El Ministerio de Energía y Minas (MEM) podría aprobar la exploración de 76.1815 kilómetros cuadrados en el norte de El Estor, Izabal, en la comunidad de Sexán, a la empresa Minas del Norte S.A. Una zona que fue parte del polígono que la minera Fénix explotó hasta 2021, cuando la Corte de Constitucionalidad ordenó suspender operaciones y redujo el área. La noticia ha generado alarma en los vecinos y comunidades que sufrirían el impacto ambiental, pues, nuevamente, no han sido consultados. Todo apunta a que el gobierno repetirá su más antiguo patrón: atropellar a los pueblos para ayudar a empresas extractivas a entrar a la fuerza a los territorios y así, continuar depredando los recursos naturales.
Por Prensa Comunitaria
La empresa Minas del Norte es representada por la guatemalteca, Blanca Yaneth García Seijas, y el 4 de noviembre del 2021 pidió permiso al MEM, para explorar yacimientos de níquel, cobalto, hierro, cobre, plomo, zinc, plata, oro, manganeso, molibdeno, cadmio, minerales del grupo del platino y tierras raras, por un plazo de tres años, de acuerdo a la providencia 2948 de la Dirección General de Minería de fecha 30 de noviembre de 2021, a la que Prensa Comunitaria tuvo acceso.
Según ese documento, firmado por Elizabeth Keller, directora de minería, el ministerio solicitó el dictamen de catastro minero, copia del estudio de impacto ambiental con “modificaciones y ampliaciones si las hubiera”, fotocopia de la resolución de aprobación emitida por el Ministerio de Ambiente, una copia legalizada de la licencia ambiental vigente, además de un dictamen de la Unidad de Fiscalización y la opinión del departamento jurídico del MEM.
El dictamen catastral, emitido el 21 de enero de este año, refiere que el área de exploración se traslapa con la cuenca del lago de Izabal, por lo que “se encuentra dentro de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Izabal y Río Dulce (Amasurli)”.
Ninguno de estos documentos hace referencia al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que establece consultar a las comunidades indígenas que se encuentran en los territorios de interés extractivo.
Minas del Norte también pidió la exploración de otra área de 81.066 kilómetros cuadrados, bajo la solicitud “La Colonia”, en busca del mismo tipo de minerales y tierras raras, según reportó el Observatorio de Industrias Extractivas (OIE).
Pero eso no es todo, pues la empresa Minergia, S.A. también solicitó explorar 90.7503 kilómetros cuadrados dentro del antiguo polígono de la mina Fénix, en busca de los mismos recursos.
Estas solicitudes se hicieron cuando El Estor estaba intervenido por la policía y el ejército por órdenes del gobierno para favorecer la operación de la minera Fénix, propiedad de la empresa ruso-suiza Solway Investment Group.
Piden que se haga una consulta comunitaria
Vecinos de la aldea Sexán, que tiene cerca de 18 comunidades, se han opuesto a esta nueva actividad minera y han pedido al MEM, al Ministerio de Ambiente y a la Procuraduría de Derechos Humanos una explicación acerca de la violación de sus derechos y exigen una consulta respaldando al Convenio 169 de la OIT.
Como cosa extraña, esta vez, la municipalidad de El Estor los acompaña en el reclamo.
“Somos las autoridades de Nueva Jerusalén. Los habitantes de esta comunidad consumen el vital líquido, nuestros ríos serán contaminado permanentemente por las maquinarias. Es obligación del Estado garantizar la protección de las comunidades y no violar nuestros derechos”, expresaron.
Por otro lado, una vecina de origen Q’eqchi’ ha dicho que esta exploración minera “les preocupa bastante” porque afectaría a gran parte de los cultivos que, a lo largo de la historia, han sustentado a la comunidad y que forman parte de la cultura, economía y la financiación de la educación de la niñez.
La exploración también afectaría a la única carretera que tienen para importar y exportar sus productos o para movilizarse en medio de cualquier emergencia. Los vecinos también comentaron que hay una posibilidad de que la empresa trabaje por el área de Cahabón, Alta Verapaz.
La comunidad ha compartido una sospecha con Prensa Comunitaria, pues creen que Minas del Norte es una empresa satélite de la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN), su procesadora Pronico y Mayaníquel. Todas ellas, operan en El Estor y han sido señaladas de contaminar el lago de Izabal y de criminalizar a los habitantes que se les oponen.
Una autoridad ancestral de El Estor que prefirió no ser identificada, comentó que el Estado de Guatemala en complicidad con la empresa minera transnacional de Solway, continúan violentando los derechos de las comunidades Q’eqchi’ y eso hace evidente “el interés de ellos destruir la vida de las personas quienes, históricamente, defienden sus montañas, sus cerros sagrados y la vida plena”.
Mientras tanto, el asunto ha llegado al Congreso. El 22 de septiembre, diputados del Grupo Parlamentario de Oposición (GPO) abordaron el tema y recordaron que una resolución de la CC ordena a que antes deben consultar a los pueblos.