Por Leticia Tay/Asociación Maya Ukux B’e
Reivindicar nuestra lucha y resistencia de la tierra y Territorio es un derecho histórico de los pueblos originarios Mayab’. 12 de octubre no es una celebración, es una demanda por el respeto de nuestros derechos individuales y colectivos que fue violentada desde la llegada de los españoles a tierras del Abya Yala que no fue descubierta sino invadida.
Han sido 526 años de lucha y resistencia de los pueblos originarios del Abya Yala, hoy continuamos luchando y resistiendo frente a un Estado opresor, racista clasista y capitalista que sigue empobreciendo y violentando los derechos de los pueblos indígenas y no indígenas.
El 12 de octubre de 1492 con la invasión de los españoles al continente de Abya Yala fue uno de los primeros genocidios que vivieron los pueblos originarios donde se impuso una religión, a través de ello surge el dominio, mataban en nombre de Dios, además creían que con la evangelización entonces serian civilizados las ancestras y ancestros considerando que las formas de ejercer y practicar la cosmovisión era satánica por lo que los consideraron pecadores. Como parte de la resistencia optaron por bautizarse para no ser masacrados.
Los pueblos originarios antes de la invasión mantenían una gran riqueza material, natural y espiritual, su escritura, la matemática, su agricultura, su arquitectura, su cosmovisión era parte esencial de la vida y práctica cotidiana desde los principios y saberes de cada cultura, pero con la invasión de los europeos a éste territorio usaron la violencia y la opresión espiritual a través de la religión e ideología que continua hasta nuestros días.
Hoy los pueblos originarios del Abya Yala continuamos en pie de lucha donde las mujeres lideresas han jugado un papel importante e histórica y que es necesario reconocer su lucha, resistencia y sus aportes por los derechos de los pueblos indígenas como lo fue Bartolina Sisa dirigenta Aymara de Bolivia, Felipa Soc quien acompañó a Atanasio Tzul en todas sus luchas que también era acompañada de María Sapon y las mujeres de los 48 cantones de Totonicapán quienes lucharon en contra del ejército español a través de bombas de chile y de avispas que eran elaboradas por ellas, de esta manera hoy reivindicamos la lucha de todas las mujeres indigenas quienes también somos las que portamos la vestimenta mayab’ que conserva una historia milenaria de los pueblos originarios donde cada simbología plasmada en el güipil conlleva conocimiento, cosmovisión, elementos de la Madre Tierra.
Somos las mujeres indigenas quienes continuamos reivindicando la identidad mayab’ por ser parte de nuestros saberes y resistencia de nuestros pueblos que seguimos luchando contra el racismo y discriminación en la que se vive día con día en este sistema patriarcal, neocolonial y capitalista.
El 12 de octubre de cada año recordamos el despojo del territorio y sobre todo la fuerza que debemos seguir manteniendo para luchar por la defensa de la Madre Tierra y Territorio.
Nuestra resistencia es contra de los proyectos nacionales y transnacionales que han llegado a territorio mayab’ lastimando las venas de nuestra Madre Tierra que nos da de comer, de beber, nos cobija del frio, por ella respiramos y vivimos plenamente, no sólo los pueblos originarios sino la humanidad.
Por ello las movilizaciones constantes de distintos sectores de mujeres, hombres, niñez y juventud para demandar al gobierno de turno que no sigan otorgando licencias de proyectos extractivos como: hidroeléctricas, monocultivos, minería y cementeras que lo único que han hecho es provocar enfermedades, conflicto social, desplazamiento forzado, criminalización a dirigentas y dirigentes, asesinatos de defensoras del Territorio y Madre Tierra.
Seguimos caminando y luchando por los derechos de los pueblos originarios, mestizos pobres, garifonas y xinka quienes no bajan la mirada ante este sistema capitalista opresor que sigue aprobando leyes que atentan contra la dignidad de todas y todos, beneficiando solo al denominado pacto de corruptos que se han enriquecido empobreciendo a los pueblos.
Es necesario seguir trabajando por las prácticas de descolonización iniciando por descolonizar nuestros pensamientos, nuestras ideas, nuestras miradas, nuestros sentimientos y conocimientos como parte de la formación y autoformación y seguir reivindicando que somos un pueblo milenario, pensante, con autonomía, que busca la autodeterminación para recordarle a la niñez y juventud del presente que nuestros ancestros mujeres y hombres fueron grandes autoridades que caminaban en Comunitariedad y que hoy su legado lo seguimos observando en cada autoridad que hay en los distintos territorios del Abya Yala.