En San Juan Comalapa, Chimaltenango conmemoran el 21 de junio, Día Nacional contra la Desaparición Forzada, un día que se instituyó para recordar el secuestro de 27 sindicalistas de la Central Nacional de Trabajadores (CNT) y a las más de 40 000 personas desparecidas registradas por el informe oficial de la verdad.
Por Joel Solano
En el Día Nacional de la Desaparición Forzada, integrantes de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (Conavigua), conmemoraron la memoria de 172 víctimas, que fueron exhumados entre 2003 al 2005, en el antiguo destacamento Militar de Chimaltenango, hoy convertido en un centro de memoria llamado Paisaje de la Memoria.
Durante la actividad representantes de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG), compartieron sobre los procesos de identificación de las víctimas, ya que de las 172, han logrado identificar a 86, a través de muestras de ADN e investigaciones científicas.
También participaron familiares de las víctimas que narraron historias de cómo sus hermanos, padres, e hijos, fueron llevados y desaparecidos por parte del Ejército de Guatemala. Algunas de las familias llevan más de 36 años buscando a sus familias con la esperanza de encontrarlos.
Tomasa Tzú, una mujer originaria de Chiche, Quiché, narró el secuestro de su tía María Tzú, hace 43 años. Ella estaba durmiendo, dijo Tomasa, cuando por la madrugada ingreso el ejército a su casa, en la comunidad el Membrillar 2, y se la llevó.
“Yo apenas tenía 7 años en ese tiempo, actualmente tengo 50 y llevamos 43 buscándola, ya que desde su secuestro no supimos más de ella, de su paradero, pero tenemos la esperanza de algún día encontrarla y poder darle una digna sepultura, lo que más deseamos es encontrarla y poderla visitar en donde la sepultemos, pero hasta la fecha seguimos buscándola sin saber nada de ella, nos da mucha nostalgia, pero confiamos que pronto aparezca”, dijo.
Victoria Tubin, una mujer Kaqchikel originaria de San Juan Comalapa, Chimaltenango, contó que su papa fue detenido y desaparecido en el antiguo destacamento militar de Comalapa, el 13 de septiembre de 198. Desde entonces, dijo, lo siguen buscando sin dar con su paradero, han entregado muestras de ADN, pero no hay nada hasta el momento.
La familia de Tubin también continua la búsqueda de su tío, que fue detenido en el ingreso del municipio y se lo llevaron en un picop, el 26 de julio de 1982. El caso de él es emblemático ya que sus datos fueron encontrados en los archivos en la antigua Policía Nacional. En la información se registra que fue encontrado muerto el 13 de agosto en el kilometro 54 ruta al Atlántico.
Según el testimonio de su familia, las autoridades lo trasladaron a la morgue, y después su cuerpo desapareció de nuevo. “Lo que más deseamos es dignificarlos y darles digna sepultura, nuestra lucha no es la única, hay mucho dolor aquí, y lo que mas deseamos que esto no vuelva a pasar, la desaparición de mis familiares se dio cuando tenía apenas 10 años”, detalló Victoria Tubin.
María Canil, de San Pedro Jocopilas, Quiché, contó que su hermana busca a su esposo desaparecido. A su hermano también lo desaparecieron, pero sus restos fueron encontrados cuando realizaron unas exhumaciones alrededor de la Iglesia católica, de San Pedro Jocopilas, porque ahí fueron enterrados varias personas que fueron masacrados, porque la iglesia fungió como destacamento militar, dijo.
María dijo que a su hermano lo secuestraron en enero de 1983, cuando iba a trabajar a la producción de manzanas que tenían. Fue identificado y ya le dimos digna sepultura, en el caso de mi cuñado él aun no ha sido encontrado pero tenemos la esperanza de encontrarlo y darle digna sepultura como lo hicimos con mi hermano, agregó.
Mary Gricelda, también de San Juan Comalapa, cuenta que su suegro, Felipe Chalí, fue secuestrado por el ejército en 1982. Él se dedicaba a la agricultura, y a realizar fletes. El día que se lo llevaron iba a atraer unos viajes de maíz, cuando regresaba, lo detuvieron en la antigua gasolinera del municipio, y se lo llevaron detenido.
Cuando lo detuvieron, contó Gricelda, suplicó por su vida diciendo que no había cometido nada malo, sin mediar palabras se lo llevaron hasta desaparecerlo. “Durante 32 años lo buscamos hasta encontrarlo. Hace ocho años le dimos digna sepultura y hoy descansa en el cementerio de la localidad”, dijo.
Su secuestro, dijo Gricelda, se dio por diferencias entre familiares. Actualmente continúan en la búsqueda de Juan Chalí, hermano de Felipe, que también está desaparecido, y esperan encontrarlo y darle digna sepultura, ir a dejarle rosas como lo hacen con su hermano Felipe.
Actualmente, varias familias continúan con los procesos de búsqueda de sus familiares desaparecidos durante los años 80, con la esperanza de encontrarlos y darles una digna sepultura. Algunas familias han logrado identificar a sus familiares y deciden que sus restos continúen en el Paisaje de la Memoria. Porque fue en ese lugar donde fueron encontrados y forma parte de su historia el que continúen en este memorial que busca dignificar a las personas desaparecidas.
Las personas desaparecidas en el destacamento militar de Comalapa
Entre 2003 y 2005, la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala junto a la Fundación de Antropología Forense de Guatemala, promovió la exhumación de 220 osamentas de víctimas en el antiguo destacamento militar de Comalapa, Chimaltenango, que estuvo bajo la dirección del general Víctor Augusto Vásquez Echeverría, señalado en la desaparición de más de 180 personas opositoras al régimen militar de Óscar Humberto Mejía Víctores, en el caso del Diario Militar.
Fue en 2018, en ese antiguo destacamento militar, en el que las mujeres de Conavigua construyeron el Pasaje de la Memoria, para recordar a sus familiares desaparecidos. El memorial que busca a que las nuevas generaciones conozcan sobre estas atrocidades cometidas por el Ejército de Guatemala, en los años 80.