En memoria de Celso, el recuento de las ilusiones
Tiempo de lectura: 3 minutosChicasté[1] salió un día hacia la capital para cumplir su tarea diplomática, cargado de las demandas del pueblo desplazado. “No queremos parcelas, reivindicamos como nuestro el territorio donde ahora nos hemos asentado obligados por el terror del Ejército. Ese territorio nos ha hecho ser quienes somos y por eso lo protegemos con nuestro trabajo colectivo,