La llegada de Walter Mazariegos a la rectoría de la USAC no fue una casualidad. Tras su ascenso existe un grupo de personas que lo apoyaron y movieron las piezas del engranaje integrado por instituciones estatales, poderes del Estado y cortes de justicia. Esta misma red se ha confabulado con otros grupos de poder, que en 2023, fueron señalados como actores antidemocráticos y que fueron incluidos en la lista de actores corruptos.
Por Prensa Comunitaria
Walter Mazariegos no actuó solo para imponerse como rector. La cuenta de la red social X, “Un Rector Digno” filtró información de al menos 17 personas señaladas de formar parte de una estructura paralela encargada de bloquear las acciones legales contra el fraude en la USAC.
Henry Manuel Arriaga Contreras, decano de Derecho, también formó parte de la red y de acuerdo a la investigación periodística: La red que permitió el fraude en la USAC y protegió a Mazariegos, “todo lo que Mazariegos le dice que apruebe, él aprueba”.
En 2022, Arriaga fue uno de los integrantes de la Comisión de Postulación para elegir a la fiscal general del Ministerio Público (MP) y votó para que Consuelo Porras formara parte de la terna y con ello lograr su reelección por cuatro años más.
“Henry Arriaga se plegó a las órdenes de Mazariegos y de esa manera logró que el MP desestimará el caso de corrupción presentado en su contra por haber licitado y adjudicado la construcción de un edificio para la USAC en Quetzaltenango, que pagó por adelantado Q12 millones a una constructora y el proyecto nunca se realizó”, explicó una fuente consultada.
En este caso también está involucrado el exrector Murphy Paiz y fue investigado por la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) durante la gestión de Juan Francisco Sandoval y por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). El edificio estaría destinado para clínicas, laboratorios y aulas del Centro Universitario de Occidente (Cunoc) y tendría un costo total de Q64.1 millones.
La obra fue adjudicada, por Arriaga y el exrector Estuardo Gálvez, a la empresa Constructora de Obras Civiles, S.A. (Cocisa). Tanto Gálvez como Arriaga fueron beneficiados con falta de mérito por el juez Víctor Cruz, en febrero de 2022.
Arriaga es el decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales y forma parte de las Comisiones de Postulación para elegir a magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Salas de Apelaciones para el periodo 2024-2029.
Otro de los actores aliados a Mazariegos y señalado en la red que habría ayudado al rector de facto llegar al poder es Luis Antonio Suárez Roldán, quien en ese entonces era decano de la Facultad de Ciencias Económicas. Hasta enero de 2022, fue el candidato predilecto del poder conservador en la USAC.
Suárez renunció a su candidatura a la rectoría tan solo unas horas antes de la cita prevista en el Museo de la Universidad de San Carlos (Musac) para que se realizaran las votaciones para elegir rector, el 27 de abril de 2022. La decisión dio a entender que llegaron a un acuerdo con el grupo que apoyaba a Mazariegos, pues los votos que había logrado en la primera fase se los llevó la planilla vinculada al ahora rector de facto.
Meses después, Suárez Roldán fue proclamado como candidato a la vicepresidencia por el partido oficial Vamos, junto a Manuel Conde Orellana. La actividad se realizó en Totonicapán con la presencia de Miguel Martínez, exdirector del Centro de Gobierno, y con el uso de los recursos del gobierno de Alejandro Giammattei para realizar la actividad.
Aunque Suárez no tuvo suerte en la elección presidencial, sí logró hace algunos días que la Corte de Constitucionalidad (CC) fallara a su favor para continuar como presidente suplente en la junta directiva del Banco de los Trabajadores. La orden de la CC deja sin efecto la decisión del presidente Bernardo Arévalo de removerlo del cargo.
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La red que permitió el fraude en la USAC y protegió a Mazariegos
A dos años de una gestión de facto
El 6 de septiembre, dos meses después de ser juramentado por el CSU, Mazariegos dio un mensaje a través de un video pregrabado en un hotel de la ciudad y divulgado en su cuenta personal de YouTube.
