Por Paolina Albani
Jorge Santos dirige la Dirección de Informática del TSE sin un nombramiento oficial, porque nadie ha querido ocupar este cargo.
Las elecciones generales en donde se escogerá al presidente, vicepresidente, diputados del listado nacional y distritales, alcaldes y diputados centroamericanos, están a dos meses de ocurrir y el Tribunal Supremo Electoral (TSE) aún no contrata a un director informático que asuma la tarea de proveer las herramientas tecnológicas de captura, transmisión y publicación de resultados preliminares de las votaciones.
Quien ha asumido el rol por proximidad es Jorge Santos. Un ingeniero en sistemas y ciencias de la computación graduado de la Universidad Mariano Gálvez, que cuenta con una Maestría en Recursos Humanos y un Doctorado en Administración de Negocios con Especialización en Finanzas por la Universidad Galileo.
Sin embargo, esta es su primera experiencia dirigiendo un evento electoral. Santos ha sido subdirector de informática desde junio 2020. Ante la ausencia de un nombramiento en la Dirección, ejerce el control del despacho de manera no oficial y casi como un favor hacia los magistrados del TSE.
Frente a la duda de por qué el TSE no ha contratado a un nuevo director o ha ascendido a Santos, Elizabeth Palencia, magistrada presidenta del TSE, dijo que sí han entrevistado a profesionales para ocupar el cargo de la dirección, pero que todos han declinado por la baja oferta económica y por la proximidad del evento electoral.
“Es de gran interés tener un director, no es que no. Hicimos de unas 8-10 rondas de ingenieros que llenaban los requisitos del perfil. Se hicieron diferentes rondas según los aspectos que iban concretando, como experiencia y papelería. Cuando estaban por cumplir con el proceso, avisaban que ya no les interesaba. Algunos aludían a la oferta económica. El Estado no les puede pagar lo que el sector privado le paga a los ingenieros con esas calificaciones”, explicó Palencia. “A estas alturas no puedo aceptar un reto de esa naturaleza, decían”, añadió.
Palencia ha dicho que otro de los motivos por los que han rechazado el cargo es porque un exdirector de informática fue detenido y se encuentra, actualmente, enjuiciado.
“Ese incidente ha sido un disuasivo muy fuerte para los aspirantes”, expresó.
Entre los requisitos para el cargo están las certificaciones internacionales sobre capacidades en derecho electoral y casi ningún ingeniero las tiene.
De acuerdo a Palencia, a Santos le habría gustado asumir la dirección, pero “le faltan algunos años de experiencia para llenar el perfil”.
No obstante, está encargado del despacho y fue quien dirigió, este 11 de mayo, junto a la Dirección Electoral, el primer simulacro público de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares.
Una actividad que contó con 150 digitadores y verificadores en el Parque de la Industria, además de otras 2 mil 500 personas a nivel nacional, quienes en tiempo real procesaron actas de votación y verificaron el llenado de los datos para “analizar casos y probar escenarios que se pudieran presentar -en las votaciones-”, dijo Santos.
Un director en teoría, pero no en papel
Palencia, quien se ha mostrado molesta por el cuestionamiento del nombramiento, ha alabado el trabajo de Santos, pero también ha sido enfática en señalar que este no llena el perfil.
“Algunos observadores están asombrados de que Santos supiera tanto, pero le ha tocado empaparse de todo. Le ha tocado prepararse. Hemos mandado a varios jefes a prepararse a México, sobre transmisión de datos y otras características del sistema”, dijo.
El ingeniero Santos dejó ver en una entrevista, que no se postuló al cargo de director general de informática, porque los magistrados del TSE le encomendaron encargarse del proceso electoral. Esto fue hace siete u ocho meses.
Lo cierto es que Santos no parece preocupado por el nombramiento, pero sí se ha mostrado sorprendido por el interés de los periodistas. Por eso, este 11 de mayo, aseguró que la falta de un director “no afectaría el proceso electoral”, pues las gestiones administrativas, operativas y técnicas se siguen realizando.
“Existe personal que ha venido trabajando por varios procesos electorales y que cuenta con mucha experiencia. Eso favorece al trabajo que estoy haciendo”, dijo el ingeniero.
Agregó que “he tenido toda la colaboración de las jefaturas, pero también del personal de informática que han estado en siete u ocho procesos electorales. Es importante poder analizar cómo enfrentar este nuevo proceso, nos reunimos constantemente, las reuniones que se toman son en coordinación con el personal que tiene más experiencia. Eso me da tranquilidad para afrontar este reto”.
