Por Jesús Hernández
Octubre es recordado como símbolo de la conciencia política, la rebeldía y la autoestima como pueblos. El pasado 12 se conmemoraba con sus luces y sombras el “día de la hispanidad”; el hecho de hablar de la fecha despierta la autoestima de pueblo con la triada de preguntas en la mirada hacia el horizonte ¿quiénes éramos? ¿qué nos pasó? y ¿hacia dónde vamos? Quizá siga siendo el referente para entender esta relación entre pueblos.
El punto de partida teórico no es suficiente cuando se habla de interculturalidad, multiculturalidad y plurinacionalidad; términos conceptuales que, referidos hacia el conjunto de la sociedad y su construcción social, replantean los paradigmas de relación social, económica y política. Es decir, se trata de construir al sujeto político desde la interculturalidad; que da paso jurídico hacia los derechos colectivos hacia la pluralidad.
Está claro que estos dos conceptos se deben considerar como paso hacia eso que se quiere llegar: el nuevo contrato social que no es solo la mirada de los pueblos indígenas sino un paso necesario para el reconocimiento de todos los grupos sociales que articulan esta sociedad.
Al analizar a la sociedad guatemalteca en el mosaico de identidades y expresiones, pero difícil avanzar hacia ese respeto en la diferencia, sobre todo cuando se está pidiendo la revisión de la constitución para responder a esta enorme riqueza que hay en el país, exige nuevas formas de gobernanza y autonomía. Reto enorme concretarlo, por muchos traspiés que sufren estos cambios políticos y jurídicos, que como ya se sabe, los que conocen las leyes ponen sus trancas…
No deja de ser verdad que la interculturalidad ha sido un concepto creado para decir que el necesario diálogo entre las culturas se construye conociendo lo que somos como pueblos. ¿Cuánto conocemos al pueblo maya, al pueblo garífuna, al pueblo xinka y al pueblo mestizo? No es una referencia folklórica sino el posicionamiento identitario, político, social y económico. Es una referencia a las autonomías y formas de gobierno que se ejercen entre estos pueblos y que hoy piden la palabra para decir: esta es la posibilidad que se nos avecina en el camino. Se avanza hacia el Estado plurinacional.
En la historia siempre ha habido alguien que controla, domina y ejerce su poder sobre los demás. Por lo tanto, estos conceptos plantean una intencionalidad de relación entre el “nosotros vs. el otro”, los que configuran esta plurinacionalidad guatemalteca. Porque cuando ya se da el paso para concretar cómo darles vida a esos conceptos desde esta realidad guatemalteca, se rechazan por su implicación política y, sobre todo, la económica. El difícil tránsito de modelos neoliberales a alternativas más justas y equitativas.
En este sentido, se puede decir que hay un buen conocimiento de la cosmovisión de los pueblos, se reflexiona desde lo interno de la comunidad lo que somos y lo que proyectamos en la sociedad. Es tiempo de buenos aires, limpio, transparente, oxigeno de vida que hay que inyectarle a este mundo o territorio guatemalteco. La plurinacionalidad es un derecho de todas y todos.
La siguiente fecha muy reciente. El 20 de octubre ha sido esa memoria: 80 años de aquella gesta de estudiantes, profesores, y sociedad civil para darle un “hasta aquí” al totalitarismo. ¿Será suficiente con solo recordarlo y caminar para decir aquí está la nueva generación que exige cambios profundos a este sistema de Nación?
Hacer de esta nación una plurinacionalidad, donde todos quepamos, donde se tengan las oportunidades educativas, económicas y sociales será el sueño guatemalteco… al revés del sueño americano… es el sueño guatemalteco el que toca construir y trabajar juntos: la plurinacionalidad.
El día en el calendario maya es esa referencia… que llegue el nuevo aire, el nuevo soplo, el que sacude el pensamiento y nos pone en movimiento: nos hablamos, nos oímos y caminamos juntos desde nuestras diferencias.
Se recrea en la ceremonia con la intención de pedir al sagrado fuego: que el viento, como elemento de vida y de cambio, se lleve los sufrimientos, las enfermedades y todos lo malo que existe para que surja la nueva vida entre todas y todos… de repente respiramos este aire puro nuevamente, de repente