Este jueves están programadas las interpelaciones del ministro de Gobernación y del canciller. El Ejecutivo prevé una semana “políticamente intensa”. Hasta ahora, señalan, los funcionarios han atendido más de 1000 citaciones del Congreso. Las interpelaciones se han utilizado como una táctica política para estancar la agenda en el pleno o incluso ahora podría ser un chantaje al Ejecutivo, señalan diputado de Semilla.
Por Isela Espinoza
El Congreso interpelará el próximo jueves 25 de julio a los ministros de Gobernación (Mingob), Francisco Jiménez, y al de Relaciones Exteriores (Minex), Carlos Ramiro Martínez. “Las interpelaciones responden a una serie de ataques que, incluso, se intensificarán esta semana”, dijo Santiago Palomo, durante una conferencia de prensa este lunes.
En su alocución, Palomo resaltó que, en los primeros seis meses del Gobierno, han atendido más de 1 mil citaciones al Congreso de la República lo que calificó como “un dato inédito”. Aunque resaltó que respetan el derecho de fiscalización de los diputados también pidió que estas interpelaciones no sean extensas. “Si las dudas son legítimas y técnicas la interpelación debería de ser ágil y precisas”, agregó.
Según la agenda legislativa, la interpelación se realizará durante una sesión extraordinaria prevista para el jueves la cual iniciará a las 10:00 y podría concluir a las 18.00 horas.
Palomo estuvo acompañado en la conferencia por Jiménez quien afirmó que esta semana será “intensa políticamente” ya que, para el ministro, la interpelación no solo está enfocada en él sino en su equipo de trabajo.
El jefe de la cartera de Gobernación cuestionó que la diputada del partido Valor y excanciller, Sandra Jovel, solicitara la medida en su contra el pasado 6 de mayo ya que, según ella, la criminalidad ha aumentado.
“Estamos asumiendo esta interpelación como una rendición de cuentas. Claro, nos llama la atención muy fuertemente que, en apenas seis meses de haber tomado posesión, la diputada Sandra Jovel haya pedido interpelación porque en seis meses hacer rendición de cuentas es importante pero un juicio político me parece extremo”, enfatizó Jiménez.
Por otro lado, hace 10 días, el presidente durante un TikTok Live con el diputado Samuel Pérez, se refirió a este juicio político como una medida para no “dejar trabajar” a los ministros de su Gobierno.
También el canciller
El canciller también tiene programada su interpelación este jueves, se trata de tres solicitudes hechas el pasado 13 de mayo por los diputados Nadia de León, Byron Rodríguez, Elmer Palencia, Álvaro Arzú, Jorge Mario Villagrán, Allan Rodríguez, Alexandra Ajcip, Fidel Reyes Lee, de los partidos Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Todos, Valor, Unionista, Azul, Vamos, Elefante, BIEN, entre otros.
Los diputados señalan que buscan conocer los resultados de su gestión y el voto de Guatemala a favor Palestina a través de su representante ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Nunca había pasado en la historia del Congreso que se interpelara tres veces a un ministro en un mismo momento”, expresó el diputado Samuel Pérez.
3️⃣🧵 Jiménez: “Hacer rendición de cuentas es importante. Pero, un juicio político me parece extremo”
El ministro de Gobernación se refirió a la citación del jueves 25 de julio promovido por la excanciller y diputada de Valor, Sandra Jovel. “Es una semana políticamente intensa.… pic.twitter.com/tuRzqdHwvs
— Prensa Comunitaria Km169 (@PrensaComunitar) July 22, 2024
Táctica política o chantaje
La interpelación es un derecho de los diputados establecido en la Ley Orgánica del Organismo Legislativo. Es un juicio político y la última instancia cuando se han agotado las citaciones o las explicaciones que el ministro ha dado en citaciones o reuniones de las comisiones de trabajo no son satisfactorias, explicó Carlos Barreda, exdiputado del Congreso y ahora diputado al Parlamento Centroamericano (Parlacen).
“Si se tienen elementos contundentes para demostrar la deficiencia o algún delito que haya cometido el ministro se recurre a la interpelación porque es un juicio político. Previamente ya se le citó, se le pidió explicaciones y el diputado consideró que esas explicaciones no fueron satisfactorias entonces decide interpelarlo. Al llevar el tema al pleno, el diputado puede pedir la falta de confianza para que con 81 votos mínimo el pleno ordene la destitución del ministro. El juicio político es grave”, comentó Barreda.
