ser guardianes de la memoria y de la historia que no hemos contado. Sobre todo, caminar hacia la sanación como pueblo maya en general y en particular las 22 denominaciones.

Hemos sido violentadas, hemos tenido que alzar casi siempre la voz y hemos defendido nuestros derechos. Queremos intentar de mantener la historia viva. Lo que queremos es estar al frente y decir que estamos, hemos estado y seguiremos estando”, dijo Tubac.

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Tubac Agregó que “las mujeres siempre hemos sido la fuerza de la humanidad. Sin nosotras no hubiese continuidad de la humanidad. Somos quienes continuamos con el legado, las que propiciamos y sembramos, de alguna manera, en nuestros hijos. Nos han callado, pero este patriarcado y machismo del que nos quejamos no es tan maya, porque cuando uno revisa la historia, las mujeres teníamos un papel importante en nuestra cultura.

En este momento de la historia que empezamos a visibilizarnos, las mujeres continuamos sosteniendo el hogar y muchas más”.

Este espacio de memoria y formación política también tendrá el objetivo de construir lazos de colaboración que permitan oponerse a decisiones que afecten a los cuatro pueblos, dijo.

Escuche el conversatorio acá:

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