La preocupación del MOE y el juicio de los exdirectivos de informática
La Misión de Observación Electoral de Guatemala (MOE) ha señalado varias fallas en la ejecución de la preparación de las elecciones. La más reciente fue hace una semana cuando advirtió que la falta de un nombramiento en la Dirección de Informática pondría en duda los resultados de las elecciones y esta ausencia evitaría que el TSE asumiera responsabilidades en caso de errores en la transmisión de datos.
La preocupación del MOE no es infundada. En el pasado, el TSE ha enfrentado problemas de credibilidad por las acciones del exdirector de informática, Gustavo Castillo. En julio de 2019, se detectaron errores en el software de conteo de votos que no coincidían con los datos de las actas y esto llevó al Tribunal a destituir a Castillo.
Ese mismo mes, antes de su despido, Castillo relevó en una citación en el Congreso que el software utilizado en las elecciones fue creado por su dirección y que ha estado en uso desde 2011.
Luego, en agosto, a una semana de las votaciones de la segunda vuelta, la Fiscalía de Delitos Electorales del Ministerio Público detuvo a Castillo y al subdirector informático, Beny Obdulio Román Chanquín, por incumplimiento de deberes y destrucción de registros informáticos. Y por la posible comisión de fraude electoral.
Los exfuncionarios fueron enviados a juicio en abril de 2021, en plena pandemia, y el debate inició este año en marzo, casi cuatro años después de los hechos del supuesto fraude. En su lugar quedó Benjamín Rosales y Pablo Romero, pero ninguno de los dos continua en la institución
Se consultó a la OEA respecto a la falta de un director de informática y cómo podría afectar el desempeño de las elecciones, pero no atendieron los cuestionamientos de Prensa Comunitaria. Uno de los observadores de la Misión sí se mostró despreocupado por este aspecto ya que “siempre hay alguien que hace las cosas”, dijo, refiriéndose a Santos.
Detalles del simulacro
En el primer simulacro público participaron 2 mil 542 personas a nivel nacional, 1 mil 956 operadores de puntos de transmisión, 340 coordinadores den municipios, 46 coordinadores en departamentos y en la capital, 150 verificadores y 50 supervisores.
Además, se utilizaron 9 mil 439 equipos, 2 mil 482 computadoras, 2 mil 319 escáneres, routers y teléfonos con internet.
El objetivo del simulacro era digitalizar y verificar 64 mil actas de votación para las cinco elecciones, pertenecientes a 12 mil 800 Juntas Receptoras de Voto que se completaron a la una de la tarde.
Durante la jornada, los magistrados del TSE, fiscales informáticos, observadores electorales. Invitados -MOE, la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES en inglés), cámaras empresariales, OEA, Unión Europea y el Programa de Nacionales Unidas para el Desarrollo (PNUD)- recorrieron las instalaciones del parque para conocer el software y hacer cuestionamientos y sugerencias sobre el mismo.
Cómo funciona el software
El software consiste en un lector de fotografías de las actas que sumarizan los votos de cada mesa de votación. En la plataforma los digitadores ingresan las cifras de las actas y las envían a verificación. En la etapa de la verificación, se revisan que los datos ingresados sean correctos. Esta revisión se practica dos veces y una tercera vez si surgen inconsistencias no detectadas previamente.
La presidenta Palencia ha dicho que el sistema no puede fallar pues no les dejará transmitir los datos a los digitadores y verificadores, si cuenta con una alerta roja.
Como plan B, el TSE piensa tener listo y operando el sistema que utilizó en las elecciones pasadas, el que generó dudas sobre el almacenamiento de los resultados preliminares y que llevó a los exdirectivos a enfrentar un juicio por posible fraude.
A una semana de la impresión de las boletas
En otro tema, la Dirección Electoral está revisando cuáles papeletas no tienen recursos o amparos pendientes de resolver para iniciar la impresión la próxima semana, informó la directora electoral Gloria López.
https://twitter.com/PrensaComunitar/status/1656692384162357249?s=20
La magistrada Palencia ha dicho que en esa revisión se han topado con que todas las categorías de las papeletas tienen amparos pendientes, incluso las del Parlamento Centroamericano (Parlacen).
“Si mandamos a imprimir y tenemos que hacer cambios tendrá un gran impacto económico. No son quetzales sino millones de quetzales”, advirtió la presidenta, quien añadió que han apelado para que las cortes resuelvan “en el menor tiempo posible para que no haya problemas en la impresión de boletas”.
También explicó que, en varias ocasiones, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ha resuelto de forma provisional y ante este dictamen, se han presentado apelaciones ante la Corte de Constitucionalidad (CC). La CC ha ordenado a la CSJ que resuelva, en definitiva, lo que ha prolongado el proceso.