Acompañado por más de 40 trabajadores de la USAC, entre ellos directores de los centros regionales, personal administrativo de la Universidad y algunos miembros del CSU, señalados por la comunidad universitaria de apoyar el fraude en la elección a rector, Mazariegos dijo que tenía la intención de “solucionar a la brevedad la crisis que atraviesa la Universidad de San Carlos”.
Mazariegos evidenció en su mensaje que, “algunos grupos” de la universidad habían solicitado al nuevo procurador de los Derechos Humanos, José Alejandro Córdova, su intervención en la situación de la USAC y dijo que tanto él como las personas que lo acompañaban se adherían a tal solicitud.
Sin embargo, trabajadores del Campus Central y estudiantes de sedes departamentales de la Facultad de Humanidades y de otros centros universitarios denunciaron que estaban siendo objeto de coacción y manipulación para firmar hojas en blanco con la solicitud.
Incluso, el Sindicato de Trabajadores de la Universidad de San Carlos de Guatemala (STUSC) compartió un comunicado en donde aseguró que “trabajadores de diferentes unidades han denunciado que están siendo convocados bajo amenazas y engaños para firmar hojas en blanco bajo el argumento de apoyar a la Universidad en la crisis que afronta y, posteriormente, el listado de firmas enviarlo a la Procuraduría de los Derechos Humanos”.
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USAC: las mentiras de Walter Mazariegos en mensaje pregrabado
Las instalaciones de la USAC a nivel nacional fueron tomadas como respuesta a la imposición de Mazariegos como rector. En varias ocasiones fueron víctimas de represión liderada por autoridades universitarias que enviaban grupos de choque para desalojarlos de las instalaciones como ocurrió el 4 de agosto de 2022.
Personal de la Dirección General de Investigación (DIGA), dirigidos por Luis Pedro Ortiz, apoyados por un grupo afín a Mazariegos, intentaron ingresar de manera violenta a las instalaciones del campus central para recuperar las instalaciones que habían sido tomadas desde el 19 de mayo de 2022.
Un año después de la toma, las autoridades se negaban establecer un diálogo con los estudiantes, docentes y trabajadores universitarios. Al contrario, el CSU impulsó medidas disciplinarias para criminalizar y expulsar a quienes se unieron a la movilización en rechazo a su gestión.
El 20 de febrero de 2023, se registró otro hecho violento. Grupos de choque ingresaron violentamente al Centro Universitario de Occidente (CUNOC), portando capuchas negras, armados con palos, armas punzantes y lanzando amenazas de llevar armas de fuego.
Las estrategias de represión de Walter Mazariegos a lo interno de la Universidad hacen recordar a las utilizadas en los años ochenta para acallar las voces disidentes. La violencia psicológica ha sido la práctica del rector de facto ante la resistencia estudiantil, así como la criminalización de estudiantes a través de denuncias penales.
“Hoy, a 365 días de resistencia digna y de protestas a nivel nacional, el Consejo Superior Universitario sigue sin dar resolución a las demandas legítimas. Más bien, ha mostrado su complicidad con las autoridades del gobierno al ser artífice de la violencia, persecución, intimidación, criminalización y expulsión de estudiantes opositores como Camilo García, además de que algunos de sus afines hoy compiten por puestos de elección popular por el partido oficialista (de Giammattei)”, indicó el 27 de abril de 2023 en un comunicado la Coordinadora General de Estudiantes, que aglutina a estudiantes, docentes, profesionales y trabajadores.
Aunque la entrega de las instalaciones se hizo el 29 de abril de ese año, quienes participaron agregaron que continuarán con la lucha.
La gestión del rector de facto se ha caracterizado por la violencia dentro de las instalaciones del campus central y otros centros universitarios, la criminalización, intimidación, cierre al diálogo, despidos laborales y mantener capturado el padrón estudiantil para evitar relevos de las autoridades de las unidades académicas.
En la lista Engel del Departamento de Estado
Además del rechazo de la comunidad universitaria y otros sectores de la sociedad, el 19 de julio del año pasado, el Departamento de Estado, de Estados Unidos, publicó la Lista Engel en la que sancionan a ciudadanos de Guatemala, El Salvador y Honduras, señalados de estar involucrados en casos de corrupción.
En Guatemala, además de figurar los nombres de jueces, fiscales y funcionarios, se incluyó a Mazariegos por llegar a la rectoría a través de un fraude promovido desde el Gobierno.
“Desvirtuó procesos o instituciones democráticas al aceptar el cargo de rector de la institución de educación pública en julio de 2022, tras un proceso de selección fraudulenta”, expresó el Departamento de Estado.
A dos años de estar al frente de la rectoría, su controvertido mandato también ha puesto en entredicho la integridad y la autonomía de la USAC, generando preocupación sobre el futuro de la educación superior y pública en Guatemala.
La USAC además de ser autónoma puede presentar iniciativas de ley y tiene representación en más de 60 instituciones gubernamentales enfocadas en economía, salud, medio ambiente, infraestructura y el sector justicia por lo que su incidencia también se basa en la elección de magistrados, fiscal general, intendentes y contralores, además de representaciones en Codedes, Junta Monetaria, Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, entre otras instancias.
Sobre la ejecución del presupuesto y transparencia en su gestión hay pocos datos. Mazariegos, parece ser un rector que gobierna desde la distancia desde que asumió el cargo. Pero su gestión también consolida lo iniciado por otros exrectores como Estuardo Gálvez.
Sin lograr la presidencia de las Comisiones de Postulación
Dos años después de ausencia ante medios de comunicación, Walter Mazariegos reapareció el jueves 6 de junio de 2024 en el Foro de Rectores ante la expectativa de si sería electo o no para presidir una de las dos comisiones de Postulación para Magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y Salas de Apelaciones.
Fue uno de los primeros rectores en ingresar al Salón del Pueblo en el Congreso de la República, lugar asignado para la elección. Vestido con traje negro, camisa blanca, corbata azul que remataba con un pin y un anillo con el logo de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) e incluso un reloj que parecía ser de la marca suiza Rolex.
Con un sobre amarillo y su celular en las manos, caminó lentamente hacia el lugar identificado con su nombre. Antes de sentarse, dejó sobre la mesa sus pertenencias, se acomodó el saco para luego mirar hacia las cámaras de video y fotografía que captaban cada uno de sus movimientos.
Durante la sesión tomó constantemente agua y observó su teléfono. Dos veces pidió la palabra, la primera para saludar a los 13 de 15 rectores de las universidades del país que asistieron a la reunión. “Hoy tenemos una gran responsabilidad para elegir a los dos presidentes que van a integrar las dos Comisiones de Postulación”, dijo para secundar la iniciativa del diputado y rector de la Universidad Rural de Guatemala, Fidel Reyes Lee, para que la propuesta de candidatos fuera abierta y ganara por mayoría simple.
Días previos a la cita del Foro de Rectores, organizaciones de estudiantes y de la sociedad civil habían enviado cartas a las universidades y publicaron comunicados denunciando la falta de “honorabilidad” de Mazariegos, por haberse impuesto en la rectoría de la única universidad pública del país, por criminalizar a estudiantes, docentes y trabajadores que se oponen a su nombramiento y por haber sido incluido por el Departamento de Estado de Estados Unidos en la Lista Engel de actores corruptos y antidemocráticos.
La sesión transcurrió y ninguno de los rectores propuso a Mazariegos para presidir las postuladoras. Varias fuentes señalaban que el rector de facto podría estar interesado en liderar una de las comisiones de postulación ya que la alianza con los magistrados podría beneficiar su imposición en la rectoría y casos en su contra que no han avanzado en los juzgados.
La elección de Mazariegos está tachada de fraudulenta debido a varias irregularidades previo y durante el proceso, así como la exclusión de electores y candidatos opositores. Paradójicamente, antes de firmar el acta final de la reunión en donde consta que Miquel Cortés, rector de la Universidad Rafael Landívar, presidirá la Comisión de Postulación de la CSJ, y Raúl Arévalo, de la Universidad InterNaciones, la de Salas de Apelaciones, Mazariegos pidió la palabra para que el notario agregara el número de votos, ocho a favor, con los que fue electo Raúl Arévalo ya que no había constancia en el documento. “Sería ideal colocar cuáles fueron los resultados”, comentó.
Durante una pausa de más de media hora, Mazariegos se mostró sonriente y entablando plática con rectores que le rodeaban entre ellos: María Durando, de la Universidad del Valle y Arturo Quevedo de la Francisco Marroquín. Luego de un par de llamadas dejó su asiento y se dirigió hacia otro extremo de la sala en donde se encontraba Reyes Lee, quien le presentó a personal del Congreso y tras los breves saludos abandonó el Salón del Pueblo sin brindar declaraciones.
“Yo no tengo rector”, continúa siendo la consigna de profesionales que se gradúan de la USAC, así como de docentes y trabajadores de la resistencia. Mazariegos fue juramentado por el Consejo Superior Universitario (CSU) a través de una videollamada el 1 de julio de 2022 en medio de críticas y señalamientos.
Los hechos durante las elecciones causaron indignación en la comunidad universitaria y otros sectores de la sociedad que calificaron, desde entonces, a Mazariegos como un rector de facto. Su imposición se dio con una alianza entre el CSU, actores políticos corruptos y el respaldo del entonces gobierno de Alejandro Giammattei (2020-2024).
Quienes se opusieron a su nombramiento actualmente son criminalizados con una campaña impulsada por él a través del CSU. El intento de silenciar y deslegitimar a estas voces se materializó en noviembre del año pasado cuando el Ministerio Público dio a conocer el caso Toma USAC: Botín Político en donde se señala a decanos, estudiantes, docentes, sindicalistas y otras personas ajenas a la USAC por manifestarse en contra del rector de facto. En ese mismo caso el Ministerio Público también persigue al presidente y vicepresidenta del país, y varios integrantes del partido Semilla, la agrupación que ganó las elecciones generales.
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El presente de Mazariegos
Aunque Mazariegos no logró la presidencia de las Comisiones de Postulación para elegir magistrados de Corte Suprema de Justicia y Salas de Apelaciones, uno de sus principales aliados tiene voz y voto en ambos grupos. Se trata del decano de la Facultad de Derecho, Henry Manuel Arriaga, quien hasta ahora forma parte del grupo que ha obstaculizado el inicio del trabajo de las postuladoras. Se trata del mismo que apoyó la reelección de la fiscal general en mayo de 2022 cuando también fungía como comisionado.
De esta manera Mazariegos se mantiene vigente en los grupos que toman decisiones y siempre aparece en los momentos de crisis. Así como era parte del Consejo Superior Universitario cuando fue detenido el entonces rector Murphy Paiz, en 2021, su nombre también figuró luego del asesinato del decano de la Facultad de Humanidades en 2008. En ese mismo año logró convertirse en decano de Humanidades, siendo el único candidato. En 2022 arrebató la rectoría. Las próximas elecciones para rector de la USAC se realizarán en 2026, y todo apunta que Mazariegos estará el frente de esa futura crisis.
*Esta es la tercera parte y final del reportaje: Las crisis de la USAC que catapultaron a Walter Mazariegos.
Para leer la primera parte
https://prensacomunitaria.org/2024/08/las-crisis-de-la-usac-que-catapultaron-a-walter-mazariegos-parte-i-de-iii/
Para leer la segunda parte
https://prensacomunitaria.org/2024/08/los-aliados-de-mazariegos-y-la-red-que-se-extiende-hacia-las-cortes/
