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Créditos: Juan José Guillen
Tiempo de lectura: 4 minutos

 

El actual Consejo Superior Universitario CSU, aún sin integrarse, aprobó realizar elecciones para elegir a las autoridades académicas y representantes ante este consejo. Sin embargo, la falta de transparencia en quienes tienen acceso a los padrones electorales ha encendido las alarmas. Los sectores estudiantiles y varios miembros del propio CSU denuncian que estas elecciones podrían estar siendo planificadas para prolongar el control de Walter Mazariegos sobre la universidad por medio de un nuevo fraude electoral.

Por Prensa Comunitaria

Quienes integran el Consejo Superior Universitario (CSU) se vieron forzados a convocar a elecciones internas por orden judicial de la Sala Primera de lo Contencioso Administrativo, esto rompió con la negativa de convocar a elecciones que ha mantenido el mismo Consejo desde 2022.

Durante la primera sesión de este 2025, realizada el 17 de enero, se aprobó con 33 votos la realización de las elecciones internas en la USAC,  las mismas que fueron bloqueadas tres años atrás con la imposición de Mazariegos como rector de facto de la universidad.

Sin embargo, la falta de certeza en los padrones electorales ha generado preocupaciones sobre la transparencia del proceso. Un integrante del CSU, quien solicitó no ser identificado por seguridad señaló que: la confianza en estas elecciones es casi nula, pues deja en claro que lo que buscan es realizar un sondeo, y conocer qué problemas podría enfrentar el grupo de la corrupción del CSU y así ganar o entrampar según sus intereses, con el fin de mantener su régimen autoritario.”

Un representante estudiantil quién solicitó a Prensa Comunitaria resguardar su identidad, explicó que: “Mazariegos tiene el control del acceso al padrón electoral, sabe que el padrón no fue alterado como muchas veces lo ha expresado. Sabe bien que si sus candidatos no ganan en cualquiera de las unidades académicas, por eso utilizará el argumento de que existen problemas con el padrón para anular dicha elección.”

Un ejemplo claro de que el padrón no sufrió ninguna alteración es que luego de la toma de la universidad, en 2022, se realizaron las elecciones de la junta directiva de la Facultad de Agronomía.

Actualmente, 37 de los 40 integrantes del CSU continúan en sus cargos fuera de la temporalidad a la que fueron electos. A pesar de ello, solo se han aprobado nueve elecciones internas, contando la del decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales en 2024, mientras que la elección de los otros 28 representantes o consejeros sigue sin ser incluida en la agenda del consejo.

Las elecciones que se realizarán

Entre los procesos aprobados se incluyen: la elección de los decanos de las facultades de Humanidades e Ingeniería, la elección de los representantes profesionales ante el CSU de la Facultad de Ciencias jurídicas y Sociales; de la Facultad de Arquitectura y  de Veterinaria;  la elección del representante estudiantil ante el CSU de la Facultad de Ciencias Médicas y la elección de los representantes docentes ante el CSU de la Facultad de Veterinaria y  Arquitectura, además de los directores de los Centros Universitarios de El Progreso, San Marcos, Zacapa y Jalapa.

¿Cómo podría fraguarse un nuevo fraude electoral?

Al respecto de cómo podría proceder el fraude electoral el abogado y trabajador de la USAC a quien consultamos, explicó que, si los padrones electorales presentan errores como duplicidad de carnés, registros repetidos, la aparición de una misma persona en varias ocasiones o la exclusión de votantes, la elección podría ser impugnada con base en los artículos 72 y 73 del Reglamento de Elecciones de la USAC.

“Estos errores, cometidos a propósito, podrían considerarse fraude electoral. Además, el reglamento deja a criterio del CSU la determinación de otros vicios fundamentales, más allá de los establecidos en el artículo 73. Esto da vía libre al CSU para argumentar que estos errores son un vicio fundamental y utilizarlos como justificación para anular el proceso donde no logren colocar a sus afines. Dependiendo del caso, la decisión final sobre la nulidad de la elección quedaría en manos de la Junta Electoral Universitaria o del mismo CSU, explicó nuestra fuente.

¿Quién garantiza la integralidad de los padrones electorales?

Varias fuentes universitarias que pidieron no mencionar su identidad por represalias de Mazariegos, han señalado que las acciones del Departamento de Registro y Estadística y del Departamento de Procesamiento de Datos apuntan a la configuración de un nuevo fraude electoral.

“Estos departamentos están tratando de justificar errores en el padrón electoral argumentando la toma de la USAC en 2022 y 2023. Sin embargo, esto es totalmente falso, ya que los sistemas de registro siempre funcionaron. Esta es una estrategia para cometer fraude electoral según convenga a quienes se impusieron en la administración”, aseguró el abogado.

La preocupación en torno a estas elecciones surge a raíz de un informe presentado por el Departamento de Registro y Estadística en la misma sesión del CSU. En el documento, la dependencia advirtió que se encuentra “materialmente imposibilitada de certificar la exactitud y calidad de los registros de los diferentes sistemas informáticos, utilizando nuevamente como justificación la toma de las instalaciones del Campus Central entre mayo de 2022 y junio de 2023.

Según el informe esto puede derivar en perdida de información, registros digitales desactualizados y duplicidad de registros académicos.

 

Además, en una comunicación interna fechada el 13 de enero de 2025, el Departamento de Procesamiento de Datos respaldó la advertencia de Registro y Estadística, indicando que “tecnológicamente existe la posibilidad de que los sistemas presenten inconsistencias, lo que podría incidir en la pérdida de información, registros digitales desactualizados, duplicidad de registros académicos, entre otros errores. Esto representa, en algunas situaciones, la imposibilidad material para certificar la exactitud y calidad de los registros”.

Mazariegos busca controlar al Tribunal Electoral Universitario

A esta estrategia se suma la entrega de las Cinco Medallas Universitarias con las que Mazariegos busca controlar políticamente el Tribunal Electoral Universitario, órgano encargado de conocer en apelaciones las decisiones de la Junta Electoral Universitaria (JEU).

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Además de la intervención de varias juntas directivas que el actual CSU ha realizado en distintas unidades académicas, irrespetando los procesos internos de cada Escuela o Facultad intervenida.

Para los integrantes del Colectivo Estudiantil Universitario, las elecciones aprobadas no garantizan un proceso democrático y transparente. Antonio Ramos denunció que “las elecciones vienen condicionadas, pues los errores en Registro y Estadística y en el Departamento de Procesamiento de Datos pueden ser intencionados y selectivos, con la finalidad de poder manipular fraudulentamente las elecciones aprobando donde logre ganar algún aliado de Mazariegos y anular la elección donde no para mantener a las autoridades que le favorecen en sus cargos hasta que se vuelva a convocar el proceso”.

Aún falta que la aprobación de estas elecciones sea ratificada por los integrantes actuales del Consejo Superior Universitario y posteriormente será cada unidad académica la que deberá realizar la respectiva convocatoria para la elección.

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