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Créditos: Prensa Comunitaria.
Tiempo de lectura: 6 minutos

Por Kajkoj Maximo Ba Tiul[1]

Cuando se acercan las elecciones comienza toda una serie de eventos, que no se diferencian en nada con los de belleza, en donde se elige a reinas de cualquier tipo.  Se rompen las leyes, un Tribunal Supremo Electoral, corrupto y maniatado, discusión sobre reformas a la LEPP, los candidatos borrachos, sin ética y moral, etc. Si en los eventos de belleza también se perdió “la vergüenza” y al punto que tampoco se cuestiona de “dónde salieron los recursos” para que se realicen; las actividades preelectorales y en tiempos de campaña electoral, terminan siendo escenarios de parrandas y borracheras.  Si en los eventos de belleza no se cuestionan los recursos que llegan del crimen organizado y corrupción, tampoco se cuestionan los recursos que despilfarran los candidatos y candidatas, peor aún, si se reforman leyes, para que se gasten los recursos del pueblo, como si fueran recursos familiares.

Pero bueno, mi intención no es hacer un análisis comparativo sobre los eventos de belleza y las elecciones, pero sale a colación, porque el evento electoral es casi lo mismo.  Si en los eventos de belleza gana quien utiliza el traje típico, se memoriza una que otra mentira de la historia, se presenta como la gran ciudadana, la gran “diva”.  En las elecciones general, los candidatos y candidatas se presentan como mansas palomas, escondiendo su realidad; como lo dibuja un meme que se ha vuelto popular y que circula por todos lados, que los políticos son como “un ladrón o una ladrona solo que elegido por nosotros”.

En este escenario complejo, las preguntas comunes son: ¿Por qué, si sabemos que la derecha y el neoliberalismo nos tienen en estas condiciones, se sigue votando por la derecha? ¿Por qué en los pueblos; los líderes políticos de derecha son siempre vitoreados y seguidos? ¿Qué pasa con la alianza de los partidos de izquierda y progresistas? O ¿Qué pasa con la izquierda y los progresistas?  Estas preguntas, tienen muchas respuestas y muchas causas.

Las respuestas pueden hacerse desde lo académico hasta lo político.  Siempre se termina echándole la culpa a la población rural y se hace referencia a su ignorancia y su analfabetismo, cuando en realidad, en el área rural se carece de información y por eso posiblemente vota por los mismos.  También, pensar que por la falta de formación e información es que la gente sigue votando por la derecha, también es relativo,  porque no solo la población rural y pobre le da el voto a la derecha, sino también la gente que sabe, que lee, que tiene el conocimiento, como “sucedió con el voto que estudiantes y profesores universitarios que dieron el voto  al rector corrupto y criminal de Walter Mazariegos” o profesionales universitarios que siguen votando por corruptos y criminales, o son parte de las planillas de mafiosos, como pasa en todo el país.

No reparamos que la gente vota o sigue votando por la derecha, porque no encuentra ninguna alternativa. No encuentra ninguna diferencia entre la derecha, y la izquierda o progresistas.  El liderazgo de izquierda, tampoco va a las comunidades, no los conocen, no saben quiénes son. La izquierda dejó de ser pueblo y el progresismo pues que le vamos a pedir, es algo light, como decía Jara[2]: “ni chicha, ni limonada”. Los repertorios, siguen siendo los mismos: confrontación y dejar mal al otro. “Yo si lo voy a hacer.  Yo me Sali, porque no cabía mi ideología allí, si no fuera por mí, no hubieran sacado tantos votos”, por ejemplo.   Se acercan a los grupos ya establecidos, dos o tres meses antes del inicio de la campaña política, buscan a los mejores líderes y lideresas de las comunidades y los queman. Tanto la izquierda o derecha, se acerca a la gente para que forme parte o integre una planilla, para competir con su logo. Además, de la prepotencia con que llegan, como si fueran los salvadores o los nuevos mesías de los pobres.

Tanto la izquierda como la derecha, tienen en su repertorio que van a resolver los problemas de la sociedad, pero nadie dice cómo y cuándo.  Todos hablan de respetar el Estado de Derecho, el actual o cuál.  Hablan de desarrollo, la diferencia es que algunos sectores de izquierda y que ahora se llaman “movimiento indo-campesino”[3], hablan del mal llamado “Buen Vivir”.  También llaman a hacer funcional la democracia burguesa, cuando dicen “rescatemos la democracia”, se abstienen de reconocer la forma de gobierno de los pueblos, que no es la “democracia”.  Ahora todos, hablan de democracia participativa, originaria, comunitaria, ancestral, como quieran llamarla es la misma democracia.  Los líderes de ambas posturas se presentan como los “mesías” y, es más; “mientras los líderes de la derecha se presentan sin corbata, sin tacuche, los líderes de las llamadas izquierdas “presumen del tacuche”, como los descolonizados-colonizadores y se pasean en foros y encuentros, lanzando sus ideas, pero desencarnados del pueblo.

