Organizaciones sociales y campesinas, agricultoras y agricultores agroecológicos de diferentes territorios del país, con el apoyo de científicos de Ecuador y México, realizaron pruebas a sus semillas nativas para identificar la presencia de la proteína transgénica CP4 EPSPS que da el rasgo de tolerancia al agroquímico altamente peligroso en glifosato.
Por Hugo Bulux
Durante el Seminario Nacional sobre Soberanía Alimentaria, realizado en Chimaltenango los y las participantes reflexionaron sobre la conservación de las semillas nativas y al mismo tiempo analizar la presencia de proteínas transgénicas en muestras de maíz blanco, rojo, amarillo y negro.
La actividad se realizó el 11 y 12 de abril, con el apoyo de la Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala (REDSAG) y la Asociación Comunitaria para el Desarrollo (SERJUS).
Seminario de Soberanía Alimentaria en #Chimaltenango 🌽🌾
Este 11 y 12 de abril en Chimaltenango se desarrolla el “Seminario de Soberanía Alimentaria”, con el apoyo de la Red Nacional de Soberanía Alimentaría (REDSAG) y la Asociación Comunitaria para el Desarrollo (SERJUS) pic.twitter.com/g3KTYjetS9
— Prensa Comunitaria Km169 (@PrensaComunitar) April 12, 2025
Emanuel Gonzáles Ortega, investigador y científico mexicano, de la Secretaria de Humanidades, Invocación, Ciencia y Tecnología del Gobierno de México; junto a Elizabeth Bravo, bióloga ecuatoriana que trabaja para la organización Acción Ecológica, se encargaron de realizar las pruebas a las semillas de maíz.
Para Ortega, las pruebas buscaban la detección de proteínas transgénicas. El proceso consistió en moler unos granos de maíz, colocar una pequeña muestra en tubos plásticos, agregar agua y revolver; posteriormente introducir una banda con un reactivo y esperar por 5 minutos para tener el resultado. Estas pruebas son similares a las pruebas utilizadas para detectar un embarazo. Si las semillas están libres de transgénicos, en la banda reactiva aparece una línea de color rojo, pero si en la banda aparecen dos líneas significa que existe presencia de proteínas transgénicas.
Las proteínas transgénicas son modificaciones genéticas que se producen en laboratorios. Estás proteínas aumentan la resistencia de semillas contra patógenos microbianos, como hongos o virus, o proteger a las plantas transgénicas de plagas de insectos.
En la actividad se realizaron aproximadamente 40 pruebas con semillas provenientes de los departamentos de Huehuetenango, Quiché, Totonicapán, Quetzaltenango, San Marcos, Retalhuleu, Sololá, Chimaltenango, Guatemala y Jalapa. Todas las pruebas salieron negativas, es decir, no se encontró presencia de proteínas transgénicas.
Sin embargo, según datos proporcionados por REDSAG, mediante pruebas de detección, se ha confirmado la presencia de maíz transgénico en regiones de Petén y Chiquimula. Con aplausos y gritos de alegría los participantes se mostraron felices al saber que sus semillas nativas siguen estando libres de transgénicos, aunque existe preocupación por las políticas gubernamentales que están favoreciendo la comercialización y utilización de semillas transgénicas poniendo en peligro, no solo la salud, sino también el elemento fundamental para la vida de los pueblos originarios.

¿Qué son las semillas transgénicas?
Según los expertos, son semillas creadas en laboratorios con la finalidad de alterar su composición genética, es decir alterar sus genes, con el argumento de mejorar su resistencia a las plagas, mejorar su rendimiento, resistir a los efectos de la crisis climática, entre otros beneficios. Sin embargo, su uso o consumo tiene graves consecuencias para el ecosistema, para la biodiversidad y para la salud de las personas. Además, crea una dependencia hacia su utilización, fomenta su privatización y pone en riesgo la soberanía alimentaria.
Las semillas nativas están en riesgo
Según la REDSAG, en 2025, el Gobierno de Guatemala por medio del Congreso de la República, asignó Q5 millones a la oenegé Fondo Maíz de Poder, vinculada a la empresa extranjera “Semilla Nueva”, para impulsar la biotecnología llamada edición genómica de maíz, mediante la tecnología CRISPR-Cas. Existe evidencia científica que la técnica no es precisa, y que puede tener consecuencias imprevistas e incontrolables para los cultivos y salud de las personas, representando una amenaza para la soberanía alimentaria.
Las demandas de los pueblos originarios
Al final del seminario, las organizaciones participantes emitieron un comunicado para exigir al Gobierno de Guatemala la derogación inmediata del Reglamento Técnico de Bioseguridad de OVMs (Organismos Vivos Modificados) para usos agropecuarios; la promoción de políticas públicas orientadas a proteger y fomentar el uso de semillas nativas y criollas; el respeto y aplicación plena del Convenio 169 de la OIT y la Declaración de los Derechos Campesinos. Al Congreso de la República exigieron la aprobación inmediata de la Iniciativa 6086, Ley de biodiversidad y conocimientos ancestrales y rechazar toda iniciativa que ponga en peligro las semillas nativas.
🧵 Bajo el lema “Cuidamos y defendemos las semillas para la continuidad de la vida” organizaciones y autoridades ancestrales del país expresan su posicición sobre las semillas transgénicas.
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