Créditos: Ana Cristina Alvarado.
Tiempo de lectura: 6 minutos

Fotografía y texto: Ana Cristina Alvarado

22 de julio del 2019

Me dijeron que acompañaría a Ángela, he visto su foto y entonces la busco entre los 50 niños y niñas lectoras de bibliotecas de 5 comunidades y voluntarixs que esperan ordenadamente para entrar a la feria del libro. La encuentro con dificultad, es unas de las más pequeñas. “Hola, ¿tú eres Ángela?”, le pregunto. Me ve y no me responde. Espero junto a ella sin atormentarla con más preguntas. Nos entregan un sobre con el dinero para comprar libros y entramos. Ya adentro, lejos de la multitud me pongo a su altura e intento hablarle otra vez. “¿Cuántos años tenés?”, me sonríe y me muestra su mano extendida con los 5 dedos. No dice nada, lo respeto. Le digo que me contaron que le gustan los libros de hadas y le explico que iremos a varias librerías a buscar el que más le guste. La tomo de la mano y caminamos.

Foto: Ana Cristina Alvarado

Ángela vive en una comunidad peri-urbana a cuatro kilómetros del centro de Purulhá, Baja Verapaz, el municipio del bosque nuboso conocido porque allí aún sobrevive el quetzal. Ella es una de las lectoras de la Biblioteca “Lic. Bernardo Lemus Mendoza” a la cual asisten más de dos mil lectorxs. Cada año la biblioteca organiza el viaje “Más allá de mi comunidad” para premiar a niños, niñas y jóvenes de esta y otras bibliotecas dándoles la oportunidad de comprar su libro favorito en la feria del libro y asistir a actividades educativas, recreativas y culturales. Para muchxs es la primera vez que salen de su municipio por lo que la actividad además de motivarlxs a seguir leyendo les permite conocer otras realidades.

Llegamos al primer kiosco que tiene libros infantiles. Suelto su mano y ella inmediatamente al ver los libros deja la timidez y se va directo a ellos. Parece sentirse por fin en un lugar seguro y confiable, en su mundo entre tanto libro, entonces me habla por primera vez y me dice “quiero los de Pepa Pig”. Encuentra varios de ese personaje y los hojea uno por uno. Le digo que voy a anotar cuáles le gustan para recordarlos porque iremos a ver otras librerías. En el segundo kiosco toma más libros y me muestra los que quiere. Quienes atienden me preguntan de dónde venimos, les cuento sobre el proyecto y que la biblioteca premia cada año a los niños y niñas que más páginas leen. Les muestro el número 1,309 en la playera de Ángela, el número de páginas que leyó en un año.

A diferencia de muchas bibliotecas de Guatemala, en esta biblioteca todxs pueden prestar libros. Cada vez que los devuelven, quienes atienden la biblioteca hacen a lxs niñxs preguntas que desarrollan su pensamiento crítico, que les permiten identificarse con los libros y relacionar o contrastar lo leído con su realidad. Lxs más pequeñxs de la biblioteca, como Ángela, leen las imágenes y usan su imaginación para crear historias.

Cuando recorrimos alrededor de cinco kioscos Ángela cree que ya es suficiente y me insiste que regresemos al kiosco donde vio un libro de colorear de princesas y uno de Pepa Pig. A pesar del laberinto de kioscos, recuerda muy bien dónde se encuentran y me lleva a ellos. Ahora que su búsqueda ha terminado, quiere llevar todos los que ve. Le digo cuánto dinero tenemos para gastar y los precios de los que quiere llevar. Entiende rápidamente y sin ningún problema que no podemos llevar todos, que hay que decidirse por algunos y me va diciendo “dejemos este”. Compramos ocho libros y buscamos un lugar donde sentarnos a leer. Con dificultad encontramos una sala vacía y vamos sacando sus libros. La pasamos muy bien con uno de un leoncito al que se le pueden mover los brazos. Le pregunto sobre su familia y me cuenta que su hermana y su hermano también asistieron al viaje. Cuando todxs terminan el recorrido, nos separamos, ella debe ir con el resto de niñxs y yo a abordar el bus de voluntarixs para ir al parque acuático.

