Movilizaciones en Cuba: un arma del imperio
Tiempo de lectura: 6 minutosPor Marcelo Colussi Partamos de la base de decir que no hay paraísos, nunca, en ningún lugar. No puede haberlos, porque la vida no es una película de Hollywood con final feliz (donde siempre, no olvidarlo, gana el “muchachito bueno”, que es rubio, dejando en el camino –cosa en la que no se insiste mucho–