Una ramita de hierbabuena
Tiempo de lectura: 2 minutosPor Ilka Oliva-Corado A las once y treinta de la mañana, Jacinta sintió el olor de la hierbabuena fresca después de la lluvia y el de unas ramitas de culantro recién cortadas envueltas en una tortilla recién salida del comal, la sensación del jugo de tomate escurriéndose por las comisuras de los labios le hizo