Foto: Ana Cristina Alvarado

Cada año el viaje incluye la visita a la Filgua y otras actividades. Desde el primer viaje hasta ahora, han visitado la playa, los museos, han ido al cine, al teatro, a la Universidad de San Carlos para conocer las diferentes carreras que pueden seguir, al Irtra. Estos viajes que empezaron con cuatro niñxs ahora que llevan a más de 70 se han dividido para poder atender los intereses de las distintas edades y retar a los más grandes. Lxs lectorxs jóvenes este año participaron en una serie de foros sobre el Conflicto Armado para poder asistir al viaje. Además de leer un libro relacionado con el tema y participar en las charlas, también conversaron con personas de su comunidad para saber cómo vivieron la guerra. Quienes tuvieron un mejor desempeño ganaron la oportunidad de asistir a un viaje de tres días a Petén para conocer Tikal y convivir y aprender en la comunidad “Nuevo horizonte”, una cooperativa que trabaja por el bien común.  

Foto: Ana Cristina Alvarado

El transporte donde viaja Ángela tiene un pequeño retraso, así que convivo la primera parte de la tarde con algunas de las niñas en el parque acuático. Nos conocemos bien porque he compartido con muchas de ellas en el Club de Sororidad de la biblioteca, un espacio seguro y de confianza donde las niñas comparten y dialogan sobre intereses y problemas que viven al ser mujeres. La mayoría se muestra ansiosa por aprender a nadar. Nos preguntan cómo hacerlo, tratan de seguir nuestros consejos y preguntan si lo están haciendo bien. Ninguna de ellas parece tener miedo o parece pensar que mejor aprenderá otro día. Al verlas tan decididas recuerdo que Brenda Lemus, directora de la biblioteca y creadora de este lindo proyecto, nos dice que lxs niñxs de Purulhá no sueltan las oportunidades cuando se las dan. Estas niñas iban a sacarle el máximo provecho a las dos horas en la piscina. Tenían claro que no había tiempo de desperdiciarlas en miedos.

Bernardo Lemus fue asesinado en 1981 durante el gobierno de Lucas García. Al gestionar sus hijxs medidas para dignificar su memoria la biblioteca municipal tomó su nombre y del Programa Nacional de Resarcimiento recibieron 280 libros. Brenda Lemus, que poco a poco fue implementando más ideas para el desarrollo de la biblioteca, pronto se dio cuenta de que los programas de lectura no podían ser efectivos si lxs niñxs llegaban con hambre. Con ayuda de muchas personas que fueron como Brenda, apostándole a Purulhá, nació la organización Yo’o (vamos en q’eqchí), para apoyar integralmente a la niñez de Purulhá. En la actualidad además de la biblioteca, cuentan con becas de educación y becas nutritivas. Este año iniciaron un programa de acompañamiento a madres trabajadoras del mercado que ofrece estimulación temprana y salud a sus hijxs pequeñxs. Además, cada año realizan una colecta de útiles escolares en la capital para surtir las listas de útiles de estudiantes de diferentes comunidades. Este año otorgaron 800 listas y material educativo para 700 niñxs de preescolar con el programa Adopta un aula.

Foto: Ana Cristina Alvarado

Encuentro a Ángela con una de las voluntarias que la ayuda a nadar de espaldas. Ángela no deja de sonreír. Me ve, me saluda y nos dice señalando el tobogán: “Ahora quiero tirarme de ahí”. Como le explicamos el peligro, cambia de opinión y nos dice que se quiere lanzar de la orilla de la piscina. La ayudo a subir a la orilla, tomo sus manos, brinca y me abraza para no hundirse. Las dos nos reímos mucho y lo repetimos una y otra vez. Cuando ya es hora de irnos e intento sacarla de la piscina, recoge sus pies sin ponerlos en el piso y cuando le pregunto por qué no se para me dice “no quiero manchar mis pies”. La cargo y cuando ve que todxs caminan en el piso, me dice que la baje. La ayudo a cambiarse y me va mostrando la ropa que trae para ponerse, una falda y una playera. Todo el tiempo no deja de sonreír. Sé que ambas pasamos un lindo día juntas.   

Con la actitud y el acompañamiento adecuado una biblioteca puede cambiar la vida de muchos niños y niñas. Quienes han crecido en esta biblioteca y han desarrollado su liderazgo son quienes ahora ya jóvenes tienen a su cargo algunos de los programas. Con una caja y algunos libros, puedes iniciar una biblioteca en tu comunidad, en tu barrio, colonia o en el parque más cercano. Te invito a hacerlo.

https://www.facebook.com/BibliotecaBernardoLemusMendoza/
https://yo-o.org/

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