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A 46 años de la masacre de Panzós, el pueblo Q’eqchi’ continúa exigiendo el acceso a tierras

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Créditos: Maylin Hernández
Tiempo de lectura: 4 minutos

 

El crimen en Panzós dejó más de cien personas maya Q’eqchi’ muertos y decenas de heridos. Han pasado 46 años y la lucha por las mismas causas continúan.

El 29 de mayo de 1978 fueron atacados en el parque del municipio por un contingente del Ejército que, apostado en lugares estratégicos, disparó indiscriminadamente contra hombres, mujeres y niños.

Por Prensa Comunitaria*

Este miércoles 29 de mayo, en un emotivo acto de memoria y resistencia, el pueblo Q’eqchi’ y Poqomchi’, conmemoró los 46 años de esa masacre en Panzós, ocurrida en 1978.

La conmemoración dio inicio con una caminata desde la aldea Soledad, un lugar histórico vinculado con la masacre, donde actualmente habitan 350 familias.

El punto de encuentro fue en el campo de la Iglesia católica, un lugar cercano al terreno de Adelina Caal, conocida históricamente como Mamá Maquín, que fue expropiado por terratenientes para construir una gasolinera.

“La gente sigue con miedo. La gente no quiere salir adelante, no quiere luchar por sus derechos”, expresó Angelina Maquín Tut, nieta de Mamá Maquín.

Agregó: “Muchos dicen que es momento de quitar el dolor, hablando y saliendo adelante, pero nosotros aquí seguimos con tristeza, recordando a nuestras madres, nuestras abuelas, algunas a quienes no conocimos”, dijo Maquín Tut, quien cuenta que tiene cuatro hijas y mantiene la esperanza de tener acceso a un terreno y construir una casa digna para su familia.

Wielman Cifuentes, del Comité de Unidad Campesina (CUC), explicó que las actividades de conmemoración se realizaron durante dos días.

“Tuvimos una noche cultural, también hubo diálogos en los que se expresó sobre la problemática y las expresiones siguen siendo las mismas. Importante fue la participación de jóvenes ya que se trabaja también en el traslado de la memoria histórica”, argumentó.

Durante la caminata de conmemoración se escucharon melodías de marimba que acompañaron la Danza del Venado. Simbolizando la resistencia y la lucha continua del pueblo Q’eqchi’ ante las atrocidades que cometió el Estado aquel 29 de mayo de 1978.

Los descendientes de las víctimas, sobrevivientes, dirigentes de las distintas comunidades, recordaron a las víctimas y lanzaron consignas de repudio por ese día sangriento.

Además, exigieron justicia y dijeron que los tiempos actuales no son diferentes de las que se tenían en aquella época.

María Elena Tuc Caal, afirmó que “hombres, mujeres y niños de la región por años han sido víctimas de vejámenes por empresas transnacionales, que contaminan nuestras fuentes de agua y arrasan con nuestros bosques”.

“Esto me motiva a ser defensora de la madre tierra, porque nos necesita, a pesar de los hechos históricos, el Estado y el Gobierno no ha actuado. Los desalojos continúan. Insto al presidente Bernardo Arévalo a que intervenga ante esta situación”, manifiesta.

El pasado 22 de mayo aproximadamente 500 policías fueron movilizados para desalojar a 48 familias Q’eqchi’ de la comunidad de Buena Vista ubicada en el interior de la finca Tz’inté. En el operativo policial y judicial estuvo presente Luis Fernando Arriaza Migoya, quien afirma ser el supuesto dueño de la finca que se ubicada en el municipio de El Estor, Izabal.

Conoce más detalles acá:

48 familias Q’eqchi’ de la comunidad Buena Vista fueron desalojadas de forma ilegal en El Estor

El día de la masacre

Era un lunes 29 de mayo de 1978. Los hechos ocurrieron a eso de las 9 horas. Tres periódicos que recopilaron los hechos de aquella fecha fatídica a través de testimonios publicaron diferentes versiones.

Sin embargo, todas con el mismo desenlace, el pueblo Q’eqchi’ masacrado mientras peleaba por su derecho a la tierra.

Las exigencias devenían ya que el gobierno de Kjell Laugerud García, a través del Instituto Nacional de Transformación Agraria (INTA), otorgaba títulos supletorios que favorecían a cuadros militares y despojaba a los campesinos indígenas de sus tierras.

Estas acciones formaban parte de un supuesto plan enfocado en la reactivación económica del país mediante la construcción de infraestructura en la zona. Como ejemplo ponían la carretera de la Franja Transversal del Norte (FTN) y la construcción de la hidroeléctrica Chixoy, en el río Negro.

Ese día, vecinos de distintas comunidades del municipio de Panzós se organizaron para exigirle al alcalde Walter Overdick García que interviniera de alguna forma.

La idea era que el pueblo se hiciera escuchar. De hecho, el propio alcalde los había citado para escuchar las demandas y buscar soluciones, pero a su llegada, fueron recibidos por un contingente del Ejército que, apostado en lugares estratégicos, disparó indiscriminadamente contra hombres, mujeres y niños.

El ataque dejó más de cien personas maya Q’eqchi’ muertos y decenas de heridos. Han pasado 46 años y la lucha por las mismas causas continúan.

Han pasado 46 años de ese día y el 16 de noviembre de 2022, en el Juzgado de Mayor Riesgo “A”, la jueza Claudette Domínguez escuchó las declaraciones testimoniales en anticipo de prueba de cuatro personas sobrevivientes de dicha masacre: Martina Cuc, de 75 años; Candelaria Ba, de 82; Abelino Maquín Caal, de 79; y Lorenzo Choc.

Conoce más detalles acá:

Conmemoran los 45 años de la masacre de Panzós

*Con información de Maylin Hernández

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