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Reverdecer la microcuenca del río las Cañas es la apuesta de Blanca Morales y su familia en Palencia

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Créditos: La apuesta de la familia Morales es reverdecer la microcuenca del río las Cañas en Palencia, Guatemala. Foto de Maylin Hernández
Tiempo de lectura: 7 minutos

 

Morales es una lideresa comunitaria que se dedica a la producción avícola orgánica. Su apuesta es reverdecer la microcuenca del río las Cañas en Palencia, Guatemala.

Por Maylin Hernández

En 2013, Blanca Morales y su familia se mudaron al caserío El Tabacal, ubicado en el municipio de Palencia, al norte del departamento de Guatemala. Desde que llegaron al lugar, la familia ha dedicado su vida a la protección y restauración de la microcuenca del río las Cañas mediante la reforestación de bosques con el fin de reverdecer el entorno natural.

Morales es una lideresa comunitaria, cuenta con cierre de pensum de la carrera de Derecho y se dedica a la producción avícola orgánica. Desde el año 2014, ella y su familia vienen denunciando las irregularidades y problemas ambientales que genera el vertedero municipal ubicado en el caserío El Tabacal, en el kilómetro 24.5 de la carretera al centro del municipio.

El municipio de Palencia se encuentra ubicado a 27 kilómetros de la ciudad de Guatemala, su extensión es aproximadamente de 256 km2 y cuenta con 70,973 habitantes mestizos, de los cuales 34,608 son hombres y 36,365 son mujeres, según el censo poblacional realizado en 2018.

La mayoría de la población palenciana se dedica al comercio informal y una minoría a la agricultura, principalmente a la siembra de maíz, güisquil y papa. Asimismo, un grupo de 10 familias han unido esfuerzos para proteger y restaurar su entorno natural mediante la creación y el cuidado de un corredor biológico en la microcuenca del río las Cañas. Morales y su familia forman parte de esta acción sostenible.

Un sueño verde, la apuesta de Blanca Morales

“Cuando llegamos aquí, solo había cinco encinos, un guayabal y un izote en nuestra propiedad”, recuerda Blanca Morales. “Yo sabía que con dedicación y amor por la tierra, podíamos hacer que este lugar floreciera de nuevo”, agrega.

El terreno de Blanca Morales se encuentra en el mismo kilómetro donde se ubica el vertedero municipal, que se instaló en 2014.

La instalación surgió ante la necesidad de contar con un lugar para el manejo y tratamiento de los desechos sólidos de más de 70 mil habitantes de Palencia, sin embargo, en la actualidad, se ha convertido en uno de los principales focos de contaminación del aire en el área norte del departamento de Guatemala.

Conoce más detalles acá:

Blanca Morales y su lucha contra el vertedero que amenaza un nacimiento de agua en Palencia

Desde que llegaron a Palencia, esta familia ha reforestado más de 30 especies frutales y maderables, entre estos se encuentran el limón persa y real, naranjas, mandarina, aguacate y jocotes. Además, han sembrado pinos casuarina, oocarpa, pino limón, encino blanco, cedro, caoba y ciprés. “Cada árbol que plantamos es una promesa de un futuro mejor para nuestros hijos y para la comunidad”, indica.

La familia Morales es un ejemplo de lucha contra el cambio climático. Foto de Maylin Hernández

Una casa rodeada de árboles

La casa de Blanca Morales está rodeada de árboles frutales, que han sembrado con su familia y han visto crecer con el paso de los años. Tiene una pequeña granja con animales de patio en una zona de barranco en la microcuenca del río las Cañas, que desemboca en el río Motagua. Para llegar al río las Cañas, deben caminar unos dos kilómetros y medio, lo que les toma media hora de bajada y dos horas de regreso.

Diseño de Estuardo de Paz

“Cada vez que un incendio destruye parte de nuestro trabajo, nos unimos aún más como familia para replantar y seguir adelante”, explica. “Realizamos rondas de prevención y colaboramos en el control y mitigación de incendios forestales. Sabemos que es una lucha constante, pero es una lucha que vale la pena”, dice.

La familia Morales ha enfrentado numerosos desafíos en su lucha por la reforestación. El cambio climático y los incendios forestales han arrasado parte de los árboles que han sembrado, sumado a esto la contaminación que provoca el vertedero municipal en la microcuenca del río las Cañas.

Durante el periodo del intenso calor que se registró, entre enero y mediados de junio de este año, la familia Morales enfrentó más de 15 incendios en las cercanías de su propiedad y dentro del vertedero municipal de Palencia, que afectó severamente la microcuenca del río que tanto han protegido. De acuerdo a Blanca Morales estos incendios fueron provocados por los leñateros y agricultores que buscan una forma más fácil para sembrar y trabajadores de la empresa constructora Proyectos y Servicios de Oriente S.A., quienes han incrementado significativamente la quema de basura y el daño ambiental en la región.