En cuanto a la refundación del Estado, tanto la derecha y la izquierda hablan de que hay que refundar, reformarlo, cambiarlo, incluso algunos de derecha están hablando sobre la necesidad de convocar a una Asamblea Constituyente, la diferencia con la izquierda y la corriente “indo-campesina”, que dice que será “plurinacional y originaria”, pero hasta ahora ninguno de las dos corrientes, le ha explicado a la gente, por qué y para qué.

En este escenario político, concuerdo con Frei Betto, que uno de los errores de los partidos de izquierda, progresista, indo-campesino o buen vivirista[4],  no han hecho trabajo de base, aunque presenten sus reuniones y asambleas en sus redes sociales.  Cuando se dice trabajo de base, Frei Betto, se refiere a organizar políticamente al pueblo, porque el pueblo está sujeto y vulnerable a la propaganda de la prensa burguesa, que sigue siendo quien domina en nuestro país.

La izquierda y el progresismo, es muchas veces asistencialista y clientelar, cuando nos referimos a asistencialista, en este caso no solo es que lleva cosas u ofrece proyectitos, sino que piensa que el sujeto o la sujeta no es un ser pensante y que servirá para sus intereses.  Intenta subirse a la democracia burguesa y por eso, solo aparece en momentos electorales.  Su mensaje refundacional, está muy relacionado con la institucionalidad, que ofrece este tipo de democracia.  Como dice Frei Betto, la “izquierda no tiene todavía un proyecto de sociedad nueva. La izquierda en muchos países, se dejó cooptar un poco por el neoliberalismo de allí viene la corrupción y todo esto” y en algunos lugares donde no ha gobernado, piensa que solo llegando a gobernar cambiará el estado de las cosas o por inercia todo será nuevo y no es así.

Parafraseando a Frei Betto[5], “la izquierda no es izquierda, si no mantiene viva la indignación, si su cabeza no piensa desde donde está parado, si se avergüenza y deja de creer en el socialismo, en el hombre nuevo y la mujer nueva, si deja de ser crítico y la autocrítica, si no, deja de ser un militante consciente, comprometido, si no es rigurosamente ético.  Debe alimentarse desde los principios de la izquierda histórica y si es un movimiento indígena de izquierda[6], debe de llenarse de los conocimientos de los antepasados y las antepasadas, que lucharon en contra del colonialismo.

Un nuevo movimiento debe tener su espíritu en la tierra y en el territorio de los pobres, su objetivo debe ser defender a los oprimidos, a los indignados.  Defender o hacer que se defiendan a los desalojados por el capitalismo-neoliberal. Una nueva izquierda debe ser anticolonial, antirracista, anti patriarcal, anti discriminadora, anti inquisidora, anti mesiánica.  La izquierda debe estar en sintonía con los pueblos originarios y otros pueblos, que luchan por la restitución de sus tierras y territorios.  La izquierda no debe creerse vanguardista.  La vanguardia debe ser el pueblo y el liberador de su propia vida es el mismo pueblo. El pueblo no se salvará con supuestos ideólogos o intelectualoides, que quieren infundir un modelo que aún no representa lo que quiere el país.  La izquierda debe dejar de pensarse desde las figuras caudillistas (hombres o mujeres).  La izquierda debe dejar de actuar como la mandamás, caporal, porque quien manda es el pueblo y nadie más.  No debe decidir sobre la vida de los pueblos, los pueblos deberán de decidir sobre su futuro.  Un nuevo movimiento de izquierda, debe nacer de los territorios y comunidades, no desde las iluminarias colonizadoras, que pretenden darnos la ruta, de un nuevo modelo de Estado.  El modelo de Estado que queremos, está en las sabias enseñanzas de nuestros abuelos y de nuestras abuelas: “NUESTRO PASADO ES NUESTRO FUTURO” y nada más.

[1] Maya Poqomchi, antropólogo, filósofo y teólogo, escritor e investigador.

[2] Refiriéndome a la canción de Victor Jara, Usted no es na, https://www.youtube.com/watch?v=rX_NFOLYxb8, visto última vez el 26 de octubre de 2022.

[3] Ollantay Itzamna, Guatemala. Movimiento Indocampesino, valora su debut político electoral, https://ollantayitzamna.com/2019/08/30/guatemala-movimiento-indocampesino-valora-su-debut-politico-electoral/, visto última vez el 26 de octubre de 2022.

[4] Indo-campesino, progresistas o buen viviristas, es mío.

[5] http://latinoamericana.org/2002/textos/castellano/Betto.htm, visto última vez el 25 de octubre de 2022.

[6] Porque también hay movimiento indígena de derecha o de las que se podrían llamar ambiguas, como las que dicen no tener ideología y que por lo tanto no son de izquierda ni de derecha.

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