El exdiputado recordó que, en las últimas legislaturas, las interpelaciones se han dado con fines de bloquear el funcionamiento del Congreso y se limite el número de sesiones para conocer la agenda ordinaria. “Muchas veces se hace como una táctica política para ralentizar el Congreso y desgastar al Gobierno de turno”, opinó.
Para Pérez las cuatro interpelaciones del jueves también reflejan el aumento de la hostilidad por parte de diputados de la oposición hacia el Ejecutivo como un mecanismo de “extorsión y presión para tratar de tener algún tipo de prebendas personales”.
Tanto Pérez como Barreda integraron la IX Legislatura y recuerdan que durante el Gobierno de Alejandro Giammattei, se registraron interpelaciones, pero estas se estancaban por lo que se daban hasta un año después. “La bancada oficialista (Vamos) tuvo la capacidad de bloquear las interpelaciones”, dijo Barreda.
El pastel de la impunidad
Una de esas interpelaciones registradas fue la del exministro de Energía y Minas (MEM), Alberto Pimentel. El 4 de agosto de 2022, los diputados que lo interpelaban le llevaron un pastel ya que ese día se cumplía un año de que ellos como bancada habían pedido la interpelación y la habían empezado, pero la misma se había extendido por doce meses. Ese día los diputados señalaron que se trataba del “aniversario de la impunidad”.
Barreda aseguró que esa interpelación duró más de un año, pero se desarrolló solo en una o dos sesiones ya que el partido oficial decidió bloquearla. “¿Cómo decidió bloquearla? rompiendo quorum porque no querían que se abordaran los temas de corrupción de Pimentel”, expresó. En ese momento, los diputados de la bancada VOS cuestionaban sobre el no pago de las regalías petroleras, la empresa petrolera Perenco y el caso de la alfombra roja con sobornos para Giammattei por parte de rusos.
“Había elementos para señalar los casos de corrupción, pero no se pudo llevar a cabo la interpelación y tampoco pedir el voto de falta de confianza. Primero renunció el ministro”, agregó Barreda. Pimentel renunció a su cargo en julio de 2023 y fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por su papel en la explotación del sector minero a través de sobornos en contratos gubernamentales y licencias mineras.
Pérez también comentó que la bancada del Movimiento Semilla interpeló a Gendri Reyes, exministro de Gobernación por la represión policial contra manifestantes el 21 de noviembre de 2020 cuando un grupo incendió una parte del Congreso y se enfrentaron a agentes de la Policía Nacional Civil (PNC). En la protesta participaban decenas de guatemaltecos que rechazaban pacíficamente la aprobación del Presupuesto 2021 por más de Q99 mil 700 millones, el cual no se apegaba a la realidad del país. Pérez recordó que en la legislatura pasada se interpelaron a los ministros de Cultura, Comunicación y Salud. “Hubo interpelaciones, pero varias estaban estancadas”, anotó el diputado.
Cuando se establece una fecha para la interpelación, el ministro y asesores deben acudir al Congreso a la hora citada, aunque la sesión no empiece ellos deben permanecer en el lugar hasta que la misma sea suspendida. Los ministros deberán acudir al Congreso todos los días que sean necesarios hasta que el punto de su interpelación se agote o la bancada interpelante desista del juicio político.
¿Qué podría pasar este jueves?
Se prevé que exista el quorum necesario para seguir con el proceso de interpelación ya que la oposición en las últimas sesiones ha logrado los votos para rechazar los estados de calamidad propuestos por Arévalo, entre otras iniciativas que han propuesto.
“No veo elementos contundentes para demostrar el incumplimiento de deberes, la ineficiencia o que los ministros hayan cometido delitos. Pareciera que la interpelación es una táctica política de ciertos grupos políticos entre ellos Valor”, anotó.
Por aparte, Pérez defendió la gestión de los ministros. “No tengo preocupación por nuestros ministros de hecho están preparados en términos técnicos y políticos para dar respuestas al Congreso. Más bien será de ver si realmente es una interpelación con el objetivo de un juicio político o un mecanismo de chantaje hacia el Ejecutivo”, agregó.
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