La familia Morales analizan la forma de recuperar el bosque tras los incendios forestales de este año. Foto de Maylin Hernández

La realidad de la contaminación de la microcuenca

Una parte de la microcuenca del río las Cañas circula en la orilla de terreno de Blanca Morales, pero a este se une el caudal de la quebrada La Gatera, un aguaje de la laguna Monja Blanca; y la quebrada de El Tabacal, que recorre el área del vertedero municipal.

En una de las áreas donde se unen las dos quebradas se observa una diferencia abismal en el color del agua y lo que estas llevan consigo. Por ejemplo, el agua que viene de la laguna Monja Blanca y desemboca en la microcuenca del río las Cañas no lleva basura a su paso, en comparación de la quebrada El Tabacal, que recorre cualquier tipo de basura y contaminación que se desprende del mismo vertedero.

Esta es la realidad del entorno de vida de Blanca Morales y su familia. “Es muy triste ver cómo la basura y la contaminación afectan todo nuestro entorno natural que tanto nos esforzamos por proteger”, señala.

La situación que provocan las dos quebradas, a la derecha se ubica la quebrada de El Tabacal y en la izquierda la quebrada La Gatera. Foto de Maylin Hernández
La familia Morales observa con tristeza los estragos de las dos quebradas. Foto de Maylin Hernández

Reforestar para conservar un corredor biológico

En el sector donde reside la familia Morales se encuentra un área de bosque espinoso, pero limita con una zona denominada “la puerta de entrada al corredor seco”, donde casi no llueve y el clima es vulnerable por la sequía.

Su vivienda se encuentra a escasos metros del vertedero municipal y en uno de los costados pasa el río las Cañas.

Los esfuerzos de Blanca y su familia han tenido un impacto significativo en la comunidad. “La calidad del aire ha mejorado y la frescura proporcionada por la sombra de los árboles hace que los días sean más llevaderos, es decir más amigable”, explica Morales. “Además, hemos visto el regreso de varias especies de flora y fauna, lo cual es una señal de que estamos en el camino correcto”, narra.

Blanca Morales y su familia conversando sobre los impactos de la reforestación en la comunidad. Foto de Maylin Hernández

Más que un logro, las acciones de esta familia es de esperanza y aliento para otras comunidades de Palencia. “Aún estamos a tiempo de cuidar nuestro entorno, de hacer mejoras y protegernos del cambio climático. Si todos ponemos nuestro granito de arena, juntos nos daremos cuenta de que el árbol que sembramos hoy nos sostendrá la vida mañana”, dice en su mensaje.

La familia Morales tiene un plan a futuro: seguir sembrando árboles hasta que el bosque sea sostenible y esté tan tupido como lo fue aproximadamente hace 100 años. “Queremos ver este lugar tan verde y lleno de vida como lo imaginamos. No es solo un sueño, es nuestra misión”, dice Blanca con una sonrisa.

Don Víctor Morales contemplando la reforestación que han realizado. Foto de Maylin Hernández

Algunos datos técnicos sobre la importancia de las microcuencas

Según Blanca Morales, una microcuenca es el área de arrastre de aguas superficiales (lluvia) o subterráneas que llegan a una red natural o un río principal. La protección de estas microcuencas es crucial porque su capacidad para arrastrar contaminantes puede dañar gravemente la calidad del agua.

Juan Zelada, director técnico de la Asociación de Reservas Naturales Privadas de Guatemala, añade que las microcuencas son sistemas hídricos que drenan hacia un punto en común. “Las microcuencas, que son los niveles más pequeños de una cuenca hidrográfica, se unen y fluyen hacia ríos más grandes. Por ello, es vital tener una planificación adecuada que contemple la conservación y recuperación de áreas importantes para la recarga hídrica”.

La gestión adecuada de las cuencas incluye la promoción de la conservación y recuperación de áreas de recarga hídrica, el desarrollo ordenado de zonas urbanas y agrícolas, y la protección de áreas vulnerables. Este enfoque holístico asegura que todas las actividades humanas se realicen de manera sostenible y coordinada, minimizando los impactos negativos en el medio ambiente.

Este texto se realizó en el marco de la Sala de Creación comunitaria y medioambiental, un ejercicio periodístico colectivo organizado con un grupo de periodistas de territorios de Prensa Comunitaria, bajo la coordinación de Francisco Simón.

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