La quema de la embajada de España y el único campesino enterrado en la Usac
Tiempo de lectura: 2 minutos Por Hernán González El 31 de enero de 1980 los altos mandos del ejército dieron una orden: -¡Qué no quede ninguno vivo! Se refería a los universitarios y campesinos del Comité de Unidad Campesina (CUC) que habían tomado la sede diplomática para denunciar los abusos, violaciones a los derechos humanos y asesinatos que se estaban