Los integrantes de las Salas de Apelaciones ya eligieron a sus comisionados para la postuladora de la Corte Suprema de Justicia. Falta que se les juramente para que tomen posesión de sus puestos y, si bien es un nuevo proceso de elección de magistrados, once de los doce togados designados ya habrían manipulado ilegalmente una elección de cortes.
Por Alexander Valdéz y Cristian García
El Movimiento Pro Justicia vincula a estos comisionados con Néster Vásquez, presidente de la Corte de Constitucionalidad; Estuardo Gálvez, exrector de la Universidad de San Carlos; y Sergio Roberto López Villatoro, líder de varios grupos en el Colegio de Abogados.
Más allá de estos nexos, estos magistrados fueron electos para integrar las Salas de Apelaciones tras un escandaloso proceso de selección y al menos 11 de ellos fueron apadrinados. Es decir, lograron ser magistrados con el apoyo ilícito de algún operador.
Estos “padrinos”, “operadores” o “patrocinadores”, según la investigación desarrollada por la FECI de Juan Francisco Sandoval, concertaron que profesionales querían que se incluyeran en la lista de 296 nominados a las cortes que se envió al Congreso de la República.
Eso ocurrió hace cuatro años y fue documentado en el caso Comisiones Paralelas 2020, que describe cómo se vició el nombramiento de los magistrados, un engranaje en el que habrían estado involucrados la mayoría de los ahora comisionados de las Salas de Apelaciones.
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Fórmula
La fiscalía indicó que cada “padrino” tenía una cuota de candidatos que podía incluir en el listado, en función de la cantidad de comisionados que poseía en las postuladoras. Por ejemplo, Estuardo Gálvez tenía cuatro comisionados y por eso le correspondían 40 espacios en la nómina.
En tanto que Juan Salvador Soto Hernández tenía un escaño (él era el comisionado) y le tocaban diez casillas, al igual que a Jenniffer Candelaria Dell’Acqua Lima, que era comisionada y, al tener un voto, se le brindaron diez espacios.
La cantidad no siempre fue homogénea. A Murphy Paiz, otro “operador”, le pertenecían doce nominados. Mientras que a diez miembros de la Corte Suprema de Justicia que habrían participado en las negociaciones, se les atribuyeron 68 sitios.
El resto de “patrocinadores” eran Juan José Bolaños Mejía, Olga del Rosario Alfaro Pineda, Henry Giovanni Dubón Ruano, Gloria Elizabeth Ortiz Mérida, Luis Fernando Ruiz Ramírez, Ismael Armando Ajín Pérez, el Instituto de Magistrados y algunos decanos de las facultades de Derecho.
Pese a que ya existía un listado pactado entre estos actores, todavía consiguieron “colarse” en el listado personas que, supuestamente, no recibieron respaldo de algún “padrino”. Para la FECI fueron casos excepcionales y apenas 37 profesionales lo lograron.
Por eso, el equipo de Juan Francisco Sandoval pretendía establecer la relación que había entre los “operadores” y los 259 candidatos a magistrados que habían sido apalabrados y que habrían ingresado de forma irregular en el listado.
La tesis de los investigadores era que una vez fuera electos para estar en las cortes, responderían a los intereses de su “patrocinador”. Sin embargo, los fiscales fueron criminalizados y eso limitó las diligencias.
Magistrados electos
Dado la forma en la que fueron seleccionados, a continuación se presentan los “padrinos” de cada uno de los magistrados de Salas que, este año, serán comisionados en la postuladora de la Corte Suprema de Justicia.
Además, se colocan los antecedentes de su trayectoria profesional y si en Guatecompras aparecen como contratistas del Estado, con el fin de identificar la red de espacios en la que han tenido